Aranjuez y las columnas de H¨¦rcules
Quisiera aprovechar, si me da cabida en su peri¨®dico, para expresar, en primer lugar, mi gran satisfacci¨®n por el proceso de rehabilitaci¨®n urbana y paisaj¨ªstica que est¨¢n experimentando Aranjuez y su entorno. Magn¨ªficos edificios del siglo XVIII han sido recuperados, y el proceso de embellecimiento urbano sigue sorprendi¨¦ndonos d¨ªa a d¨ªa.La variante de la carretera Nacional IV ha salvado del peligros¨ªsimo deterioro a que estaba sometida la zona lindante con la iglesia de San Antonio, joya neocl¨¢sica de Bonavia, la plaza porticada que se abre a su perspectiva, con sus maravillosas fuentes, y, en fin, los jardines de la Isla, donde el remedio ha llegado algo tarde para los magn¨ªficos magnolios que rodean su per¨ªmetro.
La preciosa fuente de H¨¦rcules y Anteo, atlante hijo de la Tierra, de quien obten¨ªa la fuerza en su contacto, situada a la entrada de los jardines de la Isla, ha sido v¨ªctima de un lapsus que puede sonrojar a cualquiera.
La denominaci¨®n de nuestras veneradas columnas del Plus Ultra, que lucen en nuestro escudo nacional y cuya bella r¨¦plica escult¨®rica campea en el interior de la citada fuente, est¨¢ equivocada.
Rezan en las columnas (alegor¨ªa mitol¨®gica de los dos montes que custodian el paso del Atl¨¢ntico al Mediterr¨¢neo, Gibraltar y el monte Hacho de Ceuta) las inscripciones "Calpe", refiri¨¦ndose al pe?¨®n de Gibraltar, y ?vila, err¨®neamente al monte Hacho de Ceuta, cuando deb¨ªa decir Abyla, denominaci¨®n fenicia, creo, de dicho monte Hacho. Antes de la restauraci¨®n de la citada fuente figuraba la denominaci¨®n Abyla, y alg¨²n conspicuo gestor de la restauraci¨®n confundi¨® la denominaci¨®n con la de la entra?able ciudad castellana y pens¨® que nuestros antecesores hab¨ªan cometido una garrafal falta de ortograf¨ªa.- ?ngel Olano Su¨¢rez. Madrid.
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