En la soledad del texto
Cocodrilo De Paco Zarzoso. Int¨¦rpretes, Juan Mandli, Lola L¨®pez, Miguel ?ngel Romo, Paco Zarzoso. M¨²sica, Jes¨²s Serrano. Vestuario, Joan Miquel Reig. Iluminaci¨®n y escenograf¨ªa, Javier Quintanilla. Direcci¨®n, Alejandro Jornet. Sala Morat¨ªn. Valencia, 3 de marzo.El espectador habitual supone que un texto dram¨¢tico cuenta la historia de personajes bien definidos a los que se les atribuyen algunos objetivos que tratan de alcanzar, o de personajes cuyo rasgo de car¨¢cter es precisamente la imposibilidad de fijarse objetivo alguno. En cualquier caso, se espera una cierta relaci¨®n causal entre lo que el personaje hace o dice y la ¨ªndole de las metas que desea, incluida la ausencia de cualquier meta. Nada de esto ocurre en Cocodrilo, construido mediante una sucesi¨®n de escenas de contenido que aspira a ser m¨¢s o menos aleatorio, tomado de retazos de una realidad reconocible pero distorsionados a la manera en que ser¨ªan percibidos por una conciencia mutilada o condenada a la fragmentaci¨®n. Esta experimentaci¨®n formal choca frontalmente con la convencionalidad intr¨ªnseca de la escena, donde los personajes hablan, se desplazan, callan, se juntan o se alejan, con ayuda de una escenograf¨ªa e iluminados por unos focos que de vez en cuando hacen el oportuno oscuro de transici¨®n para pasar a otra cosa sin que el espectador vea a los actores no actuando. Demasiado complicada la exposici¨®n de los atisbos de la trama para ser seguida con placer, resulta muy poca cosa en cuanto se descubren sus claves, y no acaba de entenderse por qu¨¦ raz¨®n la ruptura que propone se limita a uno de los segmentos de la artificiosidad esc¨¦nica. Fuera de esto, se aprecia una cierta voluntad testimonial, la no construcci¨®n de un personaje, un tanto a la manera del Mickey Rourke de Rumble fish de Coppola, seriamente tocado por la muerte de un amigo, y los indicios acerca de una relaci¨®n familiar casi cabal¨ªstica. Pero todo ello, y bastante m¨¢s, puede hacerse -me parece- sin buscarse de prop¨®sito la enemiga inicial del p¨²blico. En la soledad de los campos textuales, algo de humor y unas gotas de atribulada paradoja.
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