Una partida de un cuarto de bill¨®n

Ayer de madrugada se zanj¨® una de las cuestiones que m¨¢s ha enturbiado el debate pol¨ªtico valenciano: la permanencia de la Comunidad durante otros siete a?os como regi¨®n europea desfavorecida. La cuesti¨®n no es balad¨ª, en juego estaban m¨¢s de 200.000 millones de pesetas de ayudas europeas directas, adicionales a los presupuestos de la Generalitat hasta el 2006. En contra de esta posibilidad actuaban varios factores. El recorte presupuestario pretendido por Alemania, principal contribuyente, y su decidido empe?o por ampliar la UE al Este, considerada una operaci¨®n compleja y cara -12 billones de pesetas entre el 2000 y el 2006-. Los datos de renta per c¨¢pita observados por Bruselas a la hora de confeccionar la lista de regiones Objetivo 1 -abarcaba los a?os de 1993 a 1995- situaban a la Comunidad fuera del grupo, dado que su renta rebasaba la frontera del 75% de la renta media comunitaria. Se ganaban o se perd¨ªan cerca de un cuarto de bill¨®n de pesetas de fondos europeos por unas d¨¦cimas y, a diferencia de negociaciones anteriores, Alemania anunciaba una aplicaci¨®n estricta de los c¨¢lculos. Esta situaci¨®n desat¨® un agrio debate pol¨ªtico entre el Consell y los partidos de la oposici¨®n, que recriminaron a Zaplana su pasividad en la defensa de las ayudas comunitarias. Un ligero descenso de la renta por habitante valenciana durante el a?o 1996 -el periodo analizado por la Comisi¨®n Europea abarc¨® finalmente de 1994 a 1996-, gracias al crecimiento de poblaci¨®n registrado por el censo de hace dos a?os, volvi¨® a inclinar la balanza a favor de la Comunidad. Aun as¨ª, su permanencia continuaba en el aire, a expensas de las negociaciones que se han sucedido en los ¨²ltimos meses sobre la Agenda 2000. En este sentido, la cubre de Berl¨ªn ha sido decisiva. Todos los pa¨ªses han cedido en sus pretensiones iniciales, incluida Espa?a. S¨®lo resta concretar si los fondos se recortar¨¢n con respecto a los ¨²ltimos cinco a?os.