El Madrid cae con orden pero sin estilo
El equipo de Toshack sale derrotado al contraataque por el Dinamo de Kiev en cuartos de final
El Madrid perdi¨® el argumento europeo, el sost¨¦n que ha permitido a este equipo sobrevivir entre tanta turbulencia durante 30 meses. El Madrid termin¨® su mandato en Kiev sin saber exactamente qu¨¦ es lo que ha pasado en el ¨²ltimo a?o, sin poder disfrutar plenamente del t¨ªtulo europeo y sin explicarse del todo c¨®mo pudo ayer ser eliminado por un equipo aparentemente menos dotado. Esta plantilla cierra un ciclo estad¨ªsticamente impecable, pero deja el podio de Europa sin haber podido marcar un estilo. Ayer, el Madrid dibuj¨® un en¨¦simo planteamiento: quiso ser un equipo ordenado y trabajador. Jug¨® con un gui¨®n bajo el brazo, pero se le olvid¨® leer el partido. Tap¨® sus defectos y olvid¨® sus virtudes, tuvo un sistema pero le falt¨® pegada. Se march¨® de Kiev digno, pero desconcertado, con m¨¢s interrogantes que respuestas.El Madrid tuvo medio tiempo para ahuyentar ciertos fantasmas. No hac¨ªa el fr¨ªo previsto, no apareci¨® el viento, el campo present¨® un aspecto decoroso y, sobre todo, el Dinamo no daba la sensaci¨®n de ser un equipo convincente, seguro de sus fuerzas, dispuesto a sentenciar la eliminatoria. Los primeros movimientos delataron su car¨¢cter temeroso y especulativo, su descarada intenci¨®n de rentabilizar el marcador del Bernab¨¦u, su predisposici¨®n a no mover ficha. El Dinamo pareci¨® poner todo su capital en manos de Shevchenko. Hablar de contraataque en esos t¨¦rminos parecer¨ªa excesivo: Shevchenko ten¨ªa la complicada misi¨®n de v¨¦rselas con toda la defensa del Madrid, una defensa puesta a menudo en entredicho que, desde ayer, a?ade otra mancha a su expediente. Lo mismo dan tres centrales que cuatro en l¨ªnea, blindarla con doble pivote que adelantar su posici¨®n unos metros: esa defensa madura con el tiempo; un chollo para tipos como Shevchenko.
DINAMO DE KIEV 2
REAL MADRID 0Dinamo de Kiev: Shovkovski; Luzhny, Holovko, Vaschuk, Kaladze; Kossovski (Yaskhin, m, 86), Husin, Khatskevitch, Kardash (Belkevich, m.46); Shevchenko y Rebrov. Real Madrid: Illgner; Panucci, Hierro, Iv¨¢n Campo, Roberto Carlos; Sanchis (Guti, m.70), Redondo; Seedorf (Suker, m.65), Ra¨²l, Jarni (m,80); y Morientes. Goles: 1-0. M.63. Penalti de Illgner a Shevchenko que transforma el propio jugador. 2-0. M.79. Rebrov levanta el bal¨®n por encima de la defensa y Shevchenko marca. ?rbitro: Anders Frisk (Suecia). Mostr¨® tarjeta amarilla a Jarni, Illgner, Hierro y Redondo. Ol¨ªmpico de Kiev. Lleno. 82.000 espectadores.
En esas condiciones, la prudencia de Toshack pudo parecer desproporcionada. Seguramente esperaba plantear batalla en el centro del campo y a esa dedicaci¨®n dispuso hasta cinco jugadores si era preciso. En pocos minutos, se pudo comprobar, sin embargo, que el Dinamo estaba dispuesto a ceder todo el terreno y buena parte de la iniciativa. El Madrid apunt¨® sus primeras aproximaciones al ¨¢rea, pero se encontr¨® mermado de efectivos. Seedorf ten¨ªa poco trabajo, Jarni se encontraba c¨®modo donde le hab¨ªan puesto y Ra¨²l esperaba entre l¨ªneas con mucho espacio por delante. La obsesi¨®n por mantener la disciplina impidi¨® sacar provecho de tal ventaja. Nadie pareci¨® darse cuenta de que el Dinamo estaba asumiendo un riesgo evidente dada la escasa movilidad de su defensa para el repliegue. Cada jugador madridista quiso estar en su sitio. Por una vez, por ¨²ltima vez en Europa. Hubo exceso de orden y falt¨® capacidad de lectura, tanta disciplina como ausencia de iniciativa, tanto trabajo como falta de ambici¨®n. Ayer siguieron el libreto, pero no les condujo a la victoria. El equipo se diluy¨® con orden. Curiosa paradoja: cay¨® eliminado disciplinadamente.
Una jugada aislada desmont¨® todo el andamiaje. Las buenas maneras de Redondo en el centro del campo quedaron en fuego de artificio, los seis c¨®rneres de la primera parte resultaron in¨²tiles, los cuatro lanzamientos a puerta fueron un espejismo. Pasado un cuarto de hora de la reanudaci¨®n, el Dinamo no hab¨ªa ni tirado a puerta ni sacado un maldito c¨®rner. Pero ten¨ªa a Shevchenko, sin libreto, libre para pensar. Un bal¨®n largo fue la se?al y Shevchenko no lo desaprovech¨®: la defensa se rompi¨® por la mitad, el doble pivote qued¨® en entredicho. Shevchenko entr¨® por el centro como una bala, decidido, con espacio por delante.
De ah¨ª al final, media hora de nada. El Madrid no tuvo car¨¢cter, perdi¨® posiciones, acus¨® el golpe, sac¨® hombres al terreno de juego para mantener el dibujo t¨¢ctico. El Madrid perdi¨® con orden, pero todav¨ªa debe estar pregunt¨¢ndose qu¨¦ es lo que pas¨® ayer en Kiev. Ahora quer¨ªan disciplina y la tuvieron. Les sirvi¨® para vestir decorosamente su eliminaci¨®n: s¨ª, ayer no hubo un culpable. Lo fueron todos.
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