Respeto universal a la memoria del rey

Un caballo blanco, el favorito del rey muerto, ensillado pero sin montar, s¨®lo delante del trono, fue el contrapunto emotivo de un funeral de Estado que congreg¨® ayer en Amm¨¢n a representantes de 75 pa¨ªses. El f¨¦retro del rey Hussein de Jordania, como sucediera en 1995 con el del asesinado primer ministro israel¨ª, Isaac Rabin, fue el lugar de encuentro de decenas de jefes de Estado y primeros ministros de todo el mundo. Rostros sombr¨ªos como el del presidente estadounidense, Bill Clinton, flanqueado por Gerald Ford, Jimmy Carter y George Bush; o graves como el de Bor¨ªs Yeltsin, quien desoy¨® los consejos de sus m¨¦dicos y acudi¨® a Jordania al frente de la delegaci¨®n rusa. La sorpresa la dio el presidente de Siria, Hafez el Asad, quien apart¨® sus profundas diferencias pol¨ªticas con Hussein y decidi¨® estar tambi¨¦n en Amm¨¢n. En esta concentraci¨®n de l¨ªderes, la paz de Oriente Pr¨®ximo, por la que tanto luch¨® en los ¨²ltimos a?os el monarca fallecido, fue la otra gran protagonista. Estuvo en boca de casi todos y fue el epicentro de las reuniones.

"No podemos reemplazarle", asegur¨® el brit¨¢nico Tony Blair, "pero podemos construir sobre su legado". Desde Washington, la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, no se anduvo con excesivos rodeos al recordar que israel¨ªes y palestinos ten¨ªan obligaciones que cumplir firmadas en Wye Plantation: "Tenemos que estar seguros de que el proceso de paz contin¨²a (...) Sin ¨¦l s¨®lo cabe el caos".

El primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, inclin¨® la cabeza ante el f¨¦retro. El l¨ªder palestino Yasir Arafat salud¨® militarmente. Ambos pierden a un mediador en sus querellas. El contrapunto a la pol¨ªtica lo puso una mujer, Leah Rabin, viuda del ex primer ministro de Israel, asesinado por un extremista jud¨ªo. Ella no acudi¨® a las exequias f¨²nebres de un rey, fue tan s¨®lo a despedir a un amigo.