Una estructura innovadora

En las oficinas de Arrakis trabajan 108 personas. Para la mayor¨ªa de ellos (el 78%), ¨¦ste ha sido su primer empleo, y la media de edad es acorde con un negocio tan novedoso: 27 a?os. El ala de programadores es eminentemente masculina, fundamentalmente universitarios que compatibilizan los ¨²ltimos cursos de inform¨¢tica con jornadas laborales.

"El 98% de nuestros clientes son hombres", explica Germ¨¢n Torrado, coordinador de ventas, ante la evidencia: en las ¨¢reas de secretar¨ªa, administraci¨®n y teleoperadoras, la presencia femenina es apabullante. "Ellas tienen m¨¢s capacidad de comunicaci¨®n y de comprensi¨®n ante las quejas de los clientes", justifica Luis.

La organizaci¨®n del trabajo ha sido otra de las peculiaridades de la cultura Arrakis. Aqu¨ª, la labor de su hermana Cristina (psic¨®loga, de 28 a?os) ha sido "fundamental". "Nuestro problema era que no ten¨ªamos dinero para pagar curr¨ªculos brillantes", dice la directora de recuros humanos. Entonces decidieron seleccionar "personalidades". "Tiene que ser gente con un perfil autodidacta, con capacidad para ilusionarse y un alto grado de especializaci¨®n, pero pueden tener una formaci¨®n muy informal".