Caravana de mujeres
Llevan 18 d¨ªas de camino, 420 kil¨®metros recorridos y un rosario de ampollas en los pies. Pese a todo, la moral sigue alta. Se trata de los mineros de Encasur, participantes en la marcha negra hacia Madrid, quienes ayer vivieron una jornada gloriosa dentro de su periplo. Las ¨¢reas de mujer de los sindicatos cordobeses optaron por celebrar la festividad de hoy, D¨ªa de la Mujer Trabajadora, compartiendo parte de su recorrido. La ma?ana empez¨® de manera distinta a lo habitual. "Hemos salido media hora antes, para que cuando nos den alcance las mujeres ya llevemos un buen tramo andado", explicaba uno de los organizadores. El ambiente dentro de la marcha era bueno. Las jornadas transcurridas desde su salida de C¨®rdoba no han pasado en balde: est¨¢n hechos unos atletas. Cabeza alta, paso firme y sin pausa. Vestidos como van de verde, y a tenor del ritmo, cualquiera dir¨ªa que son militares disfrazados de mineros. Una vez unido al grupo, se respira camarader¨ªa y compa?erismo. No hay duda, son trabajadores. "No vamos a decir que en tantos d¨ªas no hayamos tenido ning¨²n roce, pero han sido tonter¨ªas, en general vamos a terminar m¨¢s unidos que cuando salimos del pueblo, son muchas horas juntos", explica uno de los mineros sin dejar de caminar. Al igual que ¨¦l, el resto de sus compa?eros aprietan el paso. Pese a ello, tienen tiempo para hacer comentarios. "Parece que tardan", "?cu¨¢ntas vienen?", eran los m¨¢s usuales en el d¨ªa de ayer. Hay un tema del que no quieren hablar: el altercado con el consejero de Trabajo, Guillermo Guti¨¦rrez, quien sufri¨® una agresi¨®n, el pasado domingo, cuando sal¨ªa de entrevistarse con los representantes de los mineros. "No fue para tanto, la cosa se ha sacado de quicio", asegura el presidente del comit¨¦ de empresa, Nicasio Molina, quien elude las preguntas referidas al asunto. Entre los dem¨¢s mineros tampoco hay buena acogida, aunque alguno se suelta y dice que la culpa fue de Guti¨¦rrez, el cual sali¨® ri¨¦ndose de la reuni¨®n cuando no se hab¨ªa llegado a nada. "Era domingo y hab¨ªan venido m¨¢s de 3.000 personas de la comarca", alega, afirmando que ninguno de los mineros particip¨® en el incidente. Finalmente, en torno a las 11.30, tres autobuses cargados de mujeres, adelantan a la comitiva. La Guardia Civil no les deja parar a pie de carretera, y les obliga a continuar hasta la siguiente salida de la autov¨ªa, dos kil¨®metros m¨¢s adelante. Ensayo de la consigna En la v¨ªa de servicio, cerca de 200 mujeres esperan impacientes el encuentro con los mineros. Apenas si han tenido tiempo para verlos a trav¨¦s de los cristales. Los nervios hasta la llegada de los participantes en la marcha son grandes. Una mujer trata de imponer al resto de sus compa?eras el en¨¦simo ensayo de la consigna que tra¨ªan preparada, ¨¦stas no se dan por aludidas, bastante hab¨ªan practicado ya en las seis horas de viaje desde la comarca. Pese a la poca acogida, la directora de c¨¢nticos insiste: "?Mineros, mujeres, todos compa?eros!". El resto de las mujeres mira al horizonte por el que deb¨ªan aparecer los trabajadores. Una vez llegados al punto de encuentro, los mineros se desviaron, entrando por la v¨ªa de servicio en busca de las mujeres. Ellas no rompieron el orden. Nada de abrazos a primera vista. Los hicieron pasar por el medio, al tiempo que recib¨ªan un ba?o de aplausos. Aplausos y m¨¢s aplausos, como era de esperar, tras tan deficiente preparaci¨®n, la consigna apenas si son¨® en la boca de las f¨¦minas. Tras el pasillo de honor, ambos grupos se fundieron en un abrazo colectivo. La mayor parte de las desplazadas eran allegadas de los mineros, quienes hab¨ªan aprovechado el flete de autobuses por parte de las sindicalistas para unirse a sus familiares. Besos y abrazos Antes de la llegada de las mujeres venidas de la comarca minera del Alto Guadiato, un grupo de sindicalistas cordobesas, encabezado por las responsables del ¨¢rea de mujer de CC OO y UGT, Antonia Martos y Mar¨ªa Eugenia Urbano, respectivamente, ya se hab¨ªan sumado a la marcha. Las dirigentes sindicales explicaban el sentido el viaje. "Es la mejor manera de celebrar el 8 de marzo. Tanto hombres como mujeres tenemos mucho que decir en el futuro de la comarca", asegur¨® Martos. Tras unos minutos de desconcierto entre besos y abrazos, la marcha negra continu¨® su andadura hasta llegar a Oca?a, en la provincia de Toledo, cerca del l¨ªmite con la comunidad aut¨®noma de Madrid. S¨®lo 70 kil¨®metros separan a los mineros de las puertas del Ministerio de Industria, al que pretenden llegar el pr¨®ximo jueves, para reclamar los fondos Miner, destinados a la revitalizaci¨®n de las cuencas mineras. El ministerio cifra la partida para el Alto Guadiato en 8.000 millones, los sindicatos defienden el derecho a recibir 42.000. El jueves ser¨¢n m¨¢s de 200 mujeres quienes los acompa?en, toda una comarca se desplazar¨¢ hasta la capital para, con la consigna bien aprendida, pedir al ministro que no deje morir a su comarca.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.