?mbito de discusi¨®n

MA?ANA SE cumplen ocho meses desde el ¨²ltimo atentado mortal de ETA. Cada d¨ªa que pasa sin atentados se hace m¨¢s improbable su regreso. Ser¨ªa irresponsable no aprovechar, por temor a la radicalizaci¨®n nacionalista, las oportunidades de paz que la tregua ha abierto. Pero tambi¨¦n lo ser¨ªa ceder a todas las pretensiones de los nacionalistas por miedo a que ETA vuelva. Adem¨¢s de exigir el fin de la coacci¨®n contra quienes no comparten sus puntos de vista, instituciones y partidos deben demostrar que no se someten a esa coacci¨®n.Puede discutirse la oportunidad de convocar ahora la Mesa de Madrid. Lo que no es aceptable es el argumento de que no se convoca porque el PNV podr¨ªa boicotearla. ?Por qu¨¦ habr¨ªa de hacerlo? ?Porque su alianza con Euskal Herritarrok (EH) le exige la ruptura de toda relaci¨®n con partidos espa?oles, seg¨²n mandato expl¨ªcito de ETA en su comunicado de la tregua? Si as¨ª fuera, descartar una iniciativa por el solo hecho de que va a ser boicoteada por el PNV equivaldr¨ªa, como ha dicho Borrell, a otorgar a Otegi un poder de veto; y aceptar el principio de que el ¨²nico papel de las instituciones comunes es el de convalidar lo acordado en el "¨¢mbito vasco de decisi¨®n".

Hasta la tregua, el PNV necesitaba al PSOE (o al PP) para completar una mayor¨ªa que le permitiera gobernar en Euskadi. Mientras ETA siguiera matando no pod¨ªa pactar con HB (o EH). Las posibilidades de condicionar la pol¨ªtica del PNV en un sentido integrador eran entonces considerables, y no fueron aprovechadas. Ahora las cosas han cambiado: mientras haya tregua, el PNV puede aplicar una pol¨ªtica de frente nacionalista si es capaz de convencer a EH de que ponga fin a la violencia callejera o al menos se desmarque claramente de ella. Pero mientras no suceda esto la posici¨®n del PNV seguir¨¢ siendo d¨¦bil.

As¨ª parece haberlo comprendido Ibarretxe tras comprobar que a los cuatro meses de las elecciones su Gobierno sigue prisionero de Lizarra. Ya no se hace pol¨ªtica en Euskadi, s¨®lo ideolog¨ªa: Josu Ternera, enfrentramiento con el poder judicial, Asamblea de ayuntamientos, invitaci¨®n a los kurdos. El lehendakari ha reconocido que mientras EH no se desmarque de la violencia no habr¨¢ acuerdo y que tendr¨¢ que pactar cada asunto en el Parlamento. Por ejemplo, los presupuestos. Sin EH, la coalici¨®n que gobierna en Vitoria s¨®lo dispone de 27 de los 75 esca?os; y el PP y PSOE, de 30. Esa debilidad es incompatible con la actitud arrogante de los portavoces nacionalistas, dedicados a repartir culpas entre los dem¨¢s; pero tambi¨¦n con la ambig¨¹edad del Gobierno de Aznar sobre el car¨¢cter de su relaci¨®n con el PNV. Puede y debe ser m¨¢s exigente.

Un pleno parlamentario como el que Borrell sugiri¨® a Aznar podr¨ªa ser imprudente. Pero no se ve por qu¨¦ habr¨ªa de serlo que los partidos que representan al 95% de los ciudadanos espa?oles se re¨²nan para poner en com¨²n sus ideas sobre la situaci¨®n vasca tras la tregua de ETA. Que se consulte al menos su convocatoria, al margen de que le guste o no a Anasagasti.