CRE investig¨® el desv¨ªo por el Polisario de ayudas para comprar 430 camellas
La organizaci¨®n no comunic¨® su sospecha a sus financiadores
La ni?a rompi¨® la hucha ante las c¨¢maras de televisi¨®n y entreg¨® sus ahorros para "un ni?ito que pasaba hambre". Sucedi¨® en v¨ªsperas de la Navidad de 1995 en el curso del programa V¨ªctimas de conflictos olvidados, de Paco Lobat¨®n, en TVE. A continuaci¨®n empezaron a llover llamadas de donantes. Todos ellos recibieron poco despu¨¦s una carta de agradecimiento del presidente de Cruz Roja Espa?ola, Juan Manuel Su¨¢rez del Toro.Lobat¨®n recaud¨® esa noche 109,8 millones de pesetas, de los que entreg¨® 19 millones a la Cruz Roja para la compra de 430 camellas para mejorar la alimentaci¨®n de carne y leche de las mujeres, ancianos y ni?os refugiados saharauis. Tambi¨¦n hicieron aportaciones la Agencia Espa?ola de Coo-peraci¨®n Internacional, con 20,76 millones, y los ayuntamientos de Madrid y Las Palmas, con 17,64 y 6,33 millones de pesetas, respectivamente.
En total, diversas entidades de Cruz Roja obtuvieron 64 millones para llevar a cabo el proyecto en asociaci¨®n con la Media Luna Roja Saharaui (MLRS), una organizaci¨®n que no goza de reconocimiento internacional.
Un a?o despu¨¦s Antonio Sosa, delegado de Cruz Roja en Las Palmas, viaj¨® al S¨¢hara acompa?ado por un veterinario, Carlos Guti¨¦rrez, para comprobar el desarrollo de la operaci¨®n.
A su regreso redact¨® un informe, al que ha tenido acceso EL PA?S, cuya conclusi¨®n reza: "Estos fondos [64 millones] se habr¨¢n destinado a sabe Dios qu¨¦ fin, pero me atrever¨ªa a afirmar que en ning¨²n caso a pagar los camellos comprados, que reitero pienso que ya eran de ellos(...)". Sospechaba que los saharauis fingieron comprar reses que ya pertenec¨ªan al Frente Polisario.
A sus dos interlocutores saharauis, Embarek Malainin, jefe de cooperaci¨®n de la Rep¨²blica ?rabe Saharaui Democr¨¢tica, y Abeida Chej, presidente de la MLRS, Sosa les comunic¨® sus recelos. "Le explicamos la gravedad que esto podr¨ªa tener si se conoc¨ªa fuera de nuestro c¨ªrculo, bien por un medio de comunicaci¨®n, bien por los financiadores. Incluso apelamos a la vena sentimental". Malainin no desminti¨® la acusaci¨®n, aunque insisti¨® en que "en ning¨²n caso se va a producir un enriquecimiento personal" con esos fondos. Chej, en cambio, respondi¨® que se trataba de "intoxicaciones de los marroqu¨ªes".
Siete meses despu¨¦s, la correspondencia interna entre la oficina central y la de la Comunidad de Madrid de CRE segu¨ªa dando por v¨¢lidas las sospechas de Sosa, e insist¨ªa en que no deb¨ªan trascender. S¨ª consideraba, en cambio, "muy interesante" que los financiadores conociesen el estudio del veterinario sobre la buena salud de la caba?a.
De hecho, tres de los financiadores -a Lobat¨®n nadie suele rendirle cuentas, seg¨²n explic¨® ¨¦l mismo- s¨®lo recibieron, entre julio de 1997 y marzo de 1998, este segundo documento, junto un informe final en el que Leopoldo P¨¦rez Su¨¢rez, secretario general de la CRE, afirma que "los objetivos del proyecto se han conseguido en su totalidad". En presencia de Antonio Bruel, n¨²mero dos de Cruz Roja, Sosa declar¨® a EL PA?S que "la organizaci¨®n de los viajes y el seguimiento t¨¦cnico de la operaci¨®n fueron harto complicados", pero que, tras escribir su informe, "aparecieron elementos adicionales" que restan validez a sus impresiones. Asegura ahora que el proyecto se ejecut¨® satisfactoriamente.
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