IU decide permanecer en Lizarra aunque reconoce que divide a los dirigentes de la coalici¨®n

En caso de duda, quedarse como uno est¨¢. El pueblo es sabio hasta en los chistes y la direcci¨®n de Izquierda Unida (IU) se acogi¨® ayer a la sabidur¨ªa popular y a las m¨¢ximas de San Ignacio: "En tiempos de tribulaci¨®n, no hacer mudanza". Ambos consejos son los mismos y ambos los sigui¨® ayer al pie de la letra la Presidencia Federal de IU. Ni siquiera lleg¨® a someterse a votaci¨®n la salida del Pacto de Lizarra, por m¨¢s que varios dirigentes se mostraran predispuestos a romper con los nacionalistas.No es que no se votara. Julio Anguita present¨® un informe en el que en exactamente 12 l¨ªneas se despachaba uno de los asuntos m¨¢s controvertidos de los ¨®rganos de direcci¨®n. En el texto no se mencionaba la posibilidad de quedarse o marcharse de Lizarra. Se optaba por apostar por la creaci¨®n de un nuevo foro con la presencia de todos los partidos, que "supere tanto la Mesa de Ajuria Enea y la Mesa de Pamplona como el Foro de Lizarrra".

?Supone esto que IU contin¨²a en Lizarra? No se dice que se abandone. As¨ª que, sometido a votaci¨®n el texto, fue aprobado casi por unanimidad, como es costumbre en IU. Y quien se abstuvo -caso de Espacio Alternativo- lo hizo porque pens¨® que era tibio y hab¨ªa que haberse pronunciado inequ¨ªvocamente a favor de permanecer en Lizarra.

El coordinador de la Presidencia de IU, V¨ªctor R¨ªos, reconoc¨ªa el riesgo de someter al voto la continuidad o el abandono de Estella: "Posiblemente, si lo hubi¨¦ramos votado se habr¨ªa producido la divisi¨®n". Y acept¨® que dentro de la organizaci¨®n "hab¨ªa dudas" y que Lizarra era un foro "superado, completamente superado".

IU sigue condenando la violencia callejera, recriminando a Euskal Herritarrok que no la rechace. Y hasta mantiene sus principios de dejar Lizarra si EH no se pronuncia claramente contra los violentos. El problema es que esa actitud es antigua y sigue sin fijar fecha para cumplir sus amenazas.

V¨ªctor R¨ªos daba una bater¨ªa de razones no para abandonar Lizarra, sino para llevar adelante sus propuestas de un tercer foro. Al Gobierno -y al PSOE- le reprochaba una estrategia de tensi¨®n al negarse a dar paso alguno en el tema del acercamiento de los presos. Y al "entorno de ETA" le acusaba de irresponsabilidad en la lucha callejera.

En las interioridades de la Presidencia se oyeron otras voces: Willy Meyer, Jos¨¦ Luis N¨²?ez, Alonso Puerta, Antonio Romero o Felipe Alc¨¢raz. A cualquiera de ellos costar¨ªa calificarles de blandos. Pero todos mostraron serias dudas sobre la conveniencia de seguir apoyando a los nacionalistas. Ya puestos, Alc¨¢raz habl¨® de, por lo menos, constituirse en oposici¨®n interna en Lizarra, y Romero propuso suspender la pertenencia de IU hasta que EH cambiara su actitud. Pero no era esa una decisi¨®n a votar.

M¨¢s acuerdo hubo con el manifiesto que, a instancias de Anguita, aprob¨® la presidencia. Es un manifiesto contra las pol¨ªticas del PP. Se trata de intentar que los ciudadanos apuesten por la esperanza de que hay una alternativa de izquierdas a la derecha del PP.