Los claroscuros de Gentileschi se exhiben en la National Gallery

En un esfuerzo conjunto, la National Gallery de Londres y el Museo de Bellas Artes de Bilbao presentaron el mi¨¦rcoles, en la capital brit¨¢nica, la primera muestra dedicada al pintor italiano Horacio Gentileschi (1563-1639). Su obra, influida por la t¨¦cnica del claroscuro de Caravaggio, le vali¨® los favores del rey Carlos I de Inglaterra, en cuya corte falleci¨® a los 76 a?os. Su hija Artemisia, ferviente admiradora y disc¨ªpula, acabar¨ªa convirti¨¦ndose en una de las artistas m¨¢s famosas del siglo XVII.

Nacido en la ciudad de Pisa, Gentileschi vivi¨® en Roma hasta el a?o 1600. All¨ª conocer¨ªa a Caravaggio, que cambiar¨ªa su percepci¨®n de la luz y la plasmaci¨®n del cuerpo humano en los lienzos. El trabajo del maestro con modelos aut¨¦nticos, as¨ª como el tratamiento dado a la iluminaci¨®n, convertida en un elemento esencial de la narrativa pict¨®rica, transformaron su propia obra. La buena relaci¨®n que les uni¨® facilit¨® que Gentileschi refinara sus trazos, algo t¨ªmidos y conformistas, hasta convertirse durante alg¨²n tiempo en uno de sus seguidores m¨¢s "elegantes, po¨¦ticos y con personalidad propia", seg¨²n la cr¨ªtica.Antes de trasladarse, en 1626, a la corte inglesa de Carlos I, ¨¢vido coleccionista de telas de Rubens y Van Dyck, el toscano Gentileschi trabaj¨® en Par¨ªs bajo la tutela de la reina Mar¨ªa de M¨¦dici. En los salones londinenses ejecutar¨ªa el pintor varias de sus obras m¨¢s famosas, expuestas ahora en la National Gallery. Los temas b¨ªblicos escogidos durante este periodo no son s¨®lo ambiciosos por su gran tama?o. La palidez de la piel de sus figuras, lograda aplicando una gota de barniz veneciano de ¨¢mbar a su paleta, les da un aspecto brillante y dulce a la vez.

Virtuosismo t¨¦cnico

Descanso durante la huida a Egipto es una buena muestra de ello. Sentada a la derecha de la tela, Mar¨ªa amamanta a un lustroso Ni?o Jes¨²s. Exhausto, Jos¨¦ dormita boca arriba sobre sus escasas pertenencias. La escena es pl¨¢cida y tierna, "adem¨¢s de elegante y original", se?ala el cat¨¢logo de la muestra. En los ropajes puede observarse tambi¨¦n el virtuosismo de Gentileschi para mezclar colorido y detalles preciosistas. Tonos escarlata, amarillo y azul, y complicados pliegues de las telas, destacan en la pieza Lot y sus hijas, cedida por el bilba¨ªno Museo de Bellas Artes. El hallazgo de Mois¨¦s, de la que existen dos versiones colgadas juntas por vez primera, devuelve otra de las caracter¨ªsticas del pintor, que apenas esbozaba. Los expertos creen que abordaba de golpe la obra definitiva, una t¨¦cnica denominada pintura alla prima y aprendida de Caravaggio.La dificultad de recoger el legado art¨ªstico de sus a?os ingleses pretende ser subsanada ahora por la presente exposici¨®n. La misma viajar¨¢ a Bilbao el pr¨®ximo mes de septiembre. Al Prado llegar¨¢ en noviembre.