Bloqueado

DE PASADAAyer se cumpli¨® el plazo. A las diez de la ma?ana, 100 mineros de la cuenca del Alto Guadiato salieron de Pe?arroya camino de Madrid. La marcha negra ha comenzado. Cuando el pasado martes se reunieron los representantes sindicales de Encasur con el presidente de la empresa, Fernando Pastor, nadie apostaba un duro por un posible acuerdo. El encuentro hab¨ªa sido propiciado por el subdelegado del Gobierno, Jos¨¦ Antonio Linares, pero las posturas estaban claras despu¨¦s de m¨¢s de un a?o de conversaciones y todo el mes de febrero lleno de protestas. A buen seguro, no aguantar¨ªan en la misma mesa m¨¢s de cinco minutos. Los pron¨®sticos acertaron en cuanto a los frutos de la reuni¨®n, pero desde luego que no, en lo respectivo a la duraci¨®n de la misma. Mas de tres horas y media estuvieron conversando sindicalistas y empresarios. Fuera, en las puertas de la subdelegaci¨®n del Gobierno, la protesta de los mineros no cesaba. "No somos terroristas, somos mineros", "la cuenca minera no la dejes morir" o "la pr¨®xima visita ser¨¢ con dinamita" eran las consignas m¨¢s coreadas por los 500 manifestantes que esperaban el desenlace a ritmo de petardos. Cada cierto tiempo, el asesor de Linares, Rafael Misas, acud¨ªa a los medios para decir que la firma era inminente. Al parecer, contra toda probabilidad, las posturas se estaban acercando. La espera continuaba. Nuevo aviso. M¨¢s de lo mismo: "pronto firman..." Finalmente, el arbitro de la contienda, Jos¨¦ Antonio Linares, abandona la reuni¨®n con un mensaje, su labor estaba hecha, el conflicto, "desbloqueado", en unos minutos los firmantes saldr¨ªan. Los medios no daban cr¨¦dito: "?C¨®mo ha sido el acuerdo? ?Se suspenden las movilizaciones?". El desbloqeador Linares explica que no, que la protesta continuaba y la marcha a Madrid segu¨ªa tal y como estaba prevista. Entonces, ?qu¨¦ acuerdo? Quince minutos m¨¢s tarde, los representantes sindicales dejan el despacho. Sus caras lo dicen todo. El presidente del comit¨¦ de empresa, Nicasio Molina, confirma la sospecha, "el conflicto sigue bloqueado". En fin, m¨¢s de lo mismo. Cosas de pol¨ªticos. Todos, no s¨®lo Linares, han visitado a los mineros. Invariablemente, al terminar los encuentros, se repiten: los unos, echan la culpa a los otros, los otros, a los unos. Y los mineros, caminito de Madrid. ANTONIO FERN?NDEZ