Una decena de Estados de Europa del Este llenan la 'sala de espera' de la Alianza Atl¨¢ntica

El ingreso de Polonia, Hungr¨ªa y la Rep¨²blica Checa ha dejado atestada de nuevos candidatos la sala de espera para ingresar en la Alianza. Estos tres pa¨ªses no son s¨®lo nuevos socios atl¨¢nticos: son tambi¨¦n los candidatos mejor situados para ingresar alg¨²n d¨ªa, hoy por hoy a¨²n bastante lejano, en la Uni¨®n Europea."Son procesos paralelos que tienen muy poco que ver entre s¨ª", subray¨® ayer el comisario europeo responsable de la ampliaci¨®n al este de Europa, el holand¨¦s Hans van den Broek. "El ingreso en la Alianza Atl¨¢ntica es fruto del com¨²n inter¨¦s en asuntos militares y de defensa. El ingreso en la Uni¨®n Europea es bastante m¨¢s complejo porque se trata tambi¨¦n de compartir un mercado com¨²n sin fronteras", templ¨® Van den Broek para justificar la lentitud del proceso de adhesi¨®n comunitario en comparaci¨®n con el proceso atl¨¢ntico.

La lista de candidatos que desean ingresar en la OTAN es algo m¨¢s amplia que la comunitaria. Coinciden como aspirantes las tres rep¨²blicas b¨¢lticas (Estonia, Letonia y Lituania), Eslovaquia, Eslovenia, Rumania y Bulgaria. En el caso atl¨¢ntico la lista -nunca reconocida de forma oficial como tal- se extiende tambi¨¦n a Albania y Macedonia.

El ingreso de los tres elegidos fue forzado por el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, en la cumbre atl¨¢ntica celebrada en Madrid en julio de 1997. Clinton descabalg¨® all¨ª los deseos franceses de que Eslovenia y Rumania se sumaran tambi¨¦n a la primera ampliaci¨®n a la Europa del este. Fue aqu¨¦l un forcejeo enmarcado en la batalla de Par¨ªs y Washington por imponer su modelo en la nueva estructura militar de la Alianza Atl¨¢ntica. Clinton gan¨® entonces a Chirac sin despeinarse y los ardores franceses en defensa de Rumania parecen hoy mucho m¨¢s diluidos.

El ingreso en la Uni¨®n Europea es, sobre todo, un asunto de pragmatismo econ¨®mico: depende mucho de la situaci¨®n financiera de cada pa¨ªs, de la bonanza de la coyuntura en la Uni¨®n, de la capacidad de los candidatos para adaptarse a las reglas del mercado libre. En el caso de la OTAN, el problema es sustancialmente geopol¨ªtico: no hay que molestar demasiado a Rusia. Aunque hay tambi¨¦n derivas presupuestarias.

La reducci¨®n del grupo de nuevos aliados a s¨®lo tres pa¨ªses se debi¨® en gran parte a las reticencias del Congreso de Estados Unidos a gastar m¨¢s dinero en la defensa de Europa. En la pr¨®xima cumbre de la OTAN, que se celebrar¨¢ el 23 de abril en Washington, coincidiendo con los fastos y las celebraciones del primer medio siglo de la Alianza Atl¨¢ntica, no se espera ning¨²n gran impulso al proceso de ampliaci¨®n.