Hussein de Jordania
Jordania dispone de uno de los sistemas pol¨ªticos m¨¢s abiertos del mundo ¨¢rabe. Se puede argumentar que no es comparable a una democracia occidental, lo que es verdad de Perogrullo, puesto que Jordania no es Occidente. Es asimismo posible sostener que tal hecho no constituye un hito, dado que el panorama pol¨ªtico del mundo ¨¢rabe es desolador. Correcto, pero el impulso democratizador, controlado y dirigido durante los ¨²ltimos a?os por el rey Hussein -aunque con topes y l¨ªmites fijados de antemano- es innegable. Cabe aducir que el monarca que desaparece decidi¨® acometer la empresa porque vio las orejas al lobo: crisis econ¨®mica galopante, agitaci¨®n social, ascenso del fundamentalismo isl¨¢mico a ra¨ªz de la derrota ¨¢rabe frente a Israel en la guerra de 1967. ?Y si as¨ª fuera? Las circunstancias eran similares para la mayor¨ªa de los Estados ¨¢rabes, pero el camino iniciado por el soberano hachem¨ª no lo sigui¨® pr¨¢cticamente nadie. dispon¨ªa del poder absoluto y lo ha ido relativizando. Creo que hay motivos de cr¨ªtica pero tambi¨¦n fundadas razones para el elogio, en especial si consideramos el proceloso mar de la pol¨ªticia ¨¢rabo-isl¨¢mica. Hace tres semanas, consumido ya por la enfermedad, el rey declaraba a la CNN: "He sido siempre un fatalista y siempre he pensado que hay un comienzo y un final de la vida". Hay que tener en cuenta, no obstante, el contexto en el que tales manifestaciones fueron efectuadas, el dif¨ªcil trance de la decisi¨®n que estaba cavilando: cesar a su hermano Hassan, pr¨ªncipe heredero durante d¨¦cadas, para sustituirlo por su hijo Abdal¨¢, hoy confirmado como futuro rey.
Fatalismo, predestinaci¨®n, resignaci¨®n, son caracteres configuradores de la cultura musulmana, pero con distinta fuerza y no en todas las ¨¦pocas. No lo fueron de manera plena durante los tres primeros siglos del islam y muchos se han esforzado en el siglo XIX y a lo largo del presente en arrinconar la faceta determinista. La coexistencia de una y otra posici¨®n es facilitada por el propio Cor¨¢n, que es ambivalente y que permite acogerse a la versi¨®n de la predestinaci¨®n ("?Glorifica el nombre de tu Se?or, el Alt¨ªsimo, que ha creado y dado forma armoniosa, que ha determinado y dirigido!", sura 87/1) o a la din¨¢mica y transformadora ("Dios no cambiar¨¢ la condici¨®n de un pueblo mientras ¨¦ste no cambie lo que en s¨ª tiene", sura 13/11).
Creo que con su autocalificaci¨®n como fatalista, Hussein de Jordania se limitaba a asumir que su vida hab¨ªa llegado a su t¨¦rmino. De acendradas convicciones religiosas, no ejerci¨® nunca de Pr¨ªncipe de los creyentes y desde luego un hombre que se hubiera sentido permanentemente determinado por el fatum no habr¨ªa podido erigirse en activo unificador de las distintas comunidades y sensibilidades que pueblan Jordania. Un pa¨ªs en gran medida virtual, no s¨®lo por la acci¨®n del tiral¨ªneas colonial brit¨¢nico, sino tambi¨¦n por la p¨¦rdida de Cisjordania y de Jerusal¨¦n Este tras la guerra de los seis d¨ªas.
Hussein... ?conciliador tard¨ªo, modernizador insuficiente? En cualquier caso, mago que se saca un pa¨ªs de la chistera, pol¨ªtico de especial olfato, estadista casi sin Estado que sabe convertirlo en clave de un proceso de paz israelo-palestino. Cabe imaginar su dolor por abandonar este mundo sin ver concluido tal proceso, hoy bloqueado por la intransigencia del actual primer ministro israel¨ª. El otro proceso empujado por , el interno, se enmarca en el optimismo hist¨®rico aireado en el pasado siglo por los reformadores isl¨¢micos, que part¨ªan de la sura cor¨¢nica 3/110: "Sois la mejor comunidad humana que jam¨¢s se haya suscitado: orden¨¢is lo que est¨¢ bien, prohib¨ªs lo que est¨¢ mal y cre¨¦is en Dios".
La tradici¨®n racionalista y humanista, combatida durante siglos por el despotismo pol¨ªtico musulm¨¢n, ha sobrevivido a pesar de todo, haciendo bueno el dicho de F¨¢tima Marnissi: "Tener un brazo amputado no es lo mismo que nacer sin brazo". Que el desasosiego y la incertidumbre -la orfandad no querida- que abruman hoy a tantos jordanos se disipen lo antes posible depender¨¢ de que los sucesores se sirvan del brazo restante para desarrollar el cuerpo pol¨ªtico y social jordano.
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