Lluvia
JUANJO GARC?A DEL MORAL Lleg¨® la ansiada lluvia. Pero, como es sabido, nunca llueve a gusto de todos. Los dioses han enviado una lluvia que ha sido una bendici¨®n para el campo, abocado como estaba a una sequ¨ªa que hab¨ªa motivado incluso la petici¨®n de un trasvase para asegurar las cosechas de las zonas m¨¢s afectadas. La lluvia tambi¨¦n ha beneficiado a todos aquellos que, siendo propensos a las alergias o padecen dificultades respiratorias, se han visto obligados a respirar durante muchas semanas un aire emponzo?ado por la contaminaci¨®n, los ¨¢caros, el polen, los virus y las bacterias. En cambio, el agua ha llegado en el peor momento para el mundillo fallero, que durante el pasado fin de semana y el d¨ªa de ayer se lamentaba porque los monumentos se hab¨ªan mojado. En el pecado llevan la penitencia. La plant¨¤ -que oficialmente tiene lugar la noche del 15 de marzo- se adelanta cada a?o un poco m¨¢s; ya hace d¨ªas que muchas calles y plazas de la ciudad est¨¢n ocupadas por los monumentos falleros, cada a?o m¨¢s voluminosos, lo que obliga a anticipar su montaje. Podr¨ªa haber llovido la pasada semana, los chubascos podr¨ªan haberse retrasado unos d¨ªas. As¨ª, todos tan contentos. Pero no, ha tenido que ser precisamente ahora. Tras unos d¨ªas con la vista puesta en el cielo y la atenci¨®n concentrada en los partes meteorol¨®gicos, los falleros vieron ayer con satisfacci¨®n c¨®mo por la tarde escampaba y el sol se asomaba t¨ªmido. La previsi¨®n para hoy es m¨¢s optimista; los chubascos se alejan. Parece, pues, que s¨®lo ha sido un aviso. Los falleros deber¨ªan tomar buena nota de ello, extraer alguna conclusi¨®n. Han estado al borde del abismo, porque una vez m¨¢s han desafiado a los elementos olvidando que de vez en vez los dioses hacen demostraci¨®n de su poder y deciden castigar el atrevimiento y la osad¨ªa de los humanos envi¨¢ndoles terremotos, lava o lluvia, entre otras calamidades. Y tambi¨¦n deber¨ªan pararse a pensar por qu¨¦ muchos valencianos, sin ser agricultores ni padecer alergia alguna y que, como buenos cristianos, no desean el mal a nadie, mostraban ayer por la ma?ana, cuando llov¨ªa a c¨¢ntaros, su deseo de que aquello continuara toda la semana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.