La ONU propone que la basura espacial se almacene en "¨®rbitas cementerio"
Expertos de 61 pa¨ªses se re¨²nen en Viena para preparar medidas que eviten accidentes
Los alrededores de la Tierra est¨¢n llenos de chatarra espacial, restos de cohetes y sat¨¦lites acumulados desde aquel primer lanzamiento del Sputnik ruso, en 1957. Ahora, la ONU cree que ha llegado el momento de tomar medidas para evitar que siga aumentando la basura incontrolable que pone en peligro a las personas y aparatos que se elevan a una ¨®rbita terrestre. Expertos en el seguimiento de estos desechos ultiman en Viena un informe que recoge estudios de los ¨²ltimos tres a?os y que propondr¨¢ la creaci¨®n de ¨®rbitas cementerio o vertedero obligatorias.
La reuni¨®n del comit¨¦ t¨¦cnico cient¨ªfico, que finalizar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 26 en Viena, a la que asisten delegados de 61 pa¨ªses, prepara el terreno para la Conferencia Internacional sobre el Espacio Ultraterrestre (Unispace III), que se celebrar¨¢ en la misma ciudad entre el 19 y el 30 de julio pr¨®ximos y que tiene un temario mucho m¨¢s amplio.Los m¨¢s de 8.500 objetos de m¨¢s de 10 cent¨ªmetros de di¨¢metro catalogados que circunvalan la Tierra representan un peligro de colisi¨®n para los 600 objetos operativos -la mayor parte sat¨¦lites, pero tambi¨¦n entre ellos la estaci¨®n rusa Mir y el embri¨®n de Estaci¨®n Espacial Internacional- record¨® ayer la ONU al comienzo de la reuni¨®n. Este peligro ha hecho, por ejemplo, que el dise?o de la la Estaci¨®n Espacial incluya un blindaje que ha elevado su coste considerablemente.
Seg¨²n Miguel Bell¨®, experto espa?ol en el seguimiento de basura espacial, la mayor parte de los desechos catalogados pertenecen a Estados Unidos y Rusia, pero seis son de origen espa?ol. En declaraciones a Efe, Bell¨®, de la empresa GMV, especializada en mec¨¢nica celeste, adelant¨® la propuesta de la ONU para que en el futuro no aumente el n¨²mero de desechos.
Se trata de que los grandes sat¨¦lites de comunicaciones, que se suelen situar en una ¨®rbita muy elevada, la geoestacionaria, a 36.000 kil¨®metros de altura, sean bajados hasta una ¨®rbita de 300 kil¨®metros cuando dejen de funcionar. Para ello, los sat¨¦lites deben ir provistos de una cantidad adicional de combustible para poder realizar esta operaci¨®n.
En la actualidad, la posibilidad de impacto de un objeto de 0,1 mil¨ªmetros contra una superficie de 100 metros cuadrados en una ¨®rbita a 400 kil¨®metros de altura (como la de la Estaci¨®n Espacial) es de uno cada 10 d¨ªas, seg¨²n Bell¨®. Esta posibilidad se reduce a un impacto cada tres a?os cuando se trata de objetos de un mil¨ªmetro.
Pero las posibilidades son una cosa y la realidad otra, y en los dos ¨²ltimos a?os se han perdido dos sat¨¦lites (el franc¨¦s Cerise y el japon¨¦s Adeos) por impacto con objetos catalogados.
Tanto Estados Unidos como Europa realizan seguimiento de la chatarra espacial mediante t¨¦cnicas de radar y de observaci¨®n ¨®ptica y existe un detallado cat¨¢logo de estos objetos de di¨¢metro superior a los 10 cent¨ªmetros y de su naturaleza, sean abrazaderas, tornillos o antenas.
Las misiones espaciales tienen siempre en cuenta el lugar en que se encuentran los objetos catalogados en cada momento para evitar en lo posible colisiones. La mayor parte de ellos se sit¨²a en las ¨®rbitas geostacionaria y en la llamada ¨®rbita baja terrestre, hasta 2.000 kil¨®metros de altura. Es en esta zona donde reside el mayor peligro, ya que es de menor volumen y en ella la chatarra va a mayor velocidad.
La ONU, por su parte, se ha dotado de una base legal importante para asegurar el uso pac¨ªfico del espacio. Algunos pa¨ªses han tomados ya medidas parciales para evitar la multiplicaci¨®n de los restos y las han comunicado a la ONU. Entre ellas est¨¢n medidas para evitar explosiones accidentales en las etapas de los cohetes, que causan la multiplicaci¨®n de los fragmentos. Ahora, los expertos esperan que se imponga la necesidad de una polic¨ªa de tr¨¢fico en el espacio si se quieren seguir lanzando sat¨¦lites y que se obligue a los fabricantes y promotores a garantizar el destino final de los objetos en ¨®rbitas cementerio o a fabricarlos de forma que en ¨®rbita baja se quemen antes de los 25 a?os.
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