Pases hasta en el carn¨¦ de identidad
Enrique Ponce le dio al quinto toro pases por todos lados. Diez minutos largos estuvo d¨¢ndole pases. Se los dio por alto y por bajo, por la izquierda y por la derecha, con el comp¨¢s abierto y juntas las zapatillas, apenas apuntados o de maciza concepci¨®n, largos y cortos, circulares y rectil¨ªneos. Le peg¨® pases hasta en el carn¨¦ de identidad. Y el toro, que no paraba de embestir, y de caerse tambi¨¦n, y que no tir¨® ni una cornada ni hizo un mal gesto, iba para santo. Lo coge el Papa y lo canoniza.Al toro.
?Se ha dicho toro? Bueno, siempre se exagera. Novillo ser¨ªa, el pobre, con aquella carita de bueno. Novillo feble -m¨¢s exacto ser¨ªa precisar tullido-, al verlo cojitranco y claudicante, a uno se le romp¨ªa el coraz¨®n.
Atanasio / Litri, Ponce, Barrera
Tres ¨²ltimos toros de Atanasio Fern¨¢ndez y tres de Aguirre Fern¨¢ndez Cobaleda, anovillados, sin trap¨ªo alguno ni fuerza, varios absolutamente impresentables, la mayor¨ªa inv¨¢lidos, d¨®ciles.Litri: pinchazo, otro hondo atravesado ca¨ªdo, rueda de peones y descabello (silencio); estocada corta tendida y rueda de peones (silencio). Enrique Ponce: estocada corta ca¨ªda (silencio); aviso con mucho retraso antes de matar, pinchazo y estocada corta ladeada (dos orejas); sali¨® a hombros por la puerta grande. Vicente Barrera: pinchazo, otro hondo ca¨ªdo -aviso- y descabello (aplausos y saludos); dos pinchazos -aviso con mucho retraso- y tres descabellos (aplausos). Plaza de Valencia, 19 de marzo. 9? corrida fallera. Lleno.
Hay novillos disfrazados de toros que no deber¨ªan salir al ruedo. Es un caso de humanidad, o digamos de bovidez para hablar con propiedad. Les ponen delante la acorazada de picar, con aquel percher¨®n enorme, con aquel individuo carifosco tocado de castore?o arriba, y se asustan. Y luego sale Enrique Ponce y se pone a pegarles pases hasta en el carn¨¦ de identidad. Demasiado abuso es ese. Los novillitos buenos, lisiados y santos no son para la lidia sino para ponerlos encima del televisor.
El disfraz de toro se le nota enseguida al novillo que se reservan las afiguras. Aparecieron algunos cortos de cuerpo, descolgados de carnes y ani?ados de cara que parec¨ªan sustra¨ªdos de la becerrada de Radio Madrid. Y la afici¨®n se hac¨ªa lenguas. Solapadamente se las hac¨ªa porque a la p¨²blica opini¨®n estos asuntos del toro y de la lidia la tra¨ªan sin cuidado. La p¨²blica opini¨®n presente en el coso valenciano lo ¨²nico que quer¨ªa era dar orejas, gritar ol¨¦¨¦¨¦ con mucha insistencia en la e, aclamar a los toreros. Aclam¨® y grit¨® ol¨¦s incluso a Litri, lo que ya son ganas. Litri dedic¨® sus turnos a pegar trapazos y se los ovacionaron con igual delirio que si estuviera derramando las esencias del arte el maestro Pepe Lu¨ª.
Vicente Barrera lo hizo mejor, pero no por eso le aplaudieron m¨¢s: la p¨²blica opini¨®n ya hab¨ªa alcanzado el l¨ªmite. Intent¨® Barrera un toreo sosegado, hecho de temple y ligaz¨®n, lo que no siempre lleg¨® a conseguir pues con novillos lisiados el toreo es imposible. El toreo seg¨²n los c¨¢nones se invent¨® para interpretarlo con los toros de aqu¨ª te espero, por supuesto encastados e ¨ªntegros, lo que -evidentemente- no era el caso.
En el transcurso de su faena al sexto, Vicente Barrera mud¨® la estrategia y se puso a girar circulares, que son lo que priva a la p¨²blica opini¨®n. Debi¨® ocurr¨ªrsele antes pues para entonces ya llevaba un mont¨®n de pases y emergi¨® la mansedumbre del borrego, que se puso a escarbar. No es que estos irrelevantes detalles le fueran a restar el triunfo que ya forjaban los ol¨¦s estruendosos y las ovaciones encendidas; pero mat¨® mal y se qued¨® sin trofeo.
Para conseguir el triunfo hay que ser especialista en novillos aborregados y tullidos disfrazados de toros. Por ejemplo, Enrique Ponce. Su primero se pasaba de invalidez y no pudo sacarle faena; mas el quinto se le entreg¨® en cuerpo y alma, y aprovech¨® para darle cuantos pases satisfac¨ªan su concepci¨®n destajista del toreo, m¨¢s pr¨®xima a la producci¨®n seriada que al arte de C¨²chares.
Sal¨ªa Enrique Ponce a hombros por la puerta grande en loor de multitud y uno ten¨ªa serias dificultades para recordar la mayor¨ªa de los pases que le hab¨ªa pegado al pobre quinto toro hasta en el carn¨¦ de identidad. Quiz¨¢ fuera por el alzheimer... O porque ten¨ªa el pensamiento puesto en distintos fastos.
Bendito Curro...
Rejoneo matinal
La octava corrida fallera, celebrada ayer por la ma?ana con m¨¢s de tres cuartos de entrada, fue un espect¨¢culo de rejoneo. Se corrieron toros despuntados de Ferm¨ªn Boh¨®rquez, y salvo Ferm¨ªn Boh¨®rquez -hijo el ganadero-, que escuch¨® palmas, cortaron oreja los cinco restantes rejoneadores. Eran, a la saz¨®n, Leonardo S¨¢nchez, Pablo Hermoso de Mendoza, Paco Ojeda, Mart¨ªn Gonz¨¢lez Porras y Andy Cartagena.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.