Una senadora del PSE pregunta a Mayor por la muerte de tres j¨®venes en 1973 supuestamente a manos de ETA
La senadora del PSE Coral Rodr¨ªguez Fouz llev¨® ayer a la memoria del pleno del Senado la desaparici¨®n y muerte de tres j¨®venes gallegos residentes en Ir¨²n y presumiblemente asesinados por la organizaci¨®n terrorista ETA confundidos con polic¨ªas espa?oles de paisano. Humberto Fouz Escobero, Fernando Quiroga Veiga y Jos¨¦ Juan Garc¨ªa Carneiro desaparecieron el s¨¢bado 10 de marzo de 1973. Cruzaron la frontera francesa para ver una pel¨ªcula en San Juan de Luz; ni el coche ni los cuerpos han aparecido nunca.La senadora socialista, sobrina de Humberto Fouz, present¨® ayer el caso en forma de pregunta al Ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, que se comprometi¨® ante la Asamblea a incluirlo en las investigaciones. Coral Rodr¨ªguez se dirigi¨® a Interior en septiembre de 1997, cuando se hizo p¨²blica la aparici¨®n al sur de Francia de una tumba en la que pod¨ªa estar el cad¨¢ver de Eduardo Moreno Bergaretxe, Pertur, el dirigente de ETA pol¨ªtico-militar supuestamente asesinado por el sector m¨¢s duro de la organizaci¨®n en 1976 cerca de San Juan de Luz. "Se dijo que hab¨ªa tres cad¨¢veres, y nosotros pensamos que tal vez pod¨ªan ser mi t¨ªo y sus amigos, as¨ª que le ped¨ª al ministro que me mantuviese informada sobre las investigaciones", cuenta. La explicaci¨®n nunca lleg¨®. "Creo que ayer [con su pregunta] cog¨ª al Ministro por sorpresa, pienso que se hab¨ªa olvidado de mi requerimiento. Pero no quiero entrar en pol¨¦micas con ¨¦l, porque lo importante es que se ha comprometido a investigar estas desapariciones al mismo tiempo que la de Petur".
Humberto Fouz emigr¨® a Ir¨²n en 1972 en busca de empleo despu¨¦s de haber trabajado en diferentes ciudades europeas. Sus amigos Fernando Quiroga y Jos¨¦ Juan Garc¨ªa decidieron seguirle unos meses despu¨¦s. La pista de los tres hombres se pierde despu¨¦s de cruzar la frontera francesa. "Es escandaloso", sostiene la senadora, que el sumario no se investigase en su momento.
"Las familias no eran gente de recursos, no supieron a quien recurrir, les dijeron que pod¨ªa ser un accidente y que el coche se hubiese despe?ado por un acantilado", explica. S¨®lo nueve meses despu¨¦s de la desaparici¨®n, una informaci¨®n publicada en un diario de Madrid incit¨® a los familiares a interponer una querella criminal. Seg¨²n se dec¨ªa en aquella noticia, un etarra le hab¨ªa contado al periodista que aquellos tres chicos murieron asesinados por ETA, confundidos con polic¨ªas espa?oles de paisano.
La senadora del PSE se lamenta de la diferencia de trato con las v¨ªctimas de ETA de antes y de despu¨¦s de la democracia. "Parece que nadie se acuerde de los muertos de antes de 1977 porque a¨²n viv¨ªamos la dictadura y los de ETA eran una especie de h¨¦roes; adem¨¢s, en aquel momento, se hab¨ªan responsabilizado de la muerte de cuatro personas y no era tan terrible de cara a la opini¨®n p¨²blica como pueda ser hoy", sostiene dolida. Ahora, Coral Rodr¨ªguez asegura que s¨®lo quiere "romper el muro de silencio" y recordar a la opini¨®n p¨²blica estos asesinatos. "Quiero que la gente sepa que hay familias que todav¨ªa est¨¢n esperando".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.