La nebulosa del Cangrejo, en directo desde Chile
El presidente Frei inaugura hoy en Cerro Paranal el mayor complejo astron¨®mico ¨®ptico del mundo
ENVIADA ESPECIALSi alguien cree que las misiones espaciales son una burda mentira y que la nave Mars Pathfinder jam¨¢s sali¨® de la Tierra, encontrar¨¢ en el desierto chileno de Atacama, el m¨¢s seco del mundo, el escenario perfecto para simular el paisaje de un planeta extra?o cubierto de arena rojiza, con piedras salteadas aqu¨ª y all¨¢, unas elevaciones de color pardo al fondo y nada que recuerde ni remotamente a un organismo vivo. Es lo m¨¢s parecido que cabe imaginar a las fotos que envi¨® la Pathfinder desde Marte. Pero es la Tierra y, tras hora y media de viaje por el camino de arena que es la antigua carretera Panamericana, al sur de la ciudad de Antofagasta, aparecen en lo alto de un cerro los cuatro edificios plateados del nuevo observatorio europeo VLT. El Cerro Paranal ha sido nivelado, se le han arrancado 400.000 toneladas de roca para hacer la gran plataforma en la que est¨¢n los telescopios.
"Esto no es un observatorio corriente en el que se pone primero un telescopio y luego otro distinto, sino que se ha dise?ado desde el principio como un complejo ¨²nico para combinar los telescopios", explica el italiano Massimo Tarenghi, director de esta m¨¢quina de astronom¨ªa ¨®ptica, la m¨¢s grande y compleja del mundo. Aunque no est¨¢ todo terminado, el presidente chileno Frei, junto a las autoridades europeas y 250 invitados, asistir¨¢ hoy en Cerro Paranal a la inauguraci¨®n oficial del VLT.
Tarenghi gu¨ªa a los astr¨®nomos y visitantes hacia el primero de los telescopios, en funcionamiento desde el a?o pasado. Al entrar en el gran edificio plateado (38 metros de altura y 40 de di¨¢metro), se desmorona cualquier idea preconcebida que se tenga de un telescopio convencional: una estructura met¨¢lica sujeta el delicado espejo de 8,2 metros de di¨¢metro y 50 metros cuadrados de superficie colectora de luz estelar, rodeado del sistema mec¨¢nico, la electr¨®nica, los soportes, los detectores... en total, 430 toneladas que se mueven con suavidad y, sobre todo, con la precisi¨®n necesaria para seguir un fragmento del cielo durante los segundos u horas que dure la exposici¨®n.
Jason Spyromilio, responsable de la puesta en marcha del VLT, da las ¨®rdenes pertinentes y el gigantesco instrumento empieza a moverse al tiempo que gira la cubierta de aluminio (600 toneladas) para que la ventana de la c¨²pula coincida con el campo de visi¨®n del telescopio. En tan s¨®lo una hora de exposici¨®n, el telescopio es capaz de obtener una imagen de un objeto celeste de baj¨ªsima luminosidad (magnitud 30, dicen los astr¨®nomos), lo que equivale a ver objetos 4.000 millones de veces m¨¢s d¨¦biles que los que es capaz de apreciar el ojo humano.
La fuerza de las ideas
Mar¨ªa Teresa Ruiz, astrof¨ªsica de la Universidad de Chile, comenta: "Es asombroso que la fuerza de las ideas sea capaz de producir esto". Los cient¨ªficos chilenos participan en este proyecto europeo y disfrutar¨¢n del 10% del tiempo de observaci¨®n.El trabajo astron¨®mico comienza "aproximadamente una hora despu¨¦s de la puesta del Sol", se?ala Roberto Gilmozzi, jefe de operaciones del VLT. ?l est¨¢ en el puesto de observaci¨®n, que no es junto al telescopio, ni mucho menos, sino en un edificio cercano, rodeado de pantallas de ordenador en la sala de control. A la izquierda muestra los ordenadores desde los que se dirige el telescopio, a la derecha los de los astr¨®nomos. En una pantalla va surgiendo una imagen espectacular de la nebulosa del Cangrejo, los restos filamentosos de una estrella supernova que explot¨® en el a?o 1054. El d¨ªa para empezar a escudri?ar el cielo en busca del horizonte del universo jam¨¢s o apenas vislumbrado con los telescopios anteriores, ser¨¢ el 1 de abril.
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