"Esto tiene que empezar a moverse ya"
El sucesor de Juan Mar¨ªa Atutxa al frente del Departamento vasco de Interior dispuso de "muy pocas horas" para responder a la oferta del lehendakari para hacerse cargo de la cartera. En su fuero interno, Javier Balza (Vitoria, 1947) espera pasar a la peque?a historia vasca como el consejero de Interior que por primera vez habl¨® de ETA en pasado al hijo que ya espera su esposa. "Dif¨ªcilmente tendremos una oportunidad como esta para traer la paz a Euskadi", asegura.Pregunta. Algunas quinielas le situaban en alg¨²n puesto de relevancia en el equipo de Ibarretxe, pero nadie se esperaba que acabase en el sill¨®n de Interior. Todo un reto suceder a Atutxa.
Respuesta. El mismo d¨ªa en que el lehendakari juraba su cargo en la Casa de Juntas de Gernika, a primeros de enero, recib¨ª su llamada. Dispuse de muy pocas horas para decidirme. Al ser Interior, el primer elemento que me asalt¨® fue el de la responsabilidad. Aparte de todo lo que pueda haber de mitolog¨ªa en este cargo, cuando est¨¢s dentro te das cuenta de que es una empresa de 8.500 personas con complicaciones de gesti¨®n, de los que 7.350 est¨¢n armados en la calle. Pero es todo un orgullo servir a Euskadi desde su Gobierno y m¨¢s en medio de un proceso de pacificaci¨®n. No como Atutxa, que tuvo que trabajar en una etapa muy dura. No s¨¦ si todos nos damos cuenta de c¨®mo estamos ahora.
P. De sus palabras se deduce un tono cr¨ªtico por la politizaci¨®n del incipiente proceso de paz.
R. Mucha gente no s¨¦ si es consciente de la fragilidad de un proceso de paz como ¨¦ste, que ser¨¢ dif¨ªcil, largo y que hay que mimar mucho. Se ha acabado el tiempo de las disculpas. Que haya unas elecciones locales en junio no deber¨ªa servir de argumento para no sentarse en el nuevo foro de negociaci¨®n pol¨ªtica entre partidos. Por otro lado, no podemos estar todos los fines de semana de sobresalto si apostamos por la pol¨ªtica. Paralelamente, tiene que haber movimientos en pol¨ªtica penitenciaria y en el tratamiento de las v¨ªctimas. No s¨¦ lo que dar¨¢ de s¨ª la disculpa electoral, pero esto tiene que empezar a moverse ya.
P. ?Y no est¨¢n todos por la labor de avanzar en la pacificaci¨®n?
R. En vez de tender a la prudencia, la ponderaci¨®n y el equilibrio, parece que se ha desatado la caja de los truenos. Estamos viviendo una ¨¦poca de tensi¨®n pol¨ªtica mayor que antes de la tregua por la irresponsabilidad de algunos. No se puede estar amarrado al no: no a las decisiones en materia penitenciaria del Parlamento vasco, del Congreso, no a la multitudinaria y plural manifestaci¨®n por el acercamiento. ?Apostamos todos por las instituciones o s¨®lo cuando interesa?
P. ?Le parece, por ejemplo, una irresponsabilidad que Mayor presente ahora un informe en el Consejo de Ministros sobre la violencia callejera?
R. Cada uno es responsable de sus actos. Pero el enfoque, no ya del ministro sino del Gobierno de Aznar, es un error. Para mimar este proceso hay que reconocer la pluralidad, acabar con cualquier manifestaci¨®n de violencia, profundizar el di¨¢logo pol¨ªtico y humanizar el conflicto. Las tres primeras claves est¨¢n en el acuerdo de coalici¨®n PNV-EA, en el de Lizarra y en la proposici¨®n sobre la violencia aprobada junto a EH.
P. Pero no parece que est¨¦n en la calle, donde los encapuchados siguen actuando justo contra las siglas que no ha mencionado.
R. Es cierto. No nos vendamos los ojos ni vamos a negar ninguna parte de la realidad. Y hay que actuar contra esa violencia desde la vertiente de seguridad y desde la actuaci¨®n pol¨ªtica para que eso deje de suceder. Hay que sentar a todo el mundo en la mesa y abandonar los discursos previos a la tregua.
P. Pero todos no est¨¢n en pie de igualdad. Son determinados partidos los que tienen dificultades para completar sus listas en algunos municipios o algunos fiscales como Mercedes Bujanda los que abandonan Euskadi.
R. Admito que hay un franja entre la seguridad objetiva y la subjetiva. Y en la ¨²ltima, s¨®lo puedo demostrarles mi solidaridad.
P. O activar otros m¨¦todos de seguridad, porque como ha dicho en alguna ocasi¨®n tiene que haber un terreno intermedio entre el toque de queda y la inseguridad.
R. Medidas hay, pero no vamos a desvelarlas. En el caso de la fiscal, ella y su superior, Jes¨²s Cardenal, sab¨ªan que si continuaba esa sensaci¨®n de desprotecci¨®n se le iba a poner un sistema de escolta. Mientras la Ertzaintza realizaba el estudio de su caso, Cardenal ya sab¨ªa que iban a trasladar a la fiscal. Y hoy es el d¨ªa que Cardenal no me lo ha comunicado.
P. ?Insin¨²a que se ha utilizado pol¨ªticamente este caso?
R. No me gusta juzgar los planteamientos de los dem¨¢s, cada uno sabe por qu¨¦ hace las cosas. Es posible que en este caso no hayamos llegado a tiempo, pero las otras medidas de protecci¨®n estaban en marcha. Lo que no podemos es tener una psicosis m¨¢s grande que la que hab¨ªa cuando ETA actuaba; b¨¢sicamente estamos ante la quema de sedes, veh¨ªculos y pasquines, cartas y concentraciones amenazantes y ah¨ª la efectividad de un escolta es limitada.
P. ?Tiene la certeza de que el proceso de paz es irreversible?
R. La tregua es muy seria, aunque yo no puedo especular pol¨ªticamente de manera irresponsable. Las cosas van bien porque llevamos ocho meses sin atentados, y el 12% de la sociedad que antes desde?aba las instituciones, ahora va al Parlamento vasco a hacer pol¨ªtica. Estoy dispuesto a trabajar con el esquema de que el proceso va a llegar a buen fin.
P. ETA reivindica su derecho a autoabastecerse mientras no pega tiros. ?Las 45 cartas remitidas a empresarios vascos son buenas?
R. El Ministerio del Interior sali¨® al d¨ªa siguiente para decir que eran aut¨¦nticas. Yo, en cambio, hu¨ª del flash period¨ªstico y lo pusimos en manos de los expertos policiales de la Audiencia Nacional.
P. En la ¨²ltima etapa de Atutxa, las relaciones con Mayor pasaron del recelo a una abierta desconfianza. ?Ha engrasado los canales de comunicaci¨®n?
R. He mantenido una reuni¨®n con Mayor y ha habido m¨¢s encuentros a otros niveles.
P. Se lo recuerdo porque su departamento tiene en cartera varios frentes abiertos: la petici¨®n de incrementar la plantilla en 500 agentes, la participaci¨®n en la comisar¨ªa conjunta de Biriatou...
R. En el caso de las plantillas, el n¨²mero no es un capricho, se deriva de un an¨¢lisis de plantilla periodificado en el tiempo con unas necesidades reales. Creo que podr¨ªamos articular cupos m¨¢s peque?os hasta llegar a esa cifra, en torno a los 200 cada uno. Ah¨ª, el problema es financiero. Parece que hay unos desajustes econ¨®micos tremendos. Estoy convencido de que todos estos temas se van a arreglar. Hay que confiar en los instrumentos que tenemos. El Estatuto hay que desarrollarlo al m¨¢ximo.
P. Como la Junta de Seguridad, que no se re¨²ne desde hace m¨¢s de dos a?os.
R. Todo se ha torcido por la situaci¨®n de violencia, que ha llevado al enfrentamiento pol¨ªtico entre ambas administraciones. P. ?Cree que hay que hincar el diente a la reducci¨®n de la presencia de polic¨ªas y guardias civiles?
R. Estoy dispuesto a aceptar cualquier m¨¦todo objetivo que se proponga, pero es un tema prioritario porque llevamos 20 a?os de Estatuto y la Ertzaintza es una polic¨ªa integral. Habr¨¢ que ver el ratio de polic¨ªa que tenemos en el entorno.
P. En Euskadi, estamos muy por encima de la media europea.
R. Ahora estamos disparados. S¨®lo con la Ertzaintza ser¨¢ parecido a Francia, m¨¢s alto que Inglaterra y parecido a Madrid y Barcelona.
P. ?Est¨¢ resuelto el modelo policial en la Ertzaintza?
R. Hemos hecho la base, Seguridad Ciudadana. La estrella de esta legislatura tiene que ser investigaci¨®n criminal y polic¨ªa judicial y toda la cadena de mando, que est¨¢ por hacer.
P. ?Y recomponer las relaciones con los sindicatos?
R. Estamos recuperando confianza mutuamente. Ya veremos. Igual dentro de dos a?os hay manifestaciones con mi careta en vez de la de Martiarena [n¨²mero dos con Atutxa]. Esta empresa s¨®lo funciona entendiendo que el sindicato no es el enemigo, sino instrumento de organizaci¨®n de la empresa, trabajando con ellos. Espero que el Consejo de Polic¨ªa sea un foro de encuentro para debatir de todo. Y me creo lo que digo.
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