"Una organizaci¨®n peligrosa", seg¨²n el fiscal
En algunos pasajes de su extenso escrito de acusaci¨®n, la Fiscal¨ªa de Madrid define a la Cienciolog¨ªa como "una organizaci¨®n extremadamente peligrosa" que se parece m¨¢s "a una secta" que a una religi¨®n. Una peligrosidad manifestada, seg¨²n el fiscal, en las investigaciones que desarroll¨® la Cienciolog¨ªa en busca de trapos sucios para intentar desacreditar a periodistas, a la ex diputada Pilar Salarrullana e incluso al propio juez de Madrid que desarroll¨® la investigaci¨®n, el hoy magistrado de la Audiencia Provincial de Madrid Jos¨¦ Mar¨ªa V¨¢zquez Honrubia. Tal fue la presi¨®n sobre el juez, que ¨¦ste opt¨® por inhibirse de la investigaci¨®n, aunque antes orden¨® una redada que acab¨® con 37 detenidos. La operaci¨®n fue bautizada como Operaci¨®n Roc¨ªo y se produjo el 20 de noviembre de 1988. Un total de 71 dirigentes nacionales e internacionales de la Cienciolog¨ªa se hallaban reunidos ese d¨ªa en un hotel de Madrid.
Tras una ardua investigaci¨®n que hab¨ªa comenzado un a?o antes, el juez dict¨® ese d¨ªa 37 ¨®rdenes de detenci¨®n y orden¨® el registro de las 19 sedes (Narcon¨®n y Dian¨¦tica) que por entonces pose¨ªa en Madrid Cienciolog¨ªa, y de otras distribuidas por Valencia, Barcelona, Bilbao, Alicante, Sevilla y Jerez. Muchos quedaron en libertad tras prestar declaraci¨®n, pero otros, entre ellos el jefe m¨¢ximo, Heber Jentzsch, fueron encarcelados. Jentzsch, que reside en Estados Unidos, es el principal inculpado en el juicio que prepara la secci¨®n cuarta, que preside Pilar Oliv¨¢n.
Ronald Hubber, fundador de la Cienciolog¨ªa, propugnaba una doctrina enfocada a purificar a la persona liber¨¢ndole de los agentes nocivos que le despersonalizan. Dibujaba un mundo en el que, mediante una especie de cursillos y actuaciones sobre la mente humana, la persona pod¨ªa liberarse de las drogas y expurgar sus males f¨ªsicos. Para ello deb¨ªa someterse a una cadena de cursillos y una feroz disciplina, contenida en lo que Hubber denomin¨® los c¨®digos de ¨¦tica. M¨¢s que regular la convivencia, esa normativa era un aut¨¦ntico C¨®digo Penal, destaca el ministerio p¨²blico. Inclu¨ªa severos castigos para los adeptos d¨ªscolos, desde los traslados forzosos y el confinamiento acompa?ado de "trabajos rigurosos", hasta claras amenazas de revelar la conducta sexual y vivencias de las personas, adeptas o no, consideradas da?inas para la organizaci¨®n.
En realidad, sostiene el fiscal, detr¨¢s de Cienciolog¨ªa subyace un montaje guiado por un "obsesivo y desordenado af¨¢n de lucro y enriquecimiento".
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