Especialista en conflictos
Jon Mikel Avellanal, transportista de Getxo, dej¨® hace once a?os el cami¨®n y la carretera para ocupar el cargo de secretario t¨¦cnico del sindicato Sintrabi, un trabajo al que se dedica en exclusiva. A esta central, con fama de radical, est¨¢n afiliados 2.000 transportistas vizca¨ªnos, que tienen una flota conjunta de 18.000 camiones. Vizcaya es la provincia donde mayor peso tiene esta actividad, que el propio Avellanal califica de "columna vertebral de la econom¨ªa". El secretario t¨¦cnico del sindicato es un experto en problemas laborales. Sintrabi, que lider¨® hace dos a?os la controvertida huelga del transporte que paraliz¨® el Pa¨ªs Vasco durante quince d¨ªas y afect¨® gravemente al resto de Espa?a, interviene cada a?o en m¨¢s de 20 conflictos de afiliados al sindicato con las empresas para las que trabajan. S¨®lo en los ¨²ltimos meses asegura haber llevado 20 conflictos de afiliados al sindicato. "Al transporte le mete palo todo el mundo, porque el empresario siempre lo ve como un gasto a recortar", critica Avellanal. Los ¨²ltimos laudos arbitrales en los que ha participado Sintrabi han sido con Iparlat y el Corte Ingl¨¦s, empresas que fueron condenadas por las Juntas de arbitraje de Transporte a pagar indemnizaciones de 6 y 5 millones de pesetas, respectivamente, a sendos transportistas aut¨®nomos. "Es un sector que est¨¢ en manos de aut¨®nomos, que son ch¨®feres mal pagados que tienen que asumir todos los gastos", critica Avellanal. "Dicen que con Europa esto va a cambiar, pero no. Ser¨¢n los pa¨ªses europeos los que copien este sistema, porque para el empresario es un chollo", sentencia.El conflicto por las tarifas de transporte de butano ha demostrado una vez m¨¢s la fuerza de los que se dedican al tr¨¢fico de mercanc¨ªas por carretera. El paro que mantienen desde hace diecisiete d¨ªas los doce transportistas que se dedican a distribuir bombonas de butano y propano desde la planta de envasado de Repsol en Santurtzi (Vizcaya) hasta los 23 centros distribuidores del Pa¨ªs Vasco ha movilizado a los departamentos de Industria, Comercio y Consumo, de Interior y de Transportes, a la Asociaci¨®n de municipios Vascos-Eudel para garantizar el suministro de butano a los consumidores, y a la C¨¢mara de Comercio de Bilbao, encargada de mediar en el conflicto. La Ertzaintza escolta a los transportistas que no secundan la protesta e Industria ha habilitado un tel¨¦fono gratuito para atender las demandas de los usuarios y evitar el desabastecimiento que han sufrido, entre otros, los vecinos de Vitoria, San Sebasti¨¢n y Llodio. Por su parte, Eudel coordina una acci¨®n de los ayuntamientos para atender los pedidos urgentes de butano y propano. La acci¨®n institucional, que ha propiciado im¨¢genes como las de polic¨ªas municipales de algunos pueblos trasladando bombonas de butano a los vecinos incapaces de cargar con ellas, no ha podido incidir en la ra¨ªz del problema. Las divergencias entre los transportistas en paro y la empresa guipuzcoana Elkartrans, que se ha hecho por seis a?os con el contrato de distribuci¨®n de Repsol Butano en la zona norte, son muchas y muy variadas. A mediados de noviembre comenzaron a negociar los 25 transportistas aut¨®nomos y Elkartrans las nuevas tarifas. Este es uno de los escasos puntos en los que las dos partes est¨¢n de acuerdo, porque no coinciden ni siquiera en el n¨²mero de trabajadores que mantienen el paro. Los aut¨®nomos aseguran que el a?o pasado, cuando el suministro de butano lo ten¨ªan adjudicado diferentes agencias de transporte, cobraban el kil¨®metro a 137 pesetas y que el primer precio que les ofreci¨® Elkartrans, tras hacerse con el servicio de Repsol SA en enero, fueron 103 pesetas por kil¨®metro, un precio que luego ampli¨® hasta las 109 pesetas. "Pretenden trabajar por debajo de las condiciones del mercado", asegura Jon Mikel Avellanal, secretario t¨¦cnico del sindicato de transportistas aut¨®nomos (Sintrabi), al que pertenecen los aut¨®nomos que secundan el paro. Para demostrarlo, los huelguistas aportan los estudios de la Asociaci¨®n de Empresas Usuarias del Transporte de Mercanc¨ªas (Aeutrasmer), a la que pertenece Repsol, y de la Federaci¨®n Espa?ola del transporte de Mercanc¨ªas, que cifran el coste de mantenimiento de un trailer como los que transportan el butano en 140 pesetas y en 160 pesetas, respectivamente, por kil¨®metro. "Pedimos cosas evidentes como que nos paguen las 25 pesetas de m¨¢s que est¨¢n estipuladas para el transporte de mercanc¨ªas peligrosas y que cobran el resto de los transportistas", se?ala Rogelio P¨¦rez, portavoz de los aut¨®nomos en paro. La visi¨®n de la empresa Elkartrans es completamente diferente. "Nosotros seguimos el ejemplo de hombres preclaros como L¨®pez de Arriortua y dijimos a nuestros proveedores el precio m¨¢ximo que pod¨ªamos pagar", se?ala Vicente Fern¨¢ndez de Muniain, secretario del consejo de administraci¨®n de Elkartrans. Dos meses despu¨¦s de esta primera propuesta, las partes siguen discutiendo sobre los precios. La ¨²ltima oferta, seg¨²n Elkartrans, reportar¨ªa a los aut¨®nomos un sueldo de 3,5 millones de pesetas y unos beneficios adicionales de entre 2 y 3 millones de pesetas si realizan 110.000 kil¨®metros al a?o. La empresa ha ofrecido contratar indefinidamente a los transportistas y comprar su flota de camiones. Pero esto no convence a los aut¨®nomos, que denuncian que Elkartrans "trampea la realidad" y "pretende hacer dumping ", y le acusan, entre otras cosas, de actuar en Vizcaya sin tener la autorizaci¨®n del transporte necesaria. El n¨²mero de transportistas que secundan el paro es otra cuesti¨®n disputada. Elkartrans asegura que son s¨®lo s¨®lo siete aut¨®nomos; los huelguistas aseguran que son los doce. Sea como sea, el reparto se ve seriamente afectado. Los transportistas conducen camiones de 25 toneladas de carga y s¨®lo el portavoz de los trabajadores transporta diariamente con su flota de camiones 3.000 bombonas de butano a lugares tan diversos como Renter¨ªa, Tolosa, Pamplona, Balmaseda, Markina y Castro Urdiales. A escasos metros de la planta de envasado de Repsol Butano en Santurtzi (Vizcaya), desde donde se distribuye propano y butano al Pa¨ªs Vasco y parte de Navarra, La Rioja y Cantabria, los huelguistas han montado su puesto de guardia. Los transportistas cuentan con una caravana y han improvisado una estufa con un viejo bid¨®n donde queman pal¨¦s de madera para combatir el fr¨ªo. El lugar es un observatorio perfecto para las idas y venidas de los camiones que siguen haciendo el reparto de butano. "Son ch¨®feres de las distribuidoras de butano. Muchos nos apoyan pero no tienen m¨¢s remedio que trabajar", comenta P¨¦rez. A unos diez metros, una furgoneta de la Ertzaintza vigila sus movimientos y el silencio se rompe s¨®lo cuando uno de los trabajadores avista unos camiones que se dirigen a la planta de Santurtzi a cargar bombonas de butano y propano, escoltados por coches de la polic¨ªa aut¨®noma. Entonces, coge el meg¨¢fono y comienza a gritar: "?Parar, sinverg¨¹enzas, esquiroles!" Las divergencias entre ambas partes las conoce bien el abogado Mitxel Unzueta, presidente del Tribunal Arbitral de Comercio de la C¨¢mara de Comercio de Bilbao y mediador en el conflicto. "Mis compa?eros de profesi¨®n me conocen como un mediador nato, pero ¨¦ste es conflicto m¨¢s complicado de los que se ha enfrentado", asegura Unzueta. Durante este fin de semana se ha reunido el consejo de Elkartrans para estudiar otra nueva oferta. Los aut¨®nomos, sin embargo, mantienen que Repsol debe intervenir en el conflicto. "Mientras no lo haga, esto no se puede desbloquear". El tiempo lo dir¨¢.
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