30 a?os de pr¨®tesis de cadera

M¨¢s de treinta a?os hace que se implantaron en Espa?a las primeras pr¨®tesis de cadera. Seg¨²n los expertos, ha llegado el momento de hacer una evaluaci¨®n de esta cirug¨ªa; pero no s¨®lo de la pr¨¢ctica quir¨²rgica, tambi¨¦n de los distintos modelos de pr¨®tesis que existen, de los materiales que se emplean en su fabricaci¨®n y de sus cualidades. A los treinta a?os de las primeras operaciones, la terapia ha avanzado lo suficiente como para que cada patolog¨ªa pueda tener su pr¨®tesis espec¨ªfica. Porque no siempre la m¨¢s cara o la m¨¢s avanzada en dise?o va a ser la que mejor se adapte a la especifidad del enfermo.Con estas premisas, la Agencia de Evaluaci¨®n de Tecnolog¨ªas Sanitarias, dependiente de la Consejer¨ªa de Salud de Andaluc¨ªa, ha emprendido un programa para analizar la experiencia acumulada. "Se trata de ver, entre los distintos modelos de pr¨®tesis disponibles, cu¨¢l es el nivel de eficacia y de calidad de cada uno, y para qu¨¦ tipo de patolog¨ªas est¨¢n indicados", explica Mercedes Loscertales, directora de la Agencia.

Despu¨¦s de tantos a?os, los modelos de pr¨®tesis de cadera se cuentan por pares. Aun as¨ª, todos tienen dos problemas por resolver: uno, el desgaste del polietileno (0,1 mil¨ªmetro por a?o) que recubre la estructura dise?ada en la parte en la que se producen los roces y que ¨²ltimamente est¨¢ siendo sustituido por cer¨¢mica, un material m¨¢s resistente; y dos, todav¨ªa no se ha conseguido, de forma definitiva, acabar con los problemas que plantea la fijaci¨®n de la pr¨®tesis al hueso.

Con todo, los nuevos materiales (acero inoxidable, cromocobalto o titanio) est¨¢n contribuyendo a alargar notablemente la vida de estos implantes, que, en la mayor¨ªa de los casos, permiten al paciente vivir sin complicaciones m¨¢s de diez a?os sin necesidad de cambiarse la pr¨®tesis. Para la fijaci¨®n se utilizan varios m¨¦todos, entre ellos, un cemento especial de adherencia e hidroxiapatita.

"De lo que se trata es de saber qu¨¦ sistema le va mejor a cada edad, a cada patolog¨ªa y a cada caso concreto", resume Carlos Iturrate, jefe de uno de los dos servicios de traumatolog¨ªa y ortopedia que hay en el hospital Virgen Macarena de Sevilla. Con todo, los fracasos en este tipo de intervenciones quir¨²rgicas no sobrepasan el 1%. Y al cabo de 15 a?os, el n¨²mero de casos a los que hay que aplicar una "cirug¨ªa de reducci¨®n" (sustituir la pr¨®tesis deteriorada por otra) no llegan al 20%.

En Espa?a, 2.003 especialistas en cirug¨ªa de cadera colocan cada a?o unas 14.000 pr¨®tesis. Esto significa que de cada 100.000 espa?oles, 51 llevan pr¨®tesis. En Luxemburgo la llevan 346 personas por 100.000 habitantes, y en B¨¦lgica y Alemania, 170 y 136, respectivamente. Similar al promedio espa?ol es el de Francia, que coloca 63 pr¨®tesis al a?o por cada 100.000 habitantes.

Dos de cada tres personas operadas son mayores de 65 a?os y tres de cada cuatro implantes se hacen a mujeres. El espectacular aumento de la esperanza de vida, especialmente entre las mujeres, ha disparado la incidencia de las afecciones de cadera y la demanda de pr¨®tesis de cadera. Tanto que muchos de los servicios de traumatolog¨ªa y ortopedia de los hospitales dedican m¨¢s del 50% de sus camas y el 30% de sus recursos a atender a estos enfermos.

Operados con 90 a?os

Iturrate habla incluso "de la conveniencia de crear hospitales espec¨ªficos en los que se atienda exclusivamente a estos enfermos". En su opini¨®n, el sistema p¨²blico de salud se ahorrar¨ªa mucho dinero (una intervenci¨®n de cadera, con pr¨®tesis incluida, cuesta alrededor de un mill¨®n de pesetas) y se mejorar¨ªa la calidad asistencial. En una provincia como la de Sevilla, en la que se atienden unas 20 consultas diarias, un hospital de 75 camas ser¨ªa suficiente, se?ala.

Las pr¨®tesis de cadera se implantan en personas j¨®venes que la necesitan a causa de un tumor, una necrosis, un accidente o una enfermedad degenerativa. Y tambi¨¦n en personas de avanzada edad. Se operan incluso de m¨¢s de 90 a?os con buenos resultados. La intervenci¨®n quir¨²rgica apenas dura una hora, se hace con autotransfusi¨®n si as¨ª lo desea el paciente, y la anestesia es parcial (raqu¨ªdea). La estancia en el hospital no dura m¨¢s de tres o cuatro d¨ªas, los que necesita el reci¨¦n operado para comenzar a caminar.

Jos¨¦ Palacios Carvajal, jefe del servicio de traumatolog¨ªa en el hospital de la Zarzuela (Madrid), es uno de los pioneros de esta intervenci¨®n quir¨²rgica: "Hice mi primer implante de pr¨®tesis en el a?o 1967 en el hospital de La Paz (Madrid)", recuerda. Treinta y dos a?os despu¨¦s est¨¢ en condiciones de asegurar que los beneficios son tan enormes, que "incluso se alarga la vida del paciente". Pasan de ser unos inv¨¢lidos a tener autonom¨ªa, recuperan toda su actividad, pueden hacer ejercicio, les desaparece el dolor y "se convierten en otras personas", concluye. Las estad¨ªsticas muestran que entre los ancianos que han sufrido una rotura de cadera y han sido operados, el 90% sobrevive al cabo de un a?o, mientras que, entre quienes quedan postrados en la cama, apenas sobrevive el 20%.