Un ni?o salvado por un perro devuelve el ¨¢nimo a la regi¨®n del Tirol
La reanimaci¨®n de un ni?o que estaba cl¨ªnicamente muerto se ha convertido en el ¨²nico halo de esperanza que alienta a buscar a posibles supervivientes de los aludes en el Tirol austriaco. Con 32 personas muertas, y la sospecha de que otras seis permanecen sepultadas bajo la nieve endurecida, los equipos de rescate siguen trabajando y se empiezan a escuchar voces cr¨ªticas con la masificaci¨®n tur¨ªstica de la zona o con la tala indiscriminada que ha podido favorecer los aludes.
Un perro de adiestraci¨®n alpina se ha convertido en el h¨¦roe de estos tristes momentos. El animal di¨® con un ni?o de cuatro a?os que hab¨ªa estado casi dos horas bajo la nieve que en la tarde del mi¨¦rcoles destruy¨® cuatro casas en la diminuta aldea de Valzur, en el mismo estrecho valle donde el d¨ªa anterior un alud gigante acababa de sepultar parte de la localidad de Galt¨¹r. El ni?o estaba cl¨ªnicamente muerto.Ya hab¨ªa ca¨ªdo la noche y nevaba cuando el equipo de rescate, en una acci¨®n intr¨¦pida, vol¨® en helic¨®ptero hasta Galt¨¹r en medio de unas condiciones adversas. All¨ª, los m¨¦dicos hicieron lo posible por reanimar al peque?o despu¨¦s de arroparlo y darle calor. Se considera casi un milagro que sus esfuerzos dieran resultado. Seg¨²n el m¨¦dico Hermann Brugger, las probabilidades de ¨¦xito en estos casos es de s¨®lo un 11,8%. Apenas se aclar¨® el cielo en la ma?ana de ayer, el peque?o fue transportado a la cercana cl¨ªnica de Zams. "Al llegar ten¨ªa un chupete en la boca, incluso sonre¨ªa", coment¨® el cirujano Alois Schranz.
?ltimas esperanzas
"Aunque sea m¨ªnima, la esperanza de encontrar a alguien con vida es esencial para continuar nuestra tarea", comentaba un miembro de los equipos de rescate. "?Esto no es nieve, es cemento!" gritaba otro de los voluntarios. "Es como buscar una aguja en un pajar". Nada menos que 35 helic¨®pteros se pusieron en marcha cuando mejor¨® la visibilidad en la madrugada de ayer. A los equipos austriacos, se unieron helic¨®pteros de los ej¨¦rcitos de Alemania y de los EEUU, aumentando as¨ª la capacidad para evacuar a miles de personas de Galt¨¹r. Los turistas han demostrado mucha calma y las operaciones de evacuaci¨®n se efectuaron sin incidentes, a pesar de la extrema situaci¨®n claustrof¨®bica en un enclave que carece todav¨ªa de acceso terrestre porque fue obstruido por otras avalanchas. La mayor¨ªa de los afectados quisieron salir inmediatemente de ese encierro. El resto, unos mil turistas, ha preferido continuar sus vacaciones en Galt¨¹r y esquiar en la nieve fresca.
El buen tiempo reinante ayer ha sido recibido con alivio por los pilotos y los voluntarios que participan en el rescate, pero los expertos en avalanchas advierten que el aumento de temperaturas es un factor de riesgo. Durante la jornada de ayer se registraron numerosos aludes de reducidas dimensiones en los Alpes austriacos, alemanes y suizos. De hecho, diez mil turistas permanecen en localidades aisladas.
No faltan quienes cuestionan si se podr¨ªa haber evitado la tragedia de Galt¨¹r. Erwin Mayer, de la organizaci¨®n ecologista Greenpeace, critica la construcci¨®n de estaciones de esqu¨ª en zonas inadecuadas y peligrosas para obtener m¨¢s ingresos del turismo de invierno. Stefan Schwenker, de la Asociaci¨®n Austriaca de Forestaci¨®n, se?ala que ha aumentado el riesgo de avalanchas debido a la tala de bosques. Pero muchos tiroleses, que conocen bien cu¨¢n traicionera puede ser la alta montana, se resignan ante el desastre natural y no buscan culpables. "En este invierno infernal, nada es previsible", dec¨ªa un coronel de las unidades de rescate del Ej¨¦rcito austriaco.
Todos hablan del "g¨¦lido infierno" y de "la muerte blanca". La misma que ha acabado con la vida de al menos 27 personas en la localidad de Galt¨¹r y otras cinco en Valzur. Se cree que seis personas permanecen todav¨ªa sepultadas bajo la nieve. Entre los 21 muertos identificados se encuentran cinco austriacos, nueve alemanes, cinco holandeses y dos daneses.
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