Pascual ser¨¢ juzgado por delito ecol¨®gico, desobediencia y atentado a un funcionario

VIENE DE LA P?GINA 1 Al alcalde y al concejal tambi¨¦n se les acusa de desobediencia al mandato de la autoridad judicial por no haber acatado un auto de la juez de marzo de 1997 que prohib¨ªa cualquier tipo de transformaciones en el marjal y dictaba una serie de medidas cautelares. Contra Carlos Pascual pesa adem¨¢s una tercera acusaci¨®n por atentado contra funcionario p¨²blico, en este caso por una supuesta agresi¨®n al director del parque, Vicente Urios. En sus disposiciones, la juez advierte que en concepto de responsabilidad civil los acusados deber¨¢n indemnizar a la Generalitat Valenciana por los da?os causados al marjal de Pego-Oliva en 650 millones de pesetas, cantidad total a la que asciende la fianza. Al mismo tiempo, traslada esta responsabilidad de forma subsidiaria al consistorio pegolino y a la Comunidad de Regantes de las Tieras Arrozales de Pego, que en su caso deber¨ªan responder de la cantidad que se reclama. La Audiencia Provincial, a quien corresponde el fallo del caso, desestim¨® en mayo del a?o pasado los recursos presentados contra la decisi¨®n de la juez de paralizar las transformaciones y se pronunci¨® a favor de mantener las medidas cautelares. Sin embargo, los trabajaos en el marjal, el bombeo de agua y la desecaci¨®n de parte del humedal para su transformaci¨®n en tierra de cultivo han continuado hasta ahora con el apoyo del equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Pego, integrado por independientes aliados con el Partido Popular, y las cr¨ªticas y denuncias de la oposici¨®n, formada por el PSPV-PSOE y el Bloc Nacionalista Valenci¨¤. Las agresiones en el marjal ya duran m¨¢s de dos a?os. La declaraci¨®n del parque, en enero de 1995, indign¨® a los agricultores pegolinos. Entonces comenzaron los continuos incendios de la zona de m¨¢xima protecci¨®n, en aquella donde nunca se ha cultivado y el futuro plan de ordenaci¨®n no permitir¨¢ ninguna actuaci¨®n. Al tiempo, tres motores movidos por el gas¨®leo pagado por el consistorio, bombean agua desde hace a?os d¨ªa y noche para desecar el h¨¢bitat, uno de los humedales m¨¢s valiosos de la Comunidad, y para permitir el cultivo de arroz y hortalizas. El sistema vierte al mar la tercera parte de la capacidad de recarga h¨ªdrica del marjal. Tambi¨¦n con dinero municipal se ha pagado el desv¨ªo del r¨ªo Racons.