5.000 millones de ahorro en bajas laborales

Uno de los ahorros m¨¢s llamativos que se ha apuntado la Direcci¨®n Provincial del Insalud durante el ejercicio de 1988 se encuentra en el cap¨ªtulo de las incapacidades temporales, los periodos de baja laboral a los que cualquier asalariado tiene derecho en caso de sufrir alg¨²n percance. Y la reducci¨®n de gasto radica en dos factores que, a simple vista, se dir¨ªan incompatibles entre s¨ª: se concedieron m¨¢s bajas, pese a lo cual la Seguridad Social se ahorr¨® casi 5.000 millones en este cap¨ªtulo.En efecto, la media mensual de trabajadores madrile?os a los que se les conced¨ªa una baja se situ¨® en 32.000, un 6% m¨¢s que en 1997. Sin embargo, el director provincial, Albino Navarro, presumi¨® de que la duraci¨®n media de las bajas se hab¨ªa reducido muy sensiblemente, de 50 d¨ªas a s¨®lo 42. "Como el sistema sanitario funciona mejor, la duraci¨®n de cada baja se reduce, y ello sin ninguna merma del derecho a la baja que asiste a cualquier trabajador", enfatiz¨®. De esta manera, el Insalud se ahorr¨® en la Comunidad de Madrid casi 1,7 millones de jornadas de baja y redujo el coste de baja por trabajador y mes a 1.989 pesetas, un ¨ªndice que en 1997 se encontraba en 2.300 pesetas.

Este indicador es el que utilizan los expertos en econom¨ªa sanitaria para evaluar el impacto de las incapacidades temporales en cada regi¨®n. Y lo cierto es que las ¨²ltimas tablas difundidas por el Instituto Nacional de Seguridad Social reflejan un gasto mucho m¨¢s elevado en las comunidades que cuentan con las competencias sanitarias ya transferidas. Las 1.989 pesetas por mes y empleado de Madrid contrastan llamativamente con las 3.729 del Pa¨ªs Vasco, 3.559 de Galicia, 3.526 de Catalu?a, 3.424 de Canarias, 3.178 de Andaluc¨ªa, 3.024 de Navarra o las 2.680 del sistema de salud valenciano. En el territorio que a¨²n gestiona el Insalud -diez comunidades, entre ellas Madrid-, la media de 1998 se situ¨® en 2.412 pesetas.

Las causas de las bajas laborales son extraordinariamente variadas. Encabeza la clasificaci¨®n la gripe, con un 7% del total de procesos contabilizados, y le siguen en la lista las lumbalgias (6%), las intervenciones quir¨²rgicas (5%), las infecciones respiratorias (3%), los esguinces de pie (3%), los trastornos neur¨®ticos (2%), los s¨ªntomas generales (2%) y un largo etc¨¦tera.

Mientras el Insalud ve en estos registros un indicativo de eficacia en la gesti¨®n, los sindicatos los acogieron con cierta cautela. Marisa Rufino, responsable de salud laboral de UGT, alert¨® de que algunas enfermedades laborales se tramitan como si fueran comunes, lo que implica una menor prestaci¨®n. "En consecuencia, el propio trabajador, aunque no se encuentre en las mejores condiciones, prefiere acelerar la vuelta a su puesto", aventur¨®.