La mediaci¨®n del Vaticano en favor de Pinochet se gest¨® en la sede del Opus Dei en Roma

La sede generalicia de la prelatura del Opus Dei en Roma est¨¢ situada en Via Bruno Buozzi n¨²mero 73. En Villa Tevere, como suelen referirse a ella los miembros de la prelatura, tuvieron lugar al menos dos reuniones, antes de las pasadas navidades, para definir el papel del Vaticano en la campa?a que los asesores del general Augusto Pinochet lanzar¨ªan en relaci¨®n con la repetici¨®n del juicio sobre la inmunidad del ex dictador en la C¨¢mara de los Lores. Uno de sus participante fue el m¨¢ximo responsable del Opus Dei, el obispo madrile?o Javier Echevarr¨ªa.

Tambi¨¦n es miembro del Opus Dei Fernando Barros, creador del Movimiento chileno por la Reconciliaci¨®n, que coordina las acciones en favor del ex dictador. Fue uno de los organizadores de la campa?a en el Vaticano quien, de visita en Santiago de Chile, destap¨® de buena fe lo que se cocinaba en la Santa Sede. Se trata del cardenal Jorge Medina Est¨¦vez, quien de ser obispo en Valpara¨ªso pas¨® en 1996 al Vaticano en calidad de prefecto de la Congregaci¨®n para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Medina, en una entrevista con el peri¨®dico chileno La Cuarta, declar¨®, el 29 de diciembre de 1998: "Lo que ha estado en nuestra mano hacer lo hemos hecho, con discreci¨®n, porque en este tipo de cosas hablar demasiado es muy da?ino".Medina a?adi¨®: "El senador Pinochet sufre, y en esta situaci¨®n muy particular lejos de su patria, y ya con signos manifiestos del peso de los a?os. Bueno, esperemos en Dios que las cosas se resuelvan bien. Yo he rezado y rezo por el senador, porque es una persona que est¨¢ sufriendo". Y agreg¨® que esperaban, en el Vaticano, "confiados, que nuestras gestiones discretas tengan buen resultado".

La figura clave en la intervenci¨®n de la Santa Sede, seg¨²n fuentes consultadas en Chile y en Roma, es el secretario de Estado del Vaticano, Angelo Sodano, quien fuera nuncio apost¨®lico en Santiago de Chile entre los a?os 1978 y 1988. Tanto Medina como Sodano participaron activamente en el viaje del Papa Juan Pablo II a Chile en octubre de 1988. El Papa dio la comuni¨®n al entonces presidente y comandante en jefe del Ej¨¦rcito, Augusto Pinochet, y, aunque no estaba previsto en el protocolo, visit¨® al jefe supremo en su despacho del Palacio de la Moneda.

Pinochet y el Papa salieron a los balcones, con la jerarqu¨ªa cat¨®lica chilena a sus espaldas. En las fotograf¨ªas del acontecimiento, que ten¨ªa lugar quince a?os despu¨¦s de que el dictador ordenara el bombardeo de la Moneda y diera instrucciones para acabar con el presidente Salvador Allende, si sal¨ªa con vida , se advierte, bastante detr¨¢s del general y el Papa, a una figura esbelta, muy alta, con gafas y magn¨ªfico estado f¨ªsico. ?se es Angelo Sodano.

Felicitacion papal

A este viaje hac¨ªa referencia Sodano en la entusiasta y entregada carta personal con que acompa?¨® el telegrama de felicitaci¨®n del Papa a Pinochet el 18 de febrero de 1993, con motivo de las bodas de oro matrimoniales del dictador. Tras asegurar que ten¨ªa "la tarea de hacer llegar a Su Excelencia y a su distinguida esposa el aut¨®grafo pontificio adjunto, como expresi¨®n de particular benevolencia", el secretario de Estado segu¨ªa: "Su Santidad conserva el conmovido recuerdo de su encuentro con los miembros de su familia con ocasi¨®n de su extraordinaria visita pastoral a Chile", y terminaba reafirmando, "se?or General, la expresi¨®n de mi m¨¢s alta y distinguida consideraci¨®n". No menos participativo, el Papa escrib¨ªa: "(...)como prenda de abundantes gracias divinas, con gran placer imparto, as¨ª como a sus hijos y nietos, una bendici¨®n apost¨®lica especial".

Fue Sodano, precisamente, quien recibi¨® en noviembre pasado a Mariano Fern¨¢ndez, subsecretario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, para analizar la situaci¨®n de Pinochet. Pero el resultado, el 25 de noviembre, fue adverso al dictador. La oportunidad de una repetici¨®n del juicio en la C¨¢mara de los Lores -tras la anulaci¨®n del fallo contrario por la relaci¨®n de uno de los jueces, lord Hoffmann, con Amnist¨ªa Internacional, personada en la causa- ha llevado a los simpatizantes de Pinochet en el Vaticano a hacer algunas cosas que no hicieron con ocasi¨®n del primer juicio. Se han movilizado.

El producto de esta actividad ha sido una carta con argumentos a favor de Pinochet, enviada por conducto diplom¨¢tico a Robin Cook, secretario del Foreign Office (ministro de Asuntos Exteriores), a primeros del pasado mes de enero. Fuentes jur¨ªdicas consultadas en Londres estiman que la manera en que ha irrumpido la noticia sobre esa carta indica un deseo de influir sobre el fallo de los siete jueces lores, que est¨¢n estudiando sobre la inmunidad desde que finaliz¨® el juicio, el pasado 4 de febrero. Aunque no hay fecha se?alada para el anuncio de la resoluci¨®n, se cree que puede ser anunciada a mediados de esta semana o en los primeros d¨ªas de marzo.

Pregunta al Gobierno

Quien destap¨® el asunto fue un hombre que act¨²a activamente en la causa a favor de Pinochet, el ex ministro conservador lord Norman Lamont. Pocos d¨ªas despu¨¦s de terminada la vista de los jueces lores, Lamont pregunt¨® por escrito al Gobierno, en la C¨¢mara de los Lores, si hab¨ªan recibido "alg¨²n tipo de petici¨®n del Vaticano en relaci¨®n con el arresto del senador Pinochet". La respuesta toc¨® el jueves: "S¨ª".

Al d¨ªa siguiente, como un mecanismo de relojer¨ªa, el portavoz vaticano, Joaqu¨ªn Navarro Valls, confirm¨® la mediaci¨®n, si bien no desvel¨® el contenido de la carta enviada a la capital brit¨¢nica.Fuentes jur¨ªdicas en Londres se?alan que la misiva recoge todas las argumentaciones del Gobierno de Chile presentadas ante el Foreign Office antes del pasado 9 de diciembre de 1998, y que el ministro de Interior, Jack Straw, rechaz¨® expresamente al dar luz verde a la extradici¨®n de Pinochet.

La Santa Sede, no el Papa personalmente, habla de razones humanitarias, argumento que Chile ya plante¨®; jur¨ªdicas, como la soberan¨ªa de Chile sobre su jurisdicci¨®n, y pol¨ªticas, como la transici¨®n y reconciliaci¨®n de los chilenos tras la dictadura de Pinochet.

La carta, objetivamente, va dirigida a que el ministro del Interior, que deber¨¢ decidir al final del largo procedimiento si se extradita a Pinochet a Espa?a, tenga en cuenta los argumentos, ya que posee discrecionalidad total para resolver en un sentido u otro. Pero, al aflorar ahora, en la recta final de la decisi¨®n de los jueces lores, intenta influir, de hecho, en el contenido de la misma.