El fiscal rebaja de 24 a?os a 10 meses la pena para tres polic¨ªas acusados de torturas

El fiscal rebaj¨® ayer de los casi 24 a?os iniciales a diez meses de arresto su petici¨®n de pena para tres agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa acusados de torturar en una comisar¨ªa de Vitoria a dos detenidos en un atraco bancario. Seg¨²n el representante de la acusaci¨®n p¨²blica, los procesados no cometieron los presuntos malos tratos con intenci¨®n de obtener informaci¨®n, por lo que su acci¨®n puede ser calificada de circunstancial. Los denunciantes hab¨ªan sido arrestados tras cometer un atraco en marzo de 1994.

Los tres acusados, para los que el fiscal pide tambi¨¦n un total de 30 a?os de inhabilitaci¨®n especial, negaron en el transcurso de la vista oral haber permanecido junto a los detenidos en las dependencias judiciales tras la operaci¨®n policial, realizada el 2 de marzo de 1994. El fiscal reduce a diez meses la pena solicitada para los tres polic¨ªas. Dos de los agentes hab¨ªan sido retenidos junto a otros rehenes dentro del banco. Los atracadores fueran detenidos despu¨¦s tras una espectacular persecuci¨®n en coche por las calles c¨¦ntricas de Vitoria. Seg¨²n la versi¨®n del ¨²nico de los detenidos presente en el juicio, uno de los agentes procesados le golpe¨® reiteradamente en la cara y en el cuerpo mientras otro de ellos le insultaba y amenazaba. Los peritos m¨¦dicos que intervinieron en la vista resaltaron la existencia de un hematoma en el ojo de uno de los detenidos as¨ª como la constataci¨®n de dolores "subjetivos" en otras zonas del cuerpo. Los tres agentes -Luis G.G., instructor de las diligencias; Salustiano O.G., secretario, y Jos¨¦ Antonio S.M., polic¨ªa en pr¨¢cticas- negaron haber estado en contacto con los arrestados en las horas posteriores a su detenci¨®n dentro de las dependencias policiales. El responsable del grupo, cuya vinculaci¨®n con los delitos seg¨²n el fiscal se limita a su posici¨®n jer¨¢rquica dentro de la polic¨ªa en el momento de los hechos, asegur¨® haber comprobado que un detenido presentaba un golpe en el ojo. En el cap¨ªtulo de conclusiones, el fiscal subray¨® su rechazo ante este tipo de circunstancias, pero manifest¨® sus dudas ante la denuncia de malos tratos expresada por los dos detenidos. Record¨® que no hab¨ªan identificado a los procesados dentro de una rueda de reconocimiento y la demora con la que hab¨ªan se?alado a los dos polic¨ªas retenidos en el banco como autores de las torturas. El acusador p¨²blico puso de relieve que la actuaci¨®n de los agentes pudo llegar m¨¢s como una peque?a "venganza" por este hecho, que como un sistema para obtener informaci¨®n. Asimismo, resalt¨® la levedad de las lesiones apreciadas por los forenses como indicio de una agresi¨®n no reiterada sino m¨¢s bien circunstancial. Tanto el abogado de la defensa como la letrada del Estado solicitaron la libre absoluci¨®n de los polic¨ªas inculpados.