EE UU y sus aliados dinamitan el protocolo de seguridad sobre alimentos transg¨¦nicos

Seis a?os de estudio y diez d¨ªas de intensas negociaciones no han servido para nada. EE UU y los pa¨ªses productores de alimentos gen¨¦ticamente modificados (Canad¨¢, Argentina, Uruguay, Chile y Australia) impidieron que la cumbre de Cartagena de Indias (Colombia) aprobara el primer protocolo de seguridad sobre los alimentos transg¨¦nicos, a pesar del consenso alcanzado por otros 132 pa¨ªses. Los defensores del comercio sin barreras han ganado la batalla. La humanidad seguir¨¢ produciendo, comercializando y consumiendo organismos transg¨¦nicos sin unas pautas preventivas sobre sus posibles riesgos para la salud y el medio ambiente. La ONU anunci¨® que reanudar¨¢ las negociaciones antes de mayo del 2000.

?Puede la voluntad de seis pa¨ªses vencer la uni¨®n de otros 132? S¨ª, porque seg¨²n las normas previas de la cumbre todas las decisiones deb¨ªan llegar por consenso, no por votaci¨®n mayoritaria. Es as¨ª como en su sexto intento, el que deb¨ªa ser el definitivo, la ONU vuelve a quedarse sin protocolo para el tr¨¢fico internacional de organismos vivos modificados.Ya van seis a?os y medio de demora, desde la Cumbre de la Tierra de R¨ªo de Janeiro, en 1992, y, si es que el ¨²ltimo borrador de protocolo sobrevive, todav¨ªa habr¨¢ que esperar por lo menos otro a?o m¨¢s: la ONU ha puesto una nueva fecha l¨ªmite, mayo del a?o 2000. Para entonces, la comercializaci¨®n de alimentos de origen transg¨¦nico seguir¨¢ igual: es decir, sin otras reglas que las meramente comerciales.

La Cumbre de Cartagena ha fracasado, pero la negociaci¨®n ha sido dolorosa. Un total de 132 pa¨ªses pidieron que se defienda su diversidad biol¨®gica y su incapacidad para aplicar las nuevas tecnolog¨ªas. Otros seis, los que m¨¢s han desarrollado la modificaci¨®n gen¨¦tica para la alimentaci¨®n y que tienen en sus manos el 94% del mercado, invocaron los acuerdos de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC) y agitaron los viejos fantasmas del proteccionismo.

?sta es la primera vez que en una convenci¨®n de la ONU se tienen tan en cuenta los factores econ¨®micos a la hora de tomar una decisi¨®n. En las cumbres sobre cambio clim¨¢tico, en Kioto (1997) y Buenos Aires (1998), con un tema tan espinoso o m¨¢s para las potencias como el de los organismos transg¨¦nicos, no se lleg¨® tan lejos.

Entonces, s¨®lo las aseguradoras se atrevieron a hacer un c¨¢lculo sobre las p¨¦rdidas que podr¨ªa ocasionar un aumento progresivo de la temperatura del planeta. En Cartagena, donde rein¨® muchas veces la confusi¨®n y la informaci¨®n contradictoria, no se atrevieron: es imposible calcular lo que no se sabe.

Si es que se puede establecer alguna conclusi¨®n sobre la cumbre, ¨¦sa es la de que bioseguridad plena y el libre comercio no son compatibles, al menos por ahora. La tecnolog¨ªa ya ha avanzado demasiado y muchos pa¨ªses, entre ellos los de la UE, no han podido hacer otra cosa que obedecer a una pol¨ªtica de hechos consumados, y el dinero que mueve la biotecnolog¨ªa alcanza una masa dif¨ªcil de detener. Los pa¨ªses pobres, las ONG y, en los ¨²ltimos d¨ªas de reuni¨®n, la Uni¨®n Europea, intentaron redactar el protocolo bajo el llamado "principio de precauci¨®n", es decir, no dejar circular libremente aquello que todav¨ªa no se sabe fehacientemente si perjudica o no a la salud humana y el medio ambiente.

Puntos conflictivos

Cuando se clausur¨® la cumbre, en la madrugada del mi¨¦rcoles, s¨®lo quedaban en el borrador del protocolo -cuya ¨²ltima versi¨®n fue redactada por los delegados de la UE- tres corchetes (puntos de discusi¨®n) de los casi 600 que hab¨ªa hace diez d¨ªas. Y s¨®lo dos art¨ªculos sin resolver de los 41 iniciales.

El grupo liderado por Estados Unidos se mostr¨® especialmente intransigente con el art¨ªculo 5. Se neg¨® a que los pa¨ªses pudieran ser soberanos para autorizar la entrada de un producto. El otro art¨ªculo es el 31, que relaciona al protocolo con los acuerdos internacionales previos. De la misma manera, los productores y exportadores hac¨ªan especial hincapi¨¦ en respetar los acuerdos de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio, mientras que la UE y los pa¨ªses en desarrollo pregonaban el respeto a los acuerdos medioambientales.