Locura laboral en una ETT
En un caj¨®n de su casa, Cristina Colmena, de 27 a?os, guarda una monta?a de papeles. Son contratos laborales de tantas modalidades como uno pueda imaginar, pero todos tienen una caracter¨ªstica com¨²n: pertenecen a empresas de trabajo temporal (ETT). Cristina lleva dos a?os en el mundo de estas empresas. "En este tiempo nunca he tenido un contrato de m¨¢s de 10 d¨ªas", lamenta. Trabaja en el sector de la hosteler¨ªa y ha acudido a cuatro ETT diferentes. Posee un peculiar curr¨ªculo laboral. Desde un contrato de cuatro horas hasta 15 d¨ªas de trabajo sin una sola jornada de descanso. La actividad de Cristina ha sido tan fren¨¦tica que en una misma semana ha prestado sus servicios de camarera en siete hoteles diferentes de la capital catalana. "No tienes derecho a casi nada, y si protestas, te echan dici¨¦ndote que se te acaba el contrato", afirma. Jordi Garc¨ªa, de 30 a?os, trabaja en el sector de la construcci¨®n y el metal. Ha tenido varias experiencias laborales de la mano de dos ETT. "En la primera trabaj¨¦ d¨ªa y medio, luego tuve que volver a casa", recuerda. En su segundo intento logr¨® "aguantar" seis meses, el m¨¢ximo de un contrato temporal de este tipo. Los j¨®venes que trabajan mediante ETT, que suponen el 75% del total de los empleados temporales, seg¨²n datos del sindicato juvenil Avalot, se consideran discriminados. La menor cuant¨ªa econ¨®mica de sus salarios, la irregularidad en las cotizaciones a la Seguridad Social y la falta de d¨ªas festivos son algunos de los principales inconvenientes. Por ejemplo, Cristina cobraba 4.300 pesetas por d¨ªa trabajado y la empresa le cotizaba por 3.000. Jordi lamenta la mala relaci¨®n que se establece con los trabajadores fijos. "Te miran como a un intruso, no como a un compa?ero, porque no comprenden tu situaci¨®n". Y denuncia que las medidas de seguridad para los trabajadores temporales dejan mucho que desear. "Todas las tareas sucias y peligrosos las hacemos nosotros", afirma. El sindicato UGT asegura que el 90% de los contratos de ETT tienen una duraci¨®n de cinco d¨ªas. Se concatenan contratos de lunes a viernes y as¨ª se ahorra el pago del salario durante el fin de semana. "No tienes d¨ªas de fiesta, cuando descansas es porque estas en el paro", indica Cristina. Para el sindicato Comisiones Obreras, esto es un "claro fraude de ley". Los j¨®venes que trabajan en una ETT viven con la incertidumbre de no saber cu¨¢ndo los requerir¨¢n para realizar alguna tarea. "Nunca sabes cu¨¢ndo te llamar¨¢n, pero siempre debes estar disponible", se?ala Cristina. "Incluso me han llegado a decir una hora antes de empezar a trabajar que no hac¨ªa falta que fuera", dice Jordi. La beligerancia contra las ETT est¨¢ liderada en Catalu?a por las organizaciones pol¨ªticas juveniles, favorables al cierre de este tipo de empresas. Por ello, en el ¨²ltimo a?o han venido realizando acciones de protesta, como manifestaciones o acampadas ante el Palau de la Generalitat. Tan s¨®lo se distancia claramente de esta postura la organizaci¨®n Nuevas Generaciones, las juventudes del Partido Popular, que defiende las ETT como una "herramienta positiva" para el acceso de los j¨®venes al mercado laboral.
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