100 kil¨®metros de un tir¨®n

Antonio Ramos L¨®pez, de 75 a?os, alba?il, natural de Dos Hermanas (Sevilla), estuvo varios a?os, antes de operarse, casi sin levantarse de la silla y agarr¨¢ndose a las paredes para poder caminar. "En realidad era un inv¨¢lido", dice ahora, mientras recuerda los dolores que ten¨ªa que soportar cada vez que iniciaba un movimiento. Pero desde que le colocaron una pr¨®tesis de cadera, hace ya ocho a?os, es otra persona. "Me muevo con total libertad y puedo ir y hacer lo que quiero". Y tanto, porque Antonio, aficionado al ciclismo, coge a veces la bicicleta y se va hasta la costa: m¨¢s de 100 kil¨®metros de un tir¨®n. O le da por subir puertos de monta?a, como el de Las Palomas, de categor¨ªa especial, en Grazalema (C¨¢diz). "La m¨ªa es de titanio", dice refiri¨¦ndose a la pr¨®tesis que lleva puesta en la cadera derecha, "y no se me mueve nada". Una familiar suya no ha tenido tanta suerte. La pr¨®tesis le da algunos problemas. "Pero a m¨ª, no", insiste. ?l apenas hizo unos meses de rehabilitaci¨®n antes de olvidarse por completo de la pr¨®tesis. Y se considera un hombre con suerte. "He pasado de ser un inv¨¢lido a estar maravillado". Con la pr¨®tesis ha vuelto a vivir.