Morapiel, entre Corea y Vic
La f¨¢brica lleva un a?o parada sin producci¨®n alguna. Los m¨¢s de cien trabajadores arrastran nueve meses de paro por una suspensi¨®n temporal de sus contratos. Reclaman que la Generalitat resuelva de una vez por todas si a la peletera de M¨®ra d"Ebre a¨²n le quedan esperanzas o, por el contrario, est¨¢ tocada de muerte y condenada a la quiebra. Los operarios de la f¨¢brica Kujke Chun Nam, m¨¢s conocida como Morapiel, se manifestar¨¢n ma?ana en Tarragona. Aseguran que es s¨®lo el principio de sus movilizaciones. Pretenden atraer la atenci¨®n de la Administraci¨®n central y reclaman mayor celeridad al Departamento de Industria en las negociaci¨®n para saldar las deudas que la empresa tiene contra¨ªdas con la Seguridad Social y Hacienda. Sobre todo ahora, cuando los intereses del grupo Colom¨¦ por la adquisici¨®n de la sociedad parecen estar claros. Morapiel, Peleter¨ªa del Ebro, Tipel, Kujke... toda una lista de nombres para una sola f¨¢brica, de 138 trabajadores, especializada en el curtido de pieles para la confecci¨®n de piezas de abrigo. Naci¨® en los setenta y ¨²nicamente ha tenido una d¨¦cada de tranquilidad. El grupo Tipel, perteneciente a la familia Prenafeta, afront¨® a finales de los ochenta diferentes operaciones para su diversificaci¨®n: negocios inmobiliarios y centros comerciales. Las nuevas inversiones fueron la causa de una deuda financiera que a la larga se hizo insostenible. Tipel present¨® en 1994 su primera suspensi¨®n de pagos y los propietarios optaron por venderla. Hasta entonces fue considerada una empresa modelo: lleg¨® a contratar 400 trabajadores, una gran fuente de riqueza no s¨®lo para la poblaci¨®n de la Ribera d"Ebre, sino tambi¨¦n para las comarcas vecinas de la Terra Alta y el Priorat. Los empleados acusan a las empresas coreanas Kujke y Chun Nam de esforzarse por llevar a la peletera hasta el borde de la quiebra. Tras la suspensi¨®n de pagos de Tipel, las dos sociedades asi¨¢ticas, antiguos clientes de la familia Prenafeta, adquieren la peletera, reanudan la producci¨®n y se hacen cargo de las deudas, unos 1.500 millones de pesetas. A la extra?a situaci¨®n de pertenecer a dos firmas diferenciadas (Kujke y Chun Nam), que no tardan en tener graves discrepancias mutuas, se suma pocos a?os despu¨¦s el hundimiento del mercado de la piel coreano y el desplome de las bolsas asi¨¢ticas. A los coreanos no les qued¨® otra opci¨®n que endeudar la empresa en 500 millones adicionales, recibidos del Banco Atl¨¢ntico. Pero la situaci¨®n era insostenible. Desde enero a marzo del a?o pasado, la producci¨®n se situ¨® en tan s¨®lo el 5% de la capacidad total y los trabajadores estaban continuamente de brazos cruzados. En noviembre de 1998 llega la segunda suspensi¨®n de pagos. Los coreanos, deseosos de desaparecer de M¨®ra, trataron de negociar la venta de la peletera. El grupo catal¨¢n Colom¨¦ les manifest¨® su inter¨¦s. Se lleg¨® incluso a negociar que el grupo, con sede en Vic (Osona), se hiciera cargo de la plantilla ¨ªntegra y pagara los sueldos atrasados. Pero la situaci¨®n econ¨®mica internacional vuelve a jugar una mala pasada. El mercado ruso de la piel, vital para la pervivencia del espa?ol, se hunde a finales de 1998. Colom¨¦ acus¨® la crisis y se vio forzado a una regulaci¨®n de empleo de 300 personas. La operaci¨®n de compra qued¨® congelada. A partir de entonces, los trabajadores se re¨²nen cada semana en la empresa, dispuestos a luchar por sus puestos. La plantilla decide finalmente involucrar a la Administraci¨®n. De forma espont¨¢nea, durante las navidades pasadas los cien trabajadores se encerraron en la f¨¢brica hasta que la Generalitat se comprometi¨® a buscar una soluci¨®n para la empresa. El hecho de que los acreedores (se calcula en 1.800 millones la deuda acumulada) sean, principalmente, Hacienda y la Seguridad Social, hac¨ªa prever alg¨²n acuerdo entre las administraciones. Pero los trabajadores mantienen que mientras que la Generalitat achaca a la Administraci¨®n central el retraso en las negociaciones, ¨¦sta se manifiesta dispuesta a llegar a un acuerdo. Y Colom¨¦ tiene ya preparada una producci¨®n de unas seis mil piezas diarias, seg¨²n afirma Carles Pelej¨¤, miembro del comit¨¦ de empresa. Pero el grupo de Osona no puede entrar en juego hasta que se resuelva la cuesti¨®n de los acreedores. La paciencia se agota: "No queremos tener que prorrogar la solicitud para acogernos al paro", asegura Pelej¨¤. Por el momento cobrar¨¢n el subsidio de paro hasta el 20 de mayo, el plazo que ha concedido la Generalitat para resolver la situaci¨®n.
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