Los piratas renuevan la violencia

Los piratas del mar ya no llevan garfios en el brazo ni parches en el ojo. Ahora saltan al abordaje desde lanchas ultraligeras, visten ropa de camuflaje y disparan con metralletas cortas a unas tripulaciones desarmadas y entregadas a la descarga del combustible o a la pesca en alta mar. Pero no s¨®lo las formas han cambiado. La violencia se ha endurecido de tal forma en los mares, que en 1998 disminuyeron las casos de pirater¨ªa pero aument¨® el de v¨ªctimas. ?stos son los datos: 67 tripulantes muertos en 1998, frente a 51 en 1997 y 26 el a?o anterior. Antes de eso se contaban por unidades. Tambi¨¦n ha habido m¨¢s de 20 desaparecidos, una tripulaci¨®n entera que los piratas arrojaron al agua, como en los tiempos m¨¢s rudos. Los heridos tambi¨¦n aumentan.Ocurre sobre todo en los mares asi¨¢ticos. Seg¨²n los datos del Bur¨® Mar¨ªtimo Internacional, Indonesia, Filipinas, Malaisia e India agrupan los peores y m¨¢s numerosos casos de pirater¨ªa. "Antes se llevaban a los tripulantes y les obligaban a trabajar con ellos, o los echaban por la borda con un salvavidas. Pero ahora les asesinan a sangre fr¨ªa. No quieren pruebas", relata desde Londres Pottengal Mukandan, director adjunto de la C¨¢mara Internacional de Comercio, de la que es parte el citado Bur¨®. "Una vez que se han deshecho de la tripulaci¨®n, cambian el nombre del barco y su identidad, y lo convierten en un barco fantasma durante dos a?os, hasta que lo cazamos". He aqu¨ª un ataque com¨²n: una madrugada de 1998, hacia las tres, una banda de 10 piratas asalt¨® el petrolero hondure?o Tioman 1 en su ruta hacia el golfo de Tailandia. Entre ellos hablaban malayo, tailand¨¦s, chino, birmano e ingl¨¦s. Atacaron con cuchillos, pistolas y escopetas, golpearon a la tripulaci¨®n, les ataron las manos y les cubrieron los ojos. Confiscaron todos los equipos de comunicaci¨®n del barco y los tel¨¦fonos m¨®viles. Una vez con el control en sus manos lleg¨® hasta el lugar otro barco. Pero no buscaban ba¨²les llenos de oro ni joyas de la corona. Al barco pirata traspasaron uno de los tres millones de litros de gas¨®leo que portaba el buque hondure?o.

Los piratas de hoy saben manejar sofisticados equipos de comunicaci¨®n, saben navegar y, sobre todo, trampear en el complejo mundo jur¨ªdico de las aguas territoriales e internacionales. Y la clave de su impunidad y su ¨¦xito est¨¢ en la combinaci¨®n de todas esas artes. Por ejemplo, el pasado 4 de abril, el barco de carga Virgin Pearl regresaba a Davao (Filipinas) despu¨¦s de un viaje a Indonesia. Transportaba alimentos secos y enlatados. Todo iba bien hasta que, de repente, los guardacostas filipinos de Sasa Port captaron un mensaje de socorro del capit¨¢n de ese barco: dec¨ªa que se hund¨ªan, pero que los 15 tripulantes estaban a salvo. Tambi¨¦n contaron que un barco japon¨¦s ya estaba llegando para rescatarles...

Dos horas m¨¢s tarde, los guardacostas recibieron otro mensaje. Era, supuestamente, del capit¨¢n de ese barco japon¨¦s. Dec¨ªa que toda la tripulaci¨®n y los pasajeros estaban a salvo, y que se dirig¨ªan ya rumbo al puerto. ?sa fue la ¨²ltima comunicaci¨®n que recibieron los guardacostas. Los controles posteriores con las autoridades portuarias revelaron que no hubo ning¨²n barco japon¨¦s.

El Virgin Pearl nunca volvi¨® a aparecer. Pero s¨ª dos cad¨¢veres flotando en aguas malayas. Portaban papeles que les identificaban como miembros de la tripulaci¨®n de este barco, y uno de ellos mostraba signos de malos tratos. Las autoridades filipinas est¨¢n hoy investigando el misterio.

Es uno de los casos de robo de un barco y liquidaci¨®n de la tripulaci¨®n que cita Mukandan. "Son secuestros deliberados, planificados y cometidos por marineros piratas que saben perfectamente c¨®mo funcionan las cosas del mar", afirma desde Londres. "Ese barco estar¨¢ hoy navegando por la zona con otra identidad".

El mayor problema que enfrentan los que combaten la pirater¨ªa es, precisamente, la inmunidad que encuentran los criminales en aguas como las chinas. "En China los capturan, pero los liberan sin cargos porque los barcos asaltados son de banderas extranjeras; los piratas tambi¨¦n, y no quieren entrar en unos pleitos de dimensi¨®n internacional complejos y muy costosos", afirma el portavoz del Bur¨® Mar¨ªtimo Internacional. Al menos tres barcos desaparecieron en 1998 en aguas chinas, con toda su tripulaci¨®n a bordo.

Para tratar de reducir la pirater¨ªa marina, el Bur¨® ha contratado ya un servicio de sat¨¦lite que permitir¨¢ localizar a los barcos desaparecidos en cualquier punto del mundo, siempre que ¨¦stos coloquen un transmisor a bordo.