Un aluvi¨®n de visitantes inunda el centro de Valencia en la pen¨²ltima jornada de la fiesta

Falta calle para tanta gente. Da igual la ruta que elijan para caminar desde la falla de Na Jordana a la del Ayuntamiento, o de La Merc¨¦ a El Pilar. En cualquier calleja del centro hist¨®rico de Valencia se dar¨¢n de bruces con el mismo paisaje humano: dos hileras interminables que avanzan de forma trabada en direcci¨®n contraria, tenderetes de m¨²sicos, mimos y vendedores ambulantes que han acampado en las aceras y un bullicio de guitarras, mascl¨¦ts y saxofones que obliga a forzar la voz para hacerse entender. Un gent¨ªo que tom¨® ayer de forma masiva la Ciutat Vella para presenciar la ofrenda y los bailes de m¨¢scaras, carnavales y dem¨¢s creaciones de cart¨®n y poliexp¨¢n antes de que ardan.

El centro hist¨®rico m¨¢s extenso de Europa se convirti¨® ayer en uno de los m¨¢s populosos del viejo continente. Y, sin duda, en el m¨¢s colorista, animado y estruendoso. La masclet¨¤ fue la m¨¢s concurrida de las fiestas, pero la gran algarab¨ªa empez¨® a gestarse tras la sobremesa. Cerca de 100.000 personas entre falleros y m¨²sicos desfilaron en la segunda jornada de la ofrenda. En una tarde primaveral, la pen¨²ltima para contemplar en vivo las fallas de 1999, decenas de miles de ciudadanos se marcaron su itinerario fallero a la carta en funci¨®n de las ganas de andar de cada uno. Pero, sobre todo, es cuesti¨®n de paciencia. Darle la vuelta entre un enjambre humano a las plazoletas de las fallas de Na Jordana, El Pilar o La Merc¨¦ costaba ayer por la tarde una media hora. Con todo, el vicepresidente de Na Jordana, Pere Borrego, asegura que el mayor desembarco de p¨²blico se produce por la noche. En dos oledadas: "Despu¨¦s de cenar y al t¨¦rmino del castillo". Menos extranjeros A pesar del tumulto, las oficinas de turismo de la ciudad han notado un gran descenso de visitantes, pr¨®ximo al 30% seg¨²n sus primeros c¨¢lculos. La oficina de la calle de la Paz atiende a menos de 600 turistas diarios, frente a los 800 del a?o anterior. "La cifra de visitantes japoneses ha sufrido una bajada dr¨¢stica, han venido muy pocos, y el n¨²mero de franceses e ingleses tambi¨¦n ha descendido", explican. La Ag¨¨ncia Valenciana de Turisme no tiene dudas sobre la causa del descenso: la fiesta se celebra este a?o entre un martes y un viernes. "Muchos nos preguntaban en qu¨¦ fin de semana ca¨ªan este a?o las Fallas y si podr¨ªan ver ninots el pr¨®ximo s¨¢bado", comentan. La venta de entradas de las fallas de la Secci¨®n Especial para visitar de cerca sus monumentos tambi¨¦n se ha resentido, seg¨²n estas comisiones. Pero la gran afluencia de visitantes de la Comunidad Valenciana colapsa el entorno de los castillos, mascletaes y fallas importantes. Superada la desaz¨®n que produjo la lluvia en la plant¨¤, las Fallas discurren sin apenas sobresaltos. No se han producido graves accidentes pirot¨¦cnicos como el a?o pasado, salvo la amputaci¨®n de tres dedos a Juan G. M., de 47 a?os, al explotarle ayer un petardo junto a la falla de Blanquer¨ªas. La Polic¨ªa Local no ha puesto ninguna sanci¨®n por consumo de bebidas alcoh¨®licas en la v¨ªa p¨²blica ni por ruido. Dicen que, por primera vez, empiezan a respetarse los horarios de finalizaci¨®n de las verbenas. Para alegr¨ªa de los que desean dormir y disgusto de los m¨¢s festeros.