Marc Quinn desvela en Vitoria a trav¨¦s de los bocetos el proceso de creaci¨®n de sus esculturas La sala Am¨¢rica acoge una selecci¨®n de 71 dibujos del pol¨¦mico artista brit¨¢nico
La sala Am¨¢rica de Vitoria acoge desde el pasado viernes una selecci¨®n in¨¦dita de dibujos del ingl¨¦s Marc Quinn (Londres, 1964), perteneciente a la ¨²ltima corriente art¨ªstica brit¨¢nica, caracterizada por la crudeza de sus obras, entre la denuncia y la reflexi¨®n escatol¨®gica, muchas veces rayana en lo desagradable. La exposici¨®n, que se clausura el pr¨®ximo 11 de abril, presenta as¨ª por vez primera en Espa?a el trabajo de un creador que emplea como materia escult¨®rica su sangre o sus excrementos, en lo que es un trabajo que siempre explora la identidad del propio artista.
La exposici¨®n que se muestran en la sala Am¨¢rica de Vitoria acoge por vez primera una selecci¨®n de 71 dibujos del artista brit¨¢nico Marc Quinn, realizados en su mayor parte como bocetos para esculturas, aunque no falten las recreaciones posteriores a la producci¨®n de las piezas. Estos dibujos cubren los ¨²ltimos diez a?os de trabajo de este creador, desde que en 1988 realizara su primera exposici¨®n individual. En aquel entonces, Quinn despuntaba como uno de los artistas m¨¢s inquietantes de la escena londinense del momento. Pero no ser¨¢ hasta 1991 cuando comenzar¨¢ a gozar de cierta fama gracias a su obra Self, escultura autorretrato realizada con su propia sangre congelada y cuya imperfecci¨®n (necesita de corriente el¨¦ctrica para existir) pone de manifiesto la fragilidad de la vida. Esta preocupaci¨®n por la contingencia del cuerpo humano aparece reflejada en toda la muestra que exhibe la sala Am¨¢rica. Quinn plantea muy a menudo cuestiones relacionadas con las dicotom¨ªas entre la vida y la muerte, el cuerpo y el esp¨ªritu, o la salud y la enfermedad, siempre reflejadas de la manera m¨¢s expresiva posible. Como en el caso de la serie en la que juega con el control y los l¨ªmites f¨ªsicos del cuerpo humano. La exposici¨®n se inicia con un grupo de dibujos de finales de los a?os ochenta que recuerda, con la presencia frecuente del rostro amarillo de Mr. Smiley, el apogeo de las fiestas Acid-house de los clubes nocturnos de Londres. Y concluye con una profusa recopilaci¨®n de sus ¨²ltimas creaciones: ramos de flores recubiertos de silicona congelada, con los que conforma distintos jardines conceptuales. A pesar de su aparente crudeza, la obra de Quinn trata de investigar en la delicadeza de la vida, en la fragilidad de la condici¨®n humana, que no puede salvar ninguna seguridad mundana, porque el hombre vive preso en su cuerpo. As¨ª lo muestra en otra de sus obras, cuyos bocetos previos tambi¨¦n se han seleccionado para esta exposici¨®n. Se trata de Shit head, otro autorretrato elaborado con sus propios excrementos. Otros dibujos se refieren a proyectos no realizados de esculturas, como ese espacio poblado de diversos olores, que tambi¨¦n hace hincapi¨¦ en la volatilidad de todo. La obra de Marc Quinn est¨¢ presente en los mejores museos y colecciones privadas del mundo, como el MOMA de Nueva York o la Tate Gallery de Londres, como se encarg¨® de destacar en la presentaci¨®n el comisario de la muestra, Enrique Juncosa, cr¨ªtico de arte y jefe del ¨¢rea t¨¦cnico-art¨ªstica del IVAM.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.