Las siete grandes ciudades espa?olas han aumentado sus basuras un 60% en 15 a?os

La generaci¨®n de basuras dom¨¦sticas en Espa?a no hace m¨¢s que crecer, mientras en los pa¨ªses adelantados tienden a disminuirlas. Durante los ¨²ltimos 15 a?os, los residuos urbanos de las siete ciudades espa?olas m¨¢s importantes, Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Zaragoza, Sevilla y M¨¢laga, han crecido un 60%, seg¨²n el Club Espa?ol de Residuos. Una directiva sobre vertederos aprobada por el Parlamento Europeo el pasado d¨ªa 9 cargar¨¢ sobre los usuarios el coste de su mantenimiento y pretende eliminar cualquier vertido org¨¢nico y de residuos reciclables.

Al ritmo en que los espa?oles aumentan la producci¨®n de basuras dom¨¦sticas no habr¨¢ espacio para depositarlas, seg¨²n Carlos Mart¨ªnez Ordago, director del Club Espa?ol de Residuos, entidad que agrupa a las consultoras y empresas del sector. Las grandes ciudades son las que disponen de mejores dotaciones para el tratamiento de residuos, pero apenas adoptan medidas para que los vecinos reduzcan la producci¨®n de basuras.Incrementos del 60% como el registrado en las siete ciudades m¨¢s importantes de Espa?a en 15 a?os no revelan ning¨²n signo de progreso, sino todo lo contrario. La tendencia mundial se encamina a la disminuci¨®n en origen de los desperdicios. Viena, seg¨²n destaca Mart¨ªnez Ordago, ha reducido a cero el crecimiento de basuras en el mismo periodo de tiempo.

Con todo, son las capitales de provincia y los municipios de cierta entidad los que est¨¢n implantando sistemas de recogida de residuos controlados y en algunos casos, como Barcelona, Valencia o Sevilla, no todas las basuras urbanas van a vertederos incontrolados, como ocurre con el 20% de los m¨¢s de 15 millones de toneladas de basuras urbanas que se generan al a?o en Espa?a.

Valencia y Sevilla reciclan un 27% y 11%, respectivamente, y Madrid y Barcelona incineran el 18,2% y 22,6%, aunque en esta ¨²ltima ciudad se quema la basura sin ninguna recuperaci¨®n energ¨¦tica, seg¨²n un estudio del Club de residuos.

Mart¨ªnez Ordago asegura que la pr¨¢ctica habitual en las peque?as poblaciones es arrojar las basuras al r¨ªo, depositarlas junto a la carretera o en una era y quemarlas cuando se presenta una oportunidad.

La ¨²ltima memoria de medio ambiente en Espa?a, correspondiente a 1997 y elaborada por el ministerio, ratifica esa pr¨¢ctica. De los 8.000 municipios con que cuenta Espa?a, s¨®lo 4.294 disponen de vertederos controlados donde se guardan 13 millones de toneladas de basuras. Pero esa circunstancia no revela que el control sea id¨®neo.

La mayor¨ªa no est¨¢n impermeabilizados, de modo que los lixiviados (compuestos producidos por la basura fermentada en contacto con el agua) contaminan las aguas subterr¨¢neas y superficiales, y el suelo. Emiten gas metano, que favorece el efecto invernadero, y los incendios sin control generan a la atm¨®sfera gases t¨®xicos.

En la Uni¨®n Europea se trabaja desde hace a?os en la redacci¨®n de una directiva para regular los vertederos y evitar sus graves efectos contaminantes en el medio ambiente. El pasado d¨ªa 9, el Parlamento Europeo ratific¨® el texto definitivo con algunas enmiendas. Entre otras cosas, se ha suprimido la prohibici¨®n de ubicarlos a menos de dos kil¨®metros de las zonas urbanas. Ahora le corresponde a la Comisi¨®n su aprobaci¨®n definitiva.

Residuos org¨¢nicos

Seg¨²n Mart¨ªnez Ordago, la directiva puede ser aprobada en mayo. Fuentes del Ministerio de Medio Ambiente advierten de que Alemania no lo ha incluido en su agenda de temas prioritarios mientras dure su mandato al frente de la Comisi¨®n, aunque no descarta la posibilidad de un cambio de intenciones.

La directiva delega en las autoridades nacionales el control de estas instalaciones, pero marca pautas muy precisas sobre d¨®nde deben emplazarse, los requisitos t¨¦cnicos para control de lixiviados, gases emanados, suelos, aguas, mantenimiento y sellado. Aunque re¨²nan las condiciones id¨®neas, la directiva plantea que el vertedero no es el lugar id¨®neo para arrojar los residuos org¨¢nicos, que deben reciclarse en plantas de compostaje. Se da un plazo de diez a?os para reducir al 25% la presencia de estas basuras en los vertederos con relaci¨®n a lo que se arrojaban en 1995.

Tampoco podr¨¢n depositarse l¨ªquidos, productos corrosivos, residuos hospitalarios ni neum¨¢ticos, salvo los de bicicletas. Por supuesto, no podr¨¢ depositarse en ellos ning¨²n residuo que no haya sido previamente tratado.

La directiva es ambiciosa y se ocupa de los vertederos m¨¢s all¨¢ de su vida operativa. Regula el sellado definitivo y alarga la responsabilidad de sus gestores hasta pasados 30 a?os de su cierre o el plazo que determine la autoridad en funci¨®n de los riesgos contaminantes del vertedero. La norma deber¨¢ transponerse a la legislaci¨®n espa?ola en dos a?os.

Antes, el Ministerio de Medio Ambiente ya deber¨¢ haber cumplimentado una de las imposiciones de la directiva: elaborar un Plan Nacional de Residuos. Fuentes del ministerio aseguran que ya est¨¢ acordado con las comunidades -responsables de velar por el cumplimiento de la directiva- ese plan basado en los principios que inspiran la norma europea: reducir la producci¨®n de residuos, reciclar al m¨¢ximo y sacarles provecho.

Todos los vertederos en activo tendr¨¢n un a?o de plazo para acondicionarse a las nuevas reglas de juego que marca la directiva.