"Zapping" financiero
KOLDO UNCETA En los ¨²ltimos tiempos, algunas agencias de publicidad han puesto en circulaci¨®n un nuevo reclamo para promocionar determinados productos financieros, esto es, papelitos de diversos tipos y colores que usted y yo podemos comprar para sacar una rentabilidad a nuestros ahorros, en lugar de guardarlos debajo del colch¨®n. Se trata del zapping. La idea consiste en atraer esos dinerillos hacia determinados fondos de inversi¨®n, con la promesa de una r¨¢pida y permanente recolocaci¨®n de los mismos, buscando siempre la m¨¢s elevada seguridad y remuneraci¨®n. De esta manera, al invertir sus ahorros a usted se le garantiza que si determinadas opciones se vuelven menos rentables o m¨¢s inseguras, su dinero ser¨¢ colocado en otros valores que ofrezcan mejores prestaciones. Adem¨¢s, seg¨²n la propaganda, todo ello se llevar¨¢ a cabo sin repercusiones fiscales, con lo que Hacienda no le penalizar¨¢ por su actitud. Hasta ahora, la idea del zapping hab¨ªa venido utiliz¨¢ndose para definir esa pr¨¢ctica tan extendida de cambiar constantemente de canal en nuestras comparecencias ante la caja tonta. Si un programa no acaba de gustar, o si uno quiere ahorrarse el bombardeo de la publicidad, se buscan otras opciones mediante el recurso a ese artilugio, expresi¨®n contempor¨¢nea del poder en la familia, que es el mando a distancia. De esta manera, uno ya no se siente comprometido como anta?o con un determinado programa, cuando la pereza para levantarse del sill¨®n y pulsar un botoncillo de la tele hac¨ªa menos atractivo el cambio de canal. El zapping es la expresi¨®n m¨¢xima de la interinidad, de la ausencia de compromiso, de la fugacidad de nuestras sensaciones y deseos, de la caducidad de los anhelos, de la infidelidad en suma. Trasladar la idea del zapping al mundo de las finanzas es mucho m¨¢s que un buen se?uelo publicitario para peque?os inversionistas. Es tal vez la mejor manera de describir el comportamiento real de los movimientos de capital a lo largo y ancho del mundo. En efecto, nada hoy es tan vol¨¢til, tan contingente, tan incierto, como la tr¨¢nsfuga circulaci¨®n del dinero en busca de su mayor retribuci¨®n. La verdadera dimensi¨®n del zapping en las finanzas no resulta de las compras o ventas de t¨ªtulos que realizan peque?os inversionistas por separado, sino del efecto acumulativo provocado por los movimientos de dinero que llevan a cabo los fondos de inversi¨®n y otros intermediarios financieros. Hoy en d¨ªa no existen ya las fronteras a efectos de la movilidad de los capitales. Estos acuden all¨ª donde la rentabilidad es m¨¢s elevada. Las operaciones en divisas alcanzan un valor que supera ampliamente el bill¨®n (con b) de d¨®lares diario. El dinero que los jubilados de California han ido depositando en sus fondos de pensiones puede estar hoy colocado en bonos mexicanos, y ma?ana en otros t¨ªtulos emitidos en Singapur o en Sao Paulo. No existe compromiso alguno de permanencia, ya que han ido desapareciendo todos los controles a la movilidad del dinero. Pero el zapping financiero tiene tambi¨¦n sus v¨ªctimas. Los capitales que acuden a un pa¨ªs necesitado de captar ahorro externo, atra¨ªdos por las elevadas rentabilidades, huyen de all¨ª tan pronto como asoma en el horizonte el primer atisbo de incertidumbre o de inestabilidad, o simplemente en cuanto aparece una alternativa a¨²n mas rentable. La consecuencia de todo ello es la extrema vulnerabilidad de no pocas econom¨ªas que dependen del capital externo para su desarrollo. En los peri¨®dicos se habla de crisis financieras que afectan a unos u otros pa¨ªses. Pero los pa¨ªses no son los que de verdad sufren las crisis. Son las personas que viven en ellos las que acaban pag¨¢ndolas, especialmente los grupos m¨¢s d¨¦biles. Aquellos que m¨¢s necesitan de unos bienes b¨¢sicos que se vuelven de pronto inaccesibles. Son las v¨ªctimas del zapping, que van quedando en la cuneta.
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