El Brujo interpreta en "El contrabajo" un mon¨®logo sobre la soledad y la rutina
El actor Rafael ?lvarez, El Brujo, est¨¢ c¨®modo en las obras de un solo personaje. Fue el protagonista de los mon¨®logos El lazarillo de Tormes y La sombra del Tenorio y ahora vuelve al mismo terreno -"mi especialidad, mi querencia", dice- con El contrabajo, de Patrick S¨¹skind. "Es una obra sobre un hombre que vive en soledad", explica. "Es una met¨¢fora de la incapacidad de relacionarse y vivir de forma m¨¢s fresca". La obra se presenta hoy en Barakaldo.
El Brujo conoci¨® al escritor Patrick S¨¹skind a trav¨¦s de su exitosa novela El perfume. Lleg¨® a trabajar en el proyecto de una versi¨®n teatral del relato, pero las dificultades dramat¨²rgicas le obligaron a abandonarlo. Poco despu¨¦s lleg¨® a sus manos El contrabajo e inmediatamente decidi¨® llevarlo a escena, en un montaje de su propia productora teatral, codirigido por el actor y Jos¨¦ Pascual. "He esperado este texto durante diez a?os", asegura. "El mon¨®logo es un g¨¦nero especial dentro del teatro; requiere, como el contrabajo, una obsesiva y persistente preparaci¨®n". Para alcanzarla estuvo en contacto con los maestros de orquestas importantes y recibi¨® lecciones para saber manejar el instrumento y poder tocar unas pocas notas sobre el escenario. "Es un instrumento absurdo, enorme, para jugadores de baloncesto. Es monstruoso y traumatiza a los int¨¦rpretes, torturados por maestros que, a su vez, fueron torturados por otros para aprender", asegura. El p¨²blico asiste en cada representaci¨®n de El contrabajo a las miserias de un hombre que vive en la soledad absoluta, aferrado a su trabajo de m¨²sico, apegado a la rutina. "El contrabajo sustituye a la compa?¨ªa femenina: es su amante y su esposa", dice. "Es una met¨¢fora de la incapacidad de relacionarse y vivir la vida de forma m¨¢s fresca. Es la disecci¨®n", a?ade El Brujo, "del comportamiento de un ser enfermo". M¨²sica sinf¨®nica El asunto abordado en la obra sirve a El Brujo para criticar directamente el papel de la m¨²sica sinf¨®nica en el panorama cultural. "Me gusta la m¨²sica como oyente", advierte. "La m¨²sica diviniza al hombre". Pero tras estas afirmaciones el actor se lanza contra la "mentira y el papanatismo" que rodea a las grandes orquestas. "El director de orquesta es el monarca, que hace monadas en el aire, como dice el personaje. No se sabe por qu¨¦ la m¨²sica sinf¨®nica es intocable; es el s¨ªmbolo del poder y tiene el apoyo de los reyes y las reinas", asegura en un tono que se va calentando poco a poco. "Es el mundo que denuncia El contrabajo a trav¨¦s de un currante de la m¨²sica sinf¨®nica". En los ¨²ltimos a?os, el trabajo teatral de ?lvarez ha estado directamente vinculado a los personajes del teatro cl¨¢sico, desde el Lazarillo, al Tenorio o el avaro de Moli¨¨re. Con El contrabajo sale de ese mundo para encarnar a un contempor¨¢neo. El salto desde las coordenadas del cl¨¢sico a su nuevos personaje le ha resultado trabajoso. En las obras cl¨¢sicas encontr¨® "el equilibrio y la comodidad" que le permit¨ªan "gozar viendo gozar al p¨²blico" en una relaci¨®n que, dice el actor, "no es ajena a la tradici¨®n popular del teatro". En El contrabajo ha realizado peque?os cambios para adaptar al personaje y convertirlo en un m¨²sico que podr¨ªa formar parte de una de las grandes orquestas de Espa?a. "Es un mon¨®logo muy diferente a sus trabajos anteriores, de un autor extranjero, lejano a la mentalidad mediterr¨¢nea, con un sentido del humor, expresionista y duro, diferente al latino". El actor encuentra en su personaje los "problemas de los centroeuropeos", y lamenta que cada d¨ªa Europa entera sea "m¨¢s centroeuropea y menos mediterr¨¢nea". El contrabajo estar¨¢ en el escenario del Teatro Barakaldo desde hoy hasta el pr¨®ximo domingo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.