H¨¦roes por dinero

Los hermanos Philippe y Olivier Bourges y su amigo Christophe Palichleb se han transformado, en cuesti¨®n de minutos, de h¨¦roes en villanos. Eran h¨¦roes porque durante 10 d¨ªas hab¨ªan tenido en vilo a la opini¨®n p¨²blica francesa, interesada por esos tres monta?eros que resist¨ªan, encerrados en su igl¨² y comiendo arroz crudo, las inclemencias de una climatolog¨ªa infernal. En medio de avalanchas mort¨ªferas, los tres hombres, paralizados por la nieve, la niebla, el fr¨ªo y tambi¨¦n por el riesgo de provocar una de esas avalanchas citadas, han esperado en el macizo de La Vanoise, el techo de la Saboya, que sus salvadores llegasen hasta ellos. De vez en cuando, durante los seis primeros d¨ªas, Philippe, Olivier y Christophe hablaban con los gendarmes sirvi¨¦ndose de un tel¨¦fono m¨®vil, al que se le acabaron las pilas a partir del sexto d¨ªa. Una vez rescatados, con barba de 10 d¨ªas y cara de agotamiento, los h¨¦roes concedieron una rueda de prensa en un sal¨®n del hospital. Y aqu¨ª se puso en duda su haza?a. Bast¨® con que un periodista les preguntase por si sab¨ªan algo del coste de su rescate. Philippe se levant¨® y dio por acabada la conversaci¨®n. Luego, por la tarde, para reparar la mala impresi¨®n, aceptaron otro encuentro con la prensa, pero ahora s¨®lo ante las c¨¢maras de televisi¨®n y despu¨¦s de acordar el sentido de las preguntas. Tampoco ahora los h¨¦roes tuvieron paciencia, pues no admitieron que alguien les cuestionase sobre si no hab¨ªan cometido una imprudencia saliendo de escalada cuando las previsiones meteorol¨®gicas lo desaconsejaban.La escasa locuacidad y la susceptibilidad de los h¨¦roes pronto qued¨® explicada: hab¨ªan vendido la exclusiva de su aventura, con fotos del igl¨² incluidas, a Paris-Match por 600.000 francos (15 millones de pesetas); es decir, por 100.000 francos m¨¢s de lo que le hab¨ªa costado al contribuyente salvarles de la nieve. Porque 10 d¨ªas de gente movilizada -algunos gendarmes han resultado heridos-, de helic¨®pteros buscando a los monta?eros desaparecidos, cuesta eso, 500.000 francos. "Si de m¨ª depende", ha dicho el fiscal de la vecina Albertville, "tendr¨¢n que pagar el rescate y les procesar¨¦ por poner en peligro la vida de terceras personas". Los h¨¦roes ya aparecen bajo la apariencia de villanos.

La hipocres¨ªa reina. Algunos de los que critican a los monta?eros intentaron antes comprar la exclusiva del reportaje por 100.000 o 300.000 francos, una minucia ante lo propuesto por Paris-Match, pero lo cierto es que toda la proeza de los supuestos deportistas aparece ahora bajo sospecha. Por ejemplo, su tel¨¦fono m¨®vil debi¨® quedarse sin bater¨ªas de tanto negociar contratos, y no de tanto orientar al equipo de rescate. Adem¨¢s, visto que no estaban atrapados en ninguna pared inaccesible, es inevitable preguntarse si los 10 d¨ªas de aislamiento no han sido voluntarios; es decir, si los monta?eros no llegaron incluso a ocultarse para evitar ser rescatados antes de que su aventura se cotizase a 600.000 francos.

Los tres hombres y sus esposas han reaccionado con indignaci¨®n. Seg¨²n ellos, el dinero ganado lo hubiesen entregado a los equipos de socorrismo, pero ahora, al no poderlo hacer an¨®nimamente, dudan. Y les subleva que se dude tambi¨¦n de la autenticidad de su aventura, pero uno de los m¨¦dicos del hospital que les acogi¨® no ha podido evitar uno de esos comentarios que hacen da?o: "Yo no s¨¦ qu¨¦ ocurri¨® de verdad, pero s¨ª que llevo a?os luchando para poder comprar un nuevo esc¨¢ner para mi hospital. Lo ¨²nico que veo es que gastamos fortunas en salvar a imprudentes que salen de escalada cuando todos los gu¨ªas y partes meteorol¨®gicos les dicen que lo m¨¢s razonable es esperar y ver si el tiempo cambia".

Marielle Goitschel, antigua campeona de esqu¨ª y responsable hoy de una estaci¨®n de deportes de invierno, reclama la c¨¢rcel para casos como ¨¦ste: "Es un esc¨¢ndalo. Nos pasamos el d¨ªa vigilando, gastando millones de francos, para evitar que unos imb¨¦ciles pongan en peligro su vida y la de los dem¨¢s".

La esquiadora se irrita cuando se le dice que el ministro del Interior ha recordado que la ley obliga a la gratuidad de los servicios de socorro, excepto cuando incluyen a empresas privadas. Los tres monta?eros, imperturbables, han dicho que ellos tienen un seguro, y "los seguros est¨¢n hechos para eso, para pagar en casos as¨ª". Puede, pero siempre y cuando los extraviados no lo sean voluntariamente.