Muere Tip, humorista "grouchiano" y delirante
Jos¨¦ Luis Coll, su pareja art¨ªstica durante 30 a?os, llora a un amigo "genial e imprevisible"
Un infarto cerebral sufrido hace ocho meses apag¨® ayer la vida estrafalaria y la inteligencia delirante del humorista Luis S¨¢nchez Polack, mucho m¨¢s conocido como Tip desde los a?os cuarenta, cuando salt¨® a la fama en Radio Madrid junto a Top, Joaqu¨ªn Portillo. Nacido en Valencia hace 72 a?os, Tip ser¨¢ incinerado hoy en Madrid, y ayer fue llorado por amigos y compa?eros de oficio, que elogiaban su humor imprevisible y surrealista y su talante bondadoso. Su pareja c¨®mica durante 30 a?os, Jos¨¦ Luis Coll, triste y despojado de chispa, declar¨®: "Era m¨¢s genial que Groucho".
Su figura delgad¨ªsima y muy alta, su bigote y su chistera, sus gafas y su chaqu¨¦ desastrado forman parte del imaginario colectivo espa?ol del siglo. Luis S¨¢nchez Polack ha sido sin discusi¨®n uno de los c¨®micos m¨¢s populares de este pa¨ªs durante 50 a?os. Lo fue en los a?os 40, cuando su talento incipiente asom¨® desde la radio de la posguerra junto al del tambi¨¦n desaparecido Top, con quien trabaj¨® durante 14 a?os. Lo fue en los a?os 60 y 70, ¨¦poca dorada de su d¨²o con Coll, en la que fueron durante bastante tiempo la pareja de moda en televisi¨®n, presentando 625 l¨ªneas. Y sigui¨® si¨¦ndolo en los a?os 80 y 90, cuando sus parlamentos ininteligibles, sus virtuosos y disparatados juegos de palabras y su espontaneidad locoide segu¨ªa provocando carcajadas a los oyentes (y participantes) del programa radiof¨®nico Protagonistas. Pol¨ªticamente adscrito a la derecha -era declarado admirador de Fraga y fue vocal de festejos de la Junta municipal de Chamart¨ªn por AP, un cargo que acept¨® aunque siempre dijo odiar la pol¨ªtica-, el humor de Tip era sin embargo pura corrosi¨®n y vanguardia, tanto por su estirpe, cien por cien surrealista, como por su voluntad ca¨®tica y su amor por la transgresi¨®n, no s¨®lo ling¨¹¨ªstica.
"Cr¨ªtico y profundo"
"Ten¨ªa un humor muy cr¨ªtico y muy profundo...Para el que lo quisiera entender. No sab¨ªas nunca por d¨®nde iba a salir", dice un Jos¨¦ Luis Coll desconocido, triste y todav¨ªa estupefacto, mientras su casa de Madrid se llena de c¨¢maras de televisi¨®n y periodistas. "Si t¨² ve¨ªas cuatro salidas posibles, ¨¦l se inventaba una quinta imposible. Era un mago del absurdo, de la l¨®gica del absurdo. Y lo bueno es que era as¨ª todo el d¨ªa, no s¨®lo en el escenario. Por eso era m¨¢s genial que Groucho Marx. Porque el genio de Groucho estaba en los guiones que interpretaba, pero el de Tip le sal¨ªa en la calle igual que en el escenario. Y en su vida particular era incluso m¨¢s gracioso que en su vida laboral". Personaje fuera de norma desde joven, Tip no lleg¨® a acabar el bachillerato, estudi¨® luego dos a?os de cer¨¢mica y ebanister¨ªa, se hizo meritorio en el Teatro Mar¨ªa Guerrero de Madrid (1944), y al a?o siguiente debut¨® en Radio Madrid, dando vida a un personaje llamado Don Poeto Primavero de Quintillas.
Sus amigos lo recuerdan como un bebedor infatigable de ca?as, un forofo del juego de los chinos y un cristiano de misa los domingos. "Por lo dem¨¢s, era imprevisible, incalculable, capaz de cualquier cosa", dice Coll. "Recuerdo que cuando le presentaron al Rey le dijo: "Yo a ti te he visto en la tele". Y al irse, le grit¨®: "Adi¨®s, rey m¨ªo". Tal vez la paradoja m¨¢s grande es que mientras viv¨ªa haciendo re¨ªr a los dem¨¢s, Tip estaba viviendo una vida muy dram¨¢tica, llena de desgracias. Su ¨²nico hijo muri¨® cuando ten¨ªa nueve a?os, y adem¨¢s vio morir a sus padres, a tres hermanos y a un gran amor. Nada de eso anul¨® su sentido del humor inagotable, que Mingote defini¨® ayer como "lleno de recursos, de una teatralidad, originalidad e imaginaci¨®n que no ten¨ªa comparaci¨®n".
Peridis, otro gran admirador,destac¨® ayer su capacidad para verlo todo, todo el tiempo, desde el prisma ¨²nico del humor: "Fue uno de los ¨²ltimos bohemios de la posguerra, una persona bondadosa. Era abrasador; cuando te cog¨ªa por banda te invad¨ªa, te convert¨ªa en un espectador contemplador. A m¨ª me dejaba sin posibilidad de r¨¦plica, me desarticulaba. No actuaba en absoluto, era as¨ª. Viv¨ªa como Tip, sent¨ªa como Tip y trabajaba como Tip. No he visto nunca un tipo tan aut¨¦ntico. Era un humorista de una genialidad inmensa, que con Coll adquiri¨® tintes sublimes".
"Le funcionaba la cabeza muy deprisa", dice sin levantar cabeza su imperturbable colega en n¨²meros tan c¨¦lebres como el del vaso de agua. "Tuvimos una relaci¨®n maravillosa, y fue una suerte para los dos que nos conoci¨¦ramos, porque eso nos sac¨® de la miseria. Hab¨ªa d¨ªas que no ten¨ªamos ni para caf¨¦, y luego ya hubo otros en que nos pon¨ªamos morados de cigalas. Pero no s¨¦ a¨²n c¨®mo voy a reaccionar, porque estoy haciendo como que no me he enterado..."
Babelia
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