La sorpresa del pollo con plumas
VALORESAPROBADO SUSPENSO
? SOBRESALIENTE a la Fundaci¨®n Octavio Comes por su donaci¨®n a la Facultad de Medicina de la Universidad de C¨¢diz de material inform¨¢tico por valor de 11 millones de pesetas. Gracias a esta donaci¨®n, los estudiantes de Medicina cuentan con una nueva aula de inform¨¢tica, dotada con 20 terminales, dos esc¨¢neres, un servidor y un proyector v¨ªa ca?¨®n.: ? SOBRESALIENTE a la Universidad de Almer¨ªa por firmar un convenio con la Asociaci¨®n Ind¨¢lica de Diab¨¦ticos que permitir¨¢ prestar atenci¨®n psicol¨®gica a estos enfermos gracias a las actuaciones que desarrollar¨¢n los miembros del grupo de investigaci¨®n Psicolog¨ªa y Salud, al frente del cual se encuentra el psic¨®logo y profesor universitario Jes¨²s Gil Roales-Nieto. El apoyo psicol¨®gico se centrar¨¢ en modificar la voluntad del enfermo hacia su curaci¨®n. ? INSUFICIENTE al rector de la Universidad de Ja¨¦n, Luis Parras. Est¨¢ muy bien presidir un acto -concretamente la presentaci¨®n de un libro- con motivo del d¨ªa de la mujer. Sin embargo, en ninguno de los dos equipos de gobierno que ha formado desde 1993 se le ha ocurrido incluir a una mujer. El respaldo, habida cuenta de la suficiencia que muestran las cient¨ªficas, deber¨ªa ser algo m¨¢s que testimonial. : ? INSUFICIENTE para la se?alizaci¨®n del campus de Rabanales en la Universidad de C¨®rdoba. Cierto es, que el recinto est¨¢ a¨²n en construcci¨®n y no terminar¨¢n las obras hasta dentro de un par de a?os, pero parece l¨®gico que se vayan instalando las indicaciones conforme se inauguren los diferentes edificios. Como muestra, las instalaciones del animalario, que se terminaron hace m¨¢s de tres a?os y apenas un par de se?ales, en todo el campus, muestran su localizaci¨®n.
VALORES
J. MAYORDOMO, Sevilla No todas las granjas escuela son iguales. En la de San Buenaventura (Alcal¨¢ de Guadaira, Sevilla) trabajan 80 personas con retraso mental, acompa?adas de monitores, que cultivan la huerta y cuidan de los animales. Los 12.000 escolares, de entre tres y 15 a?os, que el curso pasado visitaron sus instalaciones, tuvieron ocasi¨®n de conocer a estas personas y compartir con ellas sus actividades. De esta forma se cumple el primer objetivo de la granja, fomentar el respeto a los disminuidos ps¨ªquicos, a la vez que se promueve su integraci¨®n. "El alumnado que visita nuestra granja comprueba que las limitaciones ps¨ªquicas no tienen por qu¨¦ ser un obst¨¢culo para que las personas hagan cosas importantes", dice Rafael Rueda, de la ONG Paz y Bien, propietaria de las instalaciones. Son 100.000 metros cuadrados de cultivos repartidos entre zona de pastos, invernaderos, ¨¢rea de agricultura ecol¨®gica, ¨¢rboles frutales, jardiner¨ªa... La agricultura tradicional, "aquella que la sociedad ha abandonado porque no le resulta rentable", dice Rueda, tambi¨¦n tiene aqu¨ª cabida. Los estudiantes que visiten la granja tendr¨¢n la ocasi¨®n de conocer a m¨¢s de una docena de aves (gallinas, t¨®rtolas, gansos, faisanes, pavos reales...) y otros tantos mam¨ªferos (burros, vacas, caballos, cerdos, cabras, ovejas, conejos...) Cuando llegan, su inter¨¦s por la granja es siempre arbitrario: dependiendo de la edad, se interesar¨¢n por una cosa u otra. "A los adolescentes", explica Carmen Jim¨¦nez, bi¨®loga, y responsable de la formaci¨®n de los monitores en la escuela taller de San Buenaventura "me los tengo que ganar habl¨¢ndoles de cosas como la reproducci¨®n de los mam¨ªferos, o la de las aves polig¨¢micas. Algunos creen que los conejos se reproducen por huevos, y otros se sorprenden cuando, al orde?ar una vaca, la leche sale caliente". A los m¨¢s peque?os, en cambio, les llama m¨¢s la atenci¨®n el contacto directo con los animales. "Les emociona sentirlos, olerlos, descubrir que las vacas, como los toros, tambi¨¦n tienen cuernos, o que los pollos est¨¢n cubiertos de plumas... Que no son como los hab¨ªan visto hasta ahora en las carnicer¨ªas", explica Ismael Carreras, profesor de pedagog¨ªa terap¨¦utica, que est¨¢ acompa?ando a los alumnos del colegio p¨²blico Argote de Molina (Sevilla). Uno de los objetivos, a?ade, es fomentar entre ellos un desarrollo m¨¢s real; que est¨¦ m¨¢s en consonancia con el ¨¢mbito f¨ªsico y social de su entorno. A las personas con retraso mental que trabajan en la granja les encanta que vengan los colegios. Se sienten ¨²tiles y se afanan es mostrarles lo que hacen. Jacinto se ocupa de pasear a los m¨¢s peque?os en burro. "Al principio les da miedo, pero despu¨¦s se r¨ªen mucho. Y no se quieren bajar". Natalia, de cinco a?os, se resiste a alejarse de una valla, tras la cual se halla un ternero, al que pretende darle un pu?ado de alfalfa. Educaci¨®n en valores Mientras tanto, el profesor Octavio S¨¢nchez, orientador en el IES Crist¨®bal de Monroy de Alcal¨¢ de Guadaira, que ha venido con un grupo de alumnos para conocer las instalaciones y trabajar in situ la asignatura de educaci¨®n en valores, se queja de que "la mayor¨ªa de los j¨®venes de hoy no se interesan por nada". Algunos de sus alumnos, Santiago, Mari Luz, Rub¨¦n, Elena, Alejandro, todos entre 15 y 19 a?os, le miran como ausentes, y se limitan a decir "s¨ª, esto est¨¢ muy bien", o "a m¨ª me encantar¨ªa entrar en la escuela taller que tienen aqu¨ª para aprender alg¨²n oficio". En la huerta, lo que m¨¢s les choca a todos (grandes y peque?os) es c¨®mo se gestan los frutos; como, a partir de una flor, se forma un pimiento, una manzana, un tomate... "Su obsesi¨®n es meter las manos en todo, tocar los frutos, probarlos para ver a qu¨¦ saben", explica Jim¨¦nez, la bi¨®loga, que, adem¨¢s de formar monitores, lleva una docena de a?os, en diversas granjas escuela, "aportando un grano de arena a la educaci¨®n ambiental de los ni?os". En San Buenaventura ha encontrado un nuevo aliciente. "Conseguir que aquellos que vienen a visitarnos y los disminuidos ps¨ªquicos convivan a gusto". Para lograrlo emplea sus recursos, y alg¨²n truco. La historia de la pularda, "que tiene cabeza de pavo, cuerpo de pato y emite ruidos de ganso", les sorprende a todos. Luego les narra la verdadera leyenda de los gansos: "?stos, antiguamente, se utilizaban como guardianes en las casas de campo; cualquier ser extra?o que se acercase era detectado por ellos. El sonido que emit¨ªan era tan fuerte que alertaba a sus amos".
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