Seguros de raza
En Espa?a los perros generan una actividad econ¨®mica que ronda los 150.000 millones de pesetas anuales.
El mejor amigo del hombre suscita pasiones y tambi¨¦n econom¨ªa. Incluso la obligatoriedad de que determinadas razas de perros, en algunas comunidades aut¨®nomas, cuenten con un seguro de responsabilidad civil frente a terceros ha avivado una pol¨¦mica que viene de lejos y que los acontecimientos ocurridos en las ¨²ltimas semanas ha puesto en bandeja. Como trasfondo constan los miles de casos relacionados con toda clase de razas de perros que cada a?o pasan por los juzgados. Nadie sabe con exactitud el n¨²mero de canes que hay en Espa?a. Las estimaciones de la Real Sociedad Canina de Espa?a (RSCE) sit¨²a el n¨²mero de ejemplares entre los tres millones y los cuatro millones. S¨ª se sabe que unos 600.000 son de pura raza y corresponden al segmento que genera mayores servicios y actividad econ¨®mica.
Un entramado de empresas centradas en estos animales, que empieza por los criadores y pasa por las cl¨ªnicas veterinarias, las residencias, los fabricantes de alimentos, medicinas y objetos de higiene, las peluquer¨ªas, los cementerios, los regalos y admin¨ªculos, las prendas, los seguros, etc¨¦tera, promueve en nuestro pa¨ªs una actividad econ¨®mica que ronda los 150.000 millones de pesetas. Casi un tercio de esta cifra corresponde al cap¨ªtulo de alimentos especializados, seg¨²n datos de la Asociaci¨®n Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compa?¨ªa. "Junto a esta industria, los perros son los principales clientes de las m¨¢s de 2.000 cl¨ªnicas veterinarias espa?olas, hoteles y residencias, y de los todav¨ªa escasos hospitales caninos, algunos con hasta 20 empleados", dice el veterinario Manuel Gardoqui.
Actualmente, la responsabilidad civil en que pueden incurrir los perros y sus due?os se ampara bajo distintas f¨®rmulas aseguradoras, si es que los propietarios se han preocupado de su cobertura. Las actuaciones de estos animales de compa?¨ªa se encuentran amparados dentro de las p¨®lizas del hogar. Por ejemplo, Mapfre Seguros Generales, entidad que cuenta con 900.000 hogares asegurados en Espa?a, dice textualmente que "se cubre la posesi¨®n de animales dom¨¦sticos, considerando como tales exclusivamente a perros, gatos, aves y roedores enjaulados, peces, tortugas, y excluyendo cualquier otro tipo de animal". El problema surge cuando el seguro, para determinadas razas, se convierta en obligatorio, como ocurrir¨¢ en Catalu?a y Madrid en los pr¨®ximos meses. Ra¨²l Morato, director t¨¦cnico de Mapfre, advierte que, en ese caso, "habr¨¢ que emitir p¨®lizas espec¨ªficas, y, probablemente, m¨¢s caras, porque asegurar altos capitales con menos masa de asegurados, m¨¢s los gastos de administraci¨®n que genera, complica la gesti¨®n". Las p¨®lizas de hogar de Mapfre excluye expresamente "las responsabilidades que deban ser objeto de cobertura por un seguro obligatorio".
La cuesti¨®n del seguro obligatorio de determinadas razas, con lo que supone de se?alamiento expreso de peligrosidad, ha suscitado una viva pol¨¦mica entre los sectores implicados, comenzando por los criadores, que ven en peligro su negocio. Este hecho se ha materializado en un decreto recientemente aprobado por la Comunidad de Madrid que se?ala 14 razas. Seg¨²n comenta su director de Agricultura y Alimentaci¨®n, Adolfo Cazorla, "ahora estamos trabajando en la preparaci¨®n de una orden con el Colegio de Veterinarios para la puesta en pr¨¢ctica del decreto, que pretende proteger a las personas. A partir de su publicaci¨®n se dar¨¢n tres meses para que se produzca el seguro obligatorio". Catalu?a viene promoviendo su propia legislaci¨®n, que va en el mismo sentido.
Para el abogado Ignacio Hebrero, especialista en responsabilidad civil y seguro, no hay que confundir seguro obligatorio con la obligatoriedad de asegurarse: "Un seguro obligatorio conlleva la necesidad de que exista un fondo de garant¨ªa (en un caso como ¨¦ste ser¨ªa el Consorcio de Compensaci¨®n de Seguros), mientras que la obligatoriedad de asegurarse en determinada comunidad aut¨®noma da juego a posibilidades aleatorias, por ejemplo: ?qu¨¦ ocurre con los perros que pueden encontrarse de paso o los que est¨¢n en segundas residencias fuera de la comunidad aut¨®noma?". Desde diversas perspectivas, son los profesionales que viven del perro los primeros en exigir que el seguro sea obligatorio para todos los canes. As¨ª se pronunciaba en una nota el Consejo General de Colegios de Veterinarios de Espa?a, y lo confirma Leocadio Le¨®n, presidente del Colegio de Veterinarios de Madrid. "Un animal peque?o tambi¨¦n puede provocar un gran suceso", comenta. Efectivamente, un susto o un tropiezo puede terminar en resultado de muerte o lesiones para una persona. Las disposiciones sobre determinadas razas lo ¨²nico que vendr¨ªan a recalcar es su capacidad de ataque y defensa, pero, como se?ala Adolfo Cazorla, tambi¨¦n la capacidad de intimidar a las personas. Estas tesis tambi¨¦n son defendidas por los aseguradores especializados, que cuentan con sus propias listas de razas con mayor riesgo de incurrir en siniestros de da?os a las personas. Apenas se trata de un pu?ado de entidades: Ocaso, Catalana Occidente, Vitalicio, Mapfre Agropecuaria y la corredur¨ªa Kalibo.
Seg¨²n datos de las aseguradoras con contratos multirriesgos para perros, el 50% de los siniestros se produce por problemas de responsabilidad civil. Para la veterinaria Elena Platas, responsable de siniestros de Mapfre Agropecuaria, "aunque se han se?alado una serie de razas para su aseguramiento obligatorio, la experiencia nos demuestra que cualquier perro puede causar un accidente. Una raza que no est¨¢ incluida en la lista de Madrid es el pastor alem¨¢n, implicado en un gran n¨²mero de sucesos".
Todos los profesionales consultados opinan que la implantaci¨®n de un seguro obligatorio para todo tipo de perros ayudar¨ªa a sus due?os a concienciarse de la responsabilidad que tienen frente a sus vecinos. Estos seguros en ning¨²n caso cubrir¨ªan las multas y sanciones penales que recibieran los due?os por observar conductas negligentes. La formaci¨®n de los due?os de perros y su paseo con correa en los n¨²cleos urbanos, como, por ejemplo, se exige en Madrid, evitar¨ªa muchos sucesos que hoy por hoy terminan en los juzgados.
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