Los sue?os de Man Ray descubren la luz

Si la fotograf¨ªa es la b¨²squeda de una instant¨¢nea de la realidad, Man Ray (Filadelfia, 1890-Par¨ªs, 1976) se volc¨® en el empe?o contrario: que la fotograf¨ªa fuera un arma de b¨²squeda de lo irreal. "?l fue el primero que fotografi¨® los sue?os, el primero que utiliz¨® una t¨¦cnica banal como la fotograf¨ªa como instrumento art¨ªstico y el primero que jug¨® con la irrealidad de lo real", se?ala Alain Sayag, conservador jefe del Centro Georges Pompidou y comisario de la exposici¨®n que desde ayer re¨²ne en el Museo Nacional Reina Sof¨ªa 230 fotograf¨ªas que recorren veinte a?os de trabajo de este creador que quiso transmitir su experiencia del surrealismo y que una vez afirm¨®: "Somos v¨ªctimas de un vicio oculto: no podemos repetirnos".

Lo primero que sorprende de la exposici¨®n Man Ray al descubierto es el peque?o -a veces incluso m¨ªnimo- tama?o de las fotograf¨ªas. As¨ª, El viol¨ªn de Ingres o Nusch y Sonia, iconos culturales del siglo XX reproducidos en carteles gigantes por todo el mundo, adquieren un tono ¨ªntimo y familiar. "Todas las fotograf¨ªas de la exposici¨®n son copias de la ¨¦poca y tienen el tama?o del negativo", explica Alian Sayag, comisario, junto a Emmanuelle de l"Ecotais, de la muestra, que permanecer¨¢ en Madrid hasta el pr¨®ximo 26 de abril.Sayag se?ala, mientras recorre la muestra, c¨®mo nada en Man Ray era fruto de la casualidad o de la improvisaci¨®n. "Absolutamente todas sus fotograf¨ªas eran calculadas y premeditadas. No encontraba, buscaba". El propio Man Ray escribi¨®: "La fotograf¨ªa no es m¨¢s que una cuesti¨®n de c¨¢lculo, se trata de alcanzar un objetivo fijado de antemano".

De las 230 im¨¢genes expuestas en Madrid, el 80% pertenecen al Georges Pompidu; cuatro, al Reina Sof¨ªa (tres de Picasso con unos amigos y una del bailar¨ªn Vicente Escudero), y el resto, a colecciones privadas. En todas ellas est¨¢ la necesidad del fot¨®grafo (cuyo encuentro y amistad con Marcel Duchamp, el a?o en ¨¦ste deja de pintar, cambi¨® radicalmente su vida) de transmitir su experiencia del surrealismo: desde el famoso retrato movido de la marquesa Casati (que la revista Vanity Fair public¨® en su d¨ªa desmarc¨¢ndose del resto de las publicaciones de su ¨¦poca, que eran ajenas a las vanguardias art¨ªsticas) a los retratos de la fot¨®grafa Lee Miller, Nusch Eluard, Dora Maar o series como las de las l¨¢grimas, el blanco y negro o los desnudos de Kiki de Montparnasse.

Juego con Kiki

"El viol¨ªn de Ingres es un juego con Kiki", explica el comisario de la muestra. "Ingres sol¨ªa tocar el viol¨ªn para descansar entre cuadro y cuadro, el viol¨ªn era su afici¨®n, su juego favorito. Por eso Man Ray pinta sobre el cuerpo desnudo de Kiki un viol¨ªn, porque el cuerpo de ella es para ¨¦l su juego favorito". Man Ray (cuyo nombre real era Emmnanuel Radnitzky) naci¨® en Filadelfia (EE UU), pero pas¨® la mayor parte de su vida en Francia, donde muri¨®. Era un autodidacta, que emple¨® todas las t¨¦cnicas pl¨¢sticas y que en 1921 viaj¨® a Par¨ªs tras los pasos de Duchamp y de las vanguardias art¨ªsticas de los a?os veinte y treinta. A la famosa frase de Duchamp "No hay soluciones porque no hay problemas", Man Ray replicaba: "No tengo problemas, s¨®lo soluciones". Ambos compartieron el inter¨¦s por la experimentaci¨®n como un dogma no escrito para su forma de entender el arte.

Man Ray, sin dinero, empez¨® fotografiando los cuadros de sus amigos pintores. Recogi¨® con su c¨¢mara obras de Braque, De Chirico, Dal¨ª, Ernst y Picasso. Luego lleg¨® su trabajo para revistas de moda, los primeros retratos y reportajes y, finalmente, su experimentaci¨®n con las posibilidades pl¨¢sticas de la fotograf¨ªa, que le llevan a la superimpresi¨®n, al retoque, a la deformaci¨®n intencionada, a la ampliaci¨®n de un ¨¢ngulo y, por ¨²ltimo, a la invenci¨®n de la rayograf¨ªa (fotograf¨ªa sin c¨¢mara). Para ¨¦l, sin embargo, la t¨¦cnica era s¨®lo un medio para imponer una idea, pero nunca un fin en s¨ª mismo.

As¨ª, la exposici¨®n de Madrid divide su recorrido en siete zonas tem¨¢ticas: El oficio del fot¨®grafo, Moda y Publicidad, Reportaje, La Naturaleza, El Cuerpo, El Retrato, Composiciones, Rayograf¨ªas y La Fotograf¨ªa como reproducci¨®n del espacio no euclidiano. En todo este camino por la obra del fot¨®grafo, y seg¨²n explica el comisario de la muestra, Alain Sayag, es palpable el esfuerzo del artista por trascender m¨¢s all¨¢ de la imagen. Para Sayag, la obra de Man Ray adquiere mayores dimensiones hoy, "en la era digital", en la que la fotograf¨ªa ha perdido su veracidad como documento y no se sabe si "lo real es real".

Con el ¨¦xito, a Man Ray le lleg¨® una avalancha de trabajo que le provoc¨® un rechazo casi visceral por su oficio, todo el mundo quer¨ªa ser fotografiado por ¨¦l, y el artista entr¨® en una fase de cinismo que le empuj¨® a escribir en sus memorias: "Cuando abr¨ª un estudio en el que empezaba a practicar el discutible arte de fotografiar para sobrevivir -me dec¨ªa-, me vi invadido por toda clase de gente que iba a verme como si yo fuera m¨¦dico, con la esperanza de que, mediante el halago, los curara de sus complejos de inferioridad. Hab¨ªa incluso gente que ven¨ªa a verme porque necesitaba fotos, igual que iba a una panader¨ªa o a la carnicer¨ªa a comprar pan o carne".