La polic¨ªa abre una l¨ªnea de urgencia con los joyeros para evitar atracos

La polic¨ªa ha abierto una l¨ªnea telef¨®nica de contacto directo con las joyer¨ªas para que los regentes de estos establecimientos avisen de inmediato a comisar¨ªa si advierten que pueden ser objeto de un asalto o si ya lo han sufrido. Esta medida se aprob¨® ayer por el elevado ¨ªndice de atracos a joyer¨ªas (180 robos en siete meses).

Los joyeros de Madrid que sospechen de un presunto ladr¨®n merodeando su establecimiento, o aquellos representantes de joyas que caminen por la calle y se percaten de que alguien les sigue para atracarles, podr¨¢n contactar de forma directa con la Jefatura de la Polic¨ªa Nacional a trav¨¦s de una l¨ªnea telef¨®nica caliente. Esta medida fue acordada ayer en una reuni¨®n convocada con urgencia entre la c¨²pula de la seguridad regional, el delegado del Gobierno en Madrid, Pedro N¨²?ez Morgades; el jefe superior de Polic¨ªa, Julio Corrochano, y los representantes de la Asociaci¨®n Gremial de Joyer¨ªas, Plater¨ªas y Relojer¨ªas de Madrid.N¨²?ez Morgades apunt¨® a bandas de hispanoamericanos que antes se dedicaban al asalto de viviendas de lujo, como los presuntos atracadores de joyer¨ªas. "Se trata de grupos de entre seis y doce individuos", se?al¨®. Para frenar su avance, el delegado del Gobierno prometi¨® controlar los establecimientos de compra-venta de oro y joyas y los aeropuertos, as¨ª como potenciar el intercambio de informaci¨®n con la Interpol y la Europol. En la reuni¨®n de ayer, los representantes de los joyeros denunciaron la constante amenaza que sufre el sector. "Desde el d¨ªa 1 de septiembre se han producido 180 asaltos a joyer¨ªas en Madrid", denunci¨® Alfredo Montejo, presidente de los joyeros madrile?os.

El ¨²ltimo atraco se produjo en la noche del lunes cuando dos hombres armados, con el rostro cubierto por un pasamonta?as, tirotearon a dos representantes de joyas, Francisco S¨¢nchez, de 57 a?os, y Alberto M. C., de 53 a?os, en la calle de S¨®focles. S¨¢nchez recibi¨® un disparo en el pie y a su compa?ero una bala le destroz¨® la rodilla.