El ¨²ltimo gran reto de Samaranch
El COI debe resolver en dos d¨ªas, desde ma?ana, el mayor problema de su historia
Lleg¨® la hora. El centenario olimpismo moderno debe resolver en dos d¨ªas la mayor mancha interna de su historia. Juan Antonio Samaranch, el presidente que hab¨ªa llevado al Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI) a las m¨¢s altas cotas de rentabilidad, se enfrenta al ¨²ltimo gran reto de su vida como dirigente: tendr¨¢ que calmar la tempestad de corrupci¨®n que se desencaden¨® en septiembre y que ha da?ado gravemente tanto la imagen del organismo que dirige como la suya propia. Expulsiones de miembros corruptos, amonestaciones y reformas de grueso calado para que en el futuro no se repitan esc¨¢ndalos como el surgido con los favores de Salt Lake City deber¨¢n ser aprobadas por la Sesi¨®n Extraordinaria entre el mi¨¦rcoles y el jueves. Antes, el propio Samaranch se someter¨¢ a un voto de confianza. Y ser¨ªa una gran sorpresa, por no decir un terremoto, que no aprobara su primer examen porque en el COI, pese a todos los problemas, se ha extendido la convicci¨®n de que ¨¦l es el ¨²nico que puede encabezar ahora la operaci¨®n limpieza. Lo que m¨¢s ha molestado en el m¨¢ximo organismo ol¨ªmpico tras seis meses de penuria ha sido la serie de lecciones de pureza que han surgido incluso desde sectores sin legitimidad alguna por tener mayores esc¨¢ndalos que callar. "Nadie nos va a decir lo que debemos hacer y menos desde gobiernos u organismos que tienen casos de corrupci¨®n infinitamente mayores", ha llegado decir un enfadado presidente del COI en alusi¨®n a la Comisi¨®n Europea. "Nuestros problemas se han magnificado de una forma incre¨ªble cuando se reducen a un mill¨®n de d¨®lares".
"Yo no voy a dimitir, salvo que me lo pida la Sesi¨®n", a?ade Samaranch. "Y quiero su apoyo para sacar esto adelante. Y para irme con la cabeza bien alta despu¨¦s". Samaranch no es de los que abandona, aunque tambi¨¦n hayan pedido su cabeza desde distintos estamentos.
La comisi¨®n ejecutiva, el cerebro que organiza el COI desde hace a?os por iniciativa de Samaranch para hacerlo m¨¢s operativo, precede desde ayer a la Sesi¨®n en otros dos d¨ªas de reuniones. Como siempre, y mucho m¨¢s esta vez, tratar¨¢ de llevar suficientemente mascados los asuntos a tratar, aunque parece bien dif¨ªcil. Seis peticiones de expulsi¨®n -Agust¨ªn Arroyo (Ecuador), Zein Gadir (Sud¨¢n), Jean Claude Ganga (Congo), Lamine Keita (Mali), Sergio Santander (Chile) y Paul Wallork (Samoa)- saldr¨¢n adelante si las votan dos tercios de los miembros, que no llegar¨¢n a 100 en esta ocasi¨®n. Se unir¨¢n a los cuatro ya dimitidos, Pirjo Haggman (Finlandia), Bashir Attarabulsi (Libia), David Sibandze (Swazilandia) y Charles Mukora (Kenia).
El otro gran asunto de la Sesi¨®n ser¨¢n las reformas. La creaci¨®n de las comisiones de ¨¦tica y de reforma, con presencia de personalidades de fuera del COI, no plantea problemas, y ya se discuten nombres dejados caer por Samaranch, como los de Henry Kissinger o Giovanni Agnelli. Lo m¨¢s complicado para los miembros ser¨¢ suicidarse aprobando el dr¨¢stico sistema reducido de elecci¨®n de las futuras sedes por un comit¨¦ de s¨®lo 15 personas. Su ¨²nica funci¨®n ya, la del voto, quedar¨ªa en nada. Ni siquiera ser¨ªan comprables.
Sydney se autoabsuelve
Por otra parte, la investigaci¨®n independiente australiana sobre la candidatura de Sydney 2000 ha concluido con un reconocimiento de ciertas "violaciones" de normas del COI pero sin suficiente peso como para justificar investigaciones policiales o judiciales.
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