Dos jueces a la gre?a

Dos jueces a la gre?a. ?sa es la imagen que se desprende de la investigaci¨®n realizada por encargo del Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa (TSJA) y que permiti¨® ayer a la Comisi¨®n Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) expedientar a ambos jueces por varias faltas muy graves. Uno de los dos jueces expedientados, Manuel Guti¨¦rrez Luna, de 49 a?os, ha sido decano de los juzgados de Algeciras hasta el 10 de marzo ¨²ltimo; el otro es Luis Alfredo de Diego, de 42 a?os, juez de instrucci¨®n n¨²mero 4 de la misma ciudad. Entre otros hechos, se atribuye a ambos jueces la utilizaci¨®n de la Guardia Civil para vigilarse uno a otro. ?Qu¨¦ hay en el origen del conflicto? Una cr¨ªtica dirigida por De Diego a Guti¨¦rrez Luna sobre su actuaci¨®n como decano, publicada por un peri¨®dico local; la controversia sobre el deslinde de las viviendas que ambos disfrutan en el Palacio de Justicia de Algeciras; la supuesta instigaci¨®n por Guti¨¦rrez Luna de una campa?a period¨ªstica emprendida por el alcalde de Algeciras, el andalucista Patricio Gonz¨¢lez, contra De Diego, quien reclam¨® al Ayuntamiento y a la Fundaci¨®n Municipal Universitaria salarios por importe de 284.727 pesetas, devengados sin dar clase, por la demora en contratarle.La primera constataci¨®n que realiza Jos¨¦ Manuel L¨®pez Garc¨ªa de la Serrana, el magistrado instructor de las diligencias informativas, es la "existencia de un enfrentamiento personal" entre ambos jueces, "por motivos ajenos a la funci¨®n jurisdiccional". Entre otros datos de ese enfrentamiento aparecen recortes de la prensa local, las denuncias rec¨ªprocas dirigidas por uno y otro al CGPJ y al TSJA, rematadas con la petici¨®n de Guti¨¦rrez Luna al fiscal para que se querellase contra De Diego por injurias y calumnias.

El instructor se?ala que tales enfrentamientos "han trascendido al p¨²blico, porque unos y otros se han preocupado de airearlos en la prensa", hasta convertir en un "campo de batalla" los peri¨®dicos del Campo de Gibraltar. Profesionales del derecho, altos mandos de la Guardia Civil y los magistrados de Algeciras manifestaron al instructor "lo dif¨ªcil que les resulta desarrollar su labor en tal ambiente y la zozobra que les produce cada d¨ªa los titulares de la prensa".

Pero desde el punto de vista disciplinario, e incluso penal, lo m¨¢s grave es que, seg¨²n el instructor, "ambos magistrados, al margen de todo procedimiento formal iniciado al efecto, han realizado de manera particular y privada investigaciones sobre la actuaci¨®n del otro, vali¨¦ndose de su cargo para obtener la colaboraci¨®n de funcionarios de la Polic¨ªa Judicial y de los n¨²meros de la Guardia Civil que custodian el edificio de los juzgados".

As¨ª, aparece acreditado que, siendo decano, Guti¨¦rrez Luna pidi¨® a la Guardia Civil "informes sobre las visitas recibidas por su compa?ero De Diego y solicit¨® que se le informara de las que recibiera en el futuro". Uno de los supuestos visitantes era Francisco Foncubierta, secretario del partido La Voz de Algeciras.

Igualmente, el juez De Diego, en compa?¨ªa del secretario de su juzgado, "se person¨® en el cuartel de la Guardia Civil de Algeciras diciendo qui¨¦n era, lo que le facilit¨® llegar al despacho del teniente coronel, jefe de la Comandancia de Algeciras, por quien fue recibido en atenci¨®n a su cargo, y a quien dijo que a t¨ªtulo particular le solicitaba que le facilitase certificado de determinada informaci¨®n".

El instructor propone la apertura de un expediente disciplinario a ambos jueces. Las faltas atribuidas son muy graves, sancionables con suspensi¨®n, traslado forzoso o separaci¨®n de la carrera judicial, y corresponder¨¢ imponerlas al pleno del CGPJ. Tanto a Guti¨¦rrez Luna como a De Diego se les atribuyen sendas faltas muy graves, consistentes en "la provocaci¨®n reiterada de enfrentamientos graves con las autoridades de la circunscripci¨®n en que el juez o magistrado desempe?e el cargo", por un lado, y "el abuso de la condici¨®n de juez para obtener un trato favorable e injustificado de autoridades, funcionarios o profesionales".

El instructor pide que se act¨²e con mucha urgencia y propone, como medida cautelar, suspender las dedicaciones docentes de los dos jueces para evitar la apariencia de que "dependen de alguna manera de las autoridades municipales".