La conversi¨®n del Elkar-Zabaltzen en fundaci¨®n provoca un duro enfrentamiento entre sus socios
El cambio experimentado en la propiedad y el estatus jur¨ªdico del primer grupo editorial y distribuidor de publicaciones en euskera, cuyas empresas est¨¢n hoy agrupadas en la fundaci¨®n Euskal Kulturgintza Elkarlanean, ha provocado un duro enfrentamiento entre sus actuales responsables y algunos de los socios que iniciaron la andadura en 1972. Los cr¨ªticos acusan a la actual direcci¨®n de haberse apropiado del patrimonio de la sociedad. ?sta controla m¨¢s de la mitad del mercado de los libros de texto en euskera y sus distintas empresas facturan m¨¢s de 3.500 millones.
Dos de los socios fundadores de la sociedad, Jokin Apalategi y Paulo Iztueta, representantes, seg¨²n ellos mismos indican del 40% de la propiedad de la originaria Elkar, han difundido en el ¨²ltimo mes un documento de doce folios en el que acusan a sus socios de haber actuado de modo oscurantista y de haber realizado "malabarismos jur¨ªdicos" para traspasar a una nueva entidad los bienes de todas las empresas. De la dureza de su contenido da idea el t¨ªtulo que encabeza su documento-denuncia: Fundaci¨®n Euskalgintza Elkarlanean: la escuela de la estafa. En s¨ªntesis, Iztueta y Apalategi acusan a quienes denominan "los del holding" de haberse apropiado del 90% de Elkar Iparralde y del 40% de Elkar Hegoalde y de haber pasado todos sus bienes a la sociedad financiera Emankor. "Quitarle a cualquiera lo que es suyo", dicen los autores del escrito, "es, en lenguaje llano, robar, y hacerlo por los sucios medios utilizados en este caso es estafar", afirman Iztueta y Apalategi en el documento que ha circulado profusamente en c¨ªrculos vinculados al mundo del euskera desde finales de enero. Potente industria cultural A casi 27 a?os de la fundaci¨®n de su primer embri¨®n en Bayona en 1972, la actual Euskal Kulturgintza Elkarlanean Fundazioa constituye una potente industria cultural -la ¨²nica comparable a cualquier otra de tama?o medio en Europa, seg¨²n el experto Joan Mari Torrealdai-, que agrupa una editora de libros y discos (Elkar, luego Elkarlanean), una importante distribuidora editorial (Euskal Kulturgintza-Zabaltzen) y una extensa cadena de catorce librer¨ªas. Tambi¨¦n poseen la primera tienda electr¨®nica que pone en Internet, a trav¨¦s del servidor Jalgi, un fondo bibliogr¨¢fico de 1.200 obras y otros tantos discos. La fundaci¨®n tiene en la actualidad una facturaci¨®n aproximada de 3.500 millones de pesetas y emplea a 170 personas. En 1997 public¨® 337 de los 1.166 t¨ªtulos que se editaron en euskera ese a?o, lo que le otorga una cuota de casi el 30% del mercado total. En el libro de texto en euskera su presencia se cifra en cerca de la mitad de todo lo que se publica y distribuye. La clave de la consolidaci¨®n y el crecimiento la cifraba hace un a?o, en declaraciones a EL PA?S, el gerente de la fundaci¨®n, Jos¨¦ Mar¨ªa Sors: el secreto ha estado en la reinversi¨®n de los beneficios, sin reparto alguno de dividendos entre los socios. La creaci¨®n de la fundaci¨®n, dec¨ªa Sors, ven¨ªa a dar carta de naturaleza legal a ese criterio de funcionamiento, para evitar la eventualidad de que esa pauta de actuaci¨®n "pudiera resquebrajarse" en el futuro. Profesionalizaci¨®n Ninguna de las dos partes enfrentadas ha querido pronunciarse sobre el conflicto, al que coincidieron en despojar de toda lectura pol¨ªtica. Hist¨®ricamente se ha relacionado a este grupo de empresas con el mundo de la izquierda abertzale. Seg¨²n algunas interpretaciones realizadas en el sector editorial, se considera que quienes llevan en este momento la batuta de la reconversi¨®n del grupo se han profesionalizado en su labor y han llegado a la conclusi¨®n de que tienen entre manos un negocio demasiado grande como para someterlo a las influencias de ning¨²n grupo pol¨ªtico. Otro documento, ¨¦ste difundido por Euskalgintza Elkarlanean Fundazioa, tacha de "mentira" todo el contenido del suscrito por Iztueta y Apalategi. El grupo aporta fotocopias del compromiso, adoptado privadamente en mayo de 1996, por el que los titulares de todas las empresas originarias acuerdan pasar a la fundaci¨®n, de modo gratuito, todo su patrimonio. Tambi¨¦n aportan un acta notarial, fechada d¨ªas despu¨¦s de que Iztueta y Apalategi difundieran su denuncia, en la que oficializan su compromiso y dicen expresamente que ¨¦ste alcanza tambi¨¦n a la empresa Emankor, titular de los inmuebles y librer¨ªas, cuya incorporaci¨®n a la fundaci¨®n hab¨ªa sido puesta en duda por los socios cr¨ªticos. Los firmantes se reservan en ese acta las posibles acciones contra Iztueta y Apalategi. Los trabajadores de la fundaci¨®n emitieron a primeros de este mes una nota apoyando a su empresa, d¨¢ndose por informados del desarrollo del proceso que ha conducido al cambio de estatus jur¨ªdico y negando la existencia de ning¨²n fraude. La Asociaci¨®n de Editores, a trav¨¦s de su presidente, Jorge Jim¨¦nez, se?al¨® que ese ¨®rgano "no tiene opini¨®n en este asunto, que compete en exclusiva a los socios de las empresas concernidas". Iztueta y Apalategi anunciaron una segunda entrega de su documento de denuncia que, por el momento, no han difundido.
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