Cruzada para que los gorilas tengan ciertos derechos humanos
Cient¨ªficos y juristas neozelandeses defienden que los grandes simios poseen capacidades de un ni?o
?Debe reflexionar el homo sapiens sobre sus relaciones con sus parientes biol¨®gicos m¨¢s pr¨®ximos? Seg¨²n los defensores de los animales en Nueva Zelanda, los gorilas, chimpanc¨¦s y orangutanes deber¨ªan disponer en breve de ciertos derechos humanos.Cuando se pregunta a la gorila Koko, procedente del Woodside californiano, sobre lo que m¨¢s les gusta hacer a sus cong¨¦neres, ella responde con sus dos manos: "A los gorilas les encanta comer bien". As¨ª lo indica a su interlocutora mediante lenguaje de signos, y s¨®lo utilizando una m¨ªnima parte de su vocabulario.
Koko ha aprendido m¨¢s de mil palabras en sus 27 a?os de vida. Es una de las gorilas de la Fundaci¨®n Americana del Gorila destinadas a la experimentaci¨®n, cuenta su monitora, la investigadora en simios Francine Patterson.
Koko es el gorila m¨¢s pol¨ªglota del mundo y a la vez un ejemplo cl¨¢sico de la inteligencia y capacidad de aprendizaje propias de los parientes pr¨®ximos al ser humano.Estos seres peludos manejan herramientas sin descanso. Los antropoides pueden aprender a manejar cifras, y disponen de la capacidad de reconocerse a s¨ª mismos, mentir y hacer trampas, y pueden -al igual que el ser humano- provocar sangrientas guerras de exterminio. Motivo suficiente para que un grupo de 38 cient¨ªficos, juristas y fil¨®sofos neozelandeses, se decidan a reclamar determinados derechos para los simios. "Existen much¨ªsimos indicios de que los simios son, al menos, tan inteligentes como los ni?os de cuatro a?os", declara el bi¨®logo David Penny, portavoz del grupo que acaba de presentar una propuesta de ley ante el Parlamento neozeland¨¦s.
Si esta acci¨®n se viera coronada por el ¨¦xito, Nueva Zelanda podr¨ªa convertirse, en pocas semanas, en el primer pa¨ªs del mundo en el que estar¨ªan vigentes los derechos a la vida y a una existencia digna, as¨ª como la prohibici¨®n de torturas y experimentaci¨®n m¨¦dica con chimpanc¨¦s, gorilas y orangutanes.
Semejante propuesta se justifica porque "los simios y los hombres tienen algunas capacidades muy similares", a decir de Penny, quien espera sentar precedente para otros pa¨ªses. "Tenemos que cambiar definitivamente nuestras leyes teniendo en cuenta este hecho".
Penny y sus correligionarios pertenecen al departamento neozeland¨¦s del Great Ape Project, una asociaci¨®n para la protecci¨®n de animales que desde hace unos a?os reclama m¨¢s derechos para los simios.
Con una consecuencia l¨®gica de los darwinistas, este grupo, al que pertenecen la investigadora de chimpanc¨¦s Jane Goodall y el investigador evolutivo de nacionalidad brit¨¢nica Richard Dawkins, adem¨¢s del bio¨¦tico australiano Peter Singer, quiere derribar la frontera entre el hombre y el mono y pr¨¢cticamente incorporar el problem¨¢tico parentesco. El objetivo final del Great Ape Project es lograr una declaraci¨®n de la ONU en la que se reflejen los derechos de los simios de acuerdo con el modelo neozeland¨¦s y que garantice adem¨¢s el derecho a la libertad individual.
"Desde el punto de vista ¨¦tico, no existe ning¨²n motivo por el cual no le podamos conceder al simio algunos derechos", declara Peter Singer, quien en 1975 contribuy¨® a la fundaci¨®n del movimiento para la defensa de los derechos de los animales con su libro La liberaci¨®n de los animales. Tambi¨¦n la gen¨¦tica molecular aporta argumentos concretos en contra de un tratamiento especial para el hombre dentro de la evoluci¨®n, argumenta Singer. Por ejemplo, el 98,4% de las informaciones gen¨¦ticas de los chimpanc¨¦s son comunes a las de los hombres, y el gorila se diferencia del hombre ¨²nicamente en un 2,3% del ADN.
La gran zanja entre el hombre y el animal, concluye el fil¨®sofo, realmente se encuentra s¨®lo en la fantas¨ªa humana, y Singer va m¨¢s all¨¢ comparando el estatus actual de los simios con el de los esclavos. Quien luche contra el racismo y el sexismo, arguye el fil¨®sofo, deber¨ªa tambi¨¦n luchar contra el "especieismo", la discriminaci¨®n de especies de parentesco cercano.
?Der Spiegel
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