Generoso esfuerzo sobre el barrizal

El f¨²tbol no premi¨® el esfuerzo del Villarreal, que hizo un meritorio encuentro y registr¨® un mal resultado. El generoso trabajo de los dos conjuntos bajo una intensa lluvia no obtuvo la recompensa del gol. El Villarreal tuvo m¨¢s presencia en el primer acto. Sobre un tapiz resbaladizo por la lluvia, los castellonenses estuvieron m¨¢s despiertos y leyeron mejor el partido. Pensar, tocar, mantenerse en pie e intuir por d¨®nde saldr¨ªa el esf¨¦rico se convirti¨® en todo un m¨¦rito. Los jugadores del Villarreal entendieron que el peligro estaba en las ¨¢reas y que lo mejor era hacer llegar el esf¨¦rico por la v¨ªa r¨¢pida. En algunos instantes, el f¨²tbol se confundi¨® con el rugby. Ganar metros ten¨ªa su importancia. Y eso que la alineaci¨®n de Irulegui hac¨ªa presagiar lo contrario: plag¨® el equipo de jugadores cari?osos con el esf¨¦rico, destacando la presencia del argentino Gait¨¢n, un exquisito que eligi¨® un mal d¨ªa. M¨¢s sorprendente fue la ausencia de Robert, que en el minuto cuatro ya tuvo que saltar al terreno de juego tras la lesi¨®n de Tasevski. El Madrigal no se encuentra sin el capit¨¢n sobre el c¨¦sped.En la primera mitad, el juego se desarroll¨® en la parcela del Oviedo. La inseguridad defensiva y la inestabilidad del terreno de juego propiciaron muchas indecisiones en la zaga del Oviedo que el Villarreal no supo aprovechar. El equipo local pag¨® en el segundo tiempo el excesivo esfuerzo efectuado en el primero. La lesi¨®n de Alfaro empeor¨® a¨²n m¨¢s la situaci¨®n para los castellonenses, que levantaron el acelerador y el Oviedo cogi¨® las riendas del encuentro. Dubovski se adue?¨® del centro del campo, pero el dominio asturiano result¨® inocuo por el empecinamiento de sus jugadores en triangular sobre un precario terreno de juego o en intentar llevar el bal¨®n cosido a las botas. En los ¨²ltimos instantes rein¨® la anarqu¨ªa. El bal¨®n circul¨® de un ¨¢rea a otra, pero all¨ª estaban tambi¨¦n tanto Esteban como Palop para decir algo. El empate le supo a poco al Villarreal, que recurri¨® al refranero valenciano para consolarse: Toda piedra hace pared.