Brasil, EEUU y el Vaticano empujaron a Cubas a dimitir como presidente de Paraguay
La intervenci¨®n de dos pa¨ªses, Brasil (en nombre del Mercosur) y Estados Unidos, secundados por el Vaticano, y la confirmaci¨®n de que las Fuerzas Armadas no estaban dispuestas a comprometerse en ninguna aventura golpista, fueron los elementos decisivos que empujaron a Ra¨²l Cubas a anunciar el domingo por la noche su dimisi¨®n como presidente de Paraguay, siete meses despu¨¦s de asumir el poder, y que convirtieron al general Lino Oviedo en un fugitivo huido a Argentina. La situaci¨®n presagiaba tanto una carnicer¨ªa de manifestantes por parte de paramilitares como un golpe.
Fernando Henrique Cardoso efectu¨® una trascendental llamada telef¨®nica a Cubas en la que le requiri¨® que abandonara el poder para evitar un ba?o de sangre, seg¨²n confirmaron fuentes diplom¨¢ticas en Asunci¨®n. En aquella conversaci¨®n, el mandatario brasile?o garantiz¨® la seguridad personal de Cubas y de su familia. Ha cumplido su palabra. El ex presidente paraguayo est¨¢ desde la noche del lunes con su esposa y sus dos hijas en una mansi¨®n de su propiedad en la localidad tur¨ªstica brasile?a de Camboriu.El Gobierno brasile?o acogi¨® con celeridad la petici¨®n de asilo pol¨ªtico que efectu¨® Cubas, que se agiliz¨® despu¨¦s de que un juez paraguayo firmara un auto de procesamiento en su contra. Las se?ales enviadas por el nuevo presidente, Luis Gonz¨¢lez Macchi, no eran muy tranquilizadoras para la seguridad de Cubas.
El embajador brasile?o en Asunci¨®n, Bernardino Peric¨¢s, coordin¨® los pasos a dar. Cubas fue acogido en la embajada, desde la que fue trasladado al aeropuerto fuertemente escoltado. Brasil despleg¨® en territorio paraguayo a 50 polic¨ªas y 30 marines con armas autom¨¢ticas, que acompa?aron al ex presidente hasta el avi¨®n.
El Gobierno de Cardoso ha seguido con gran atenci¨®n la crisis de su vecino, hasta el extremo de poner en alerta a sus tropas para enviarlas, en caso de necesidad, a proteger la presa conjunta de Itaip¨², en la frontera entre los dos pa¨ªses. La preocupaci¨®n de Brasilia ante el riesgo de que Itaip¨² pudiera sufrir alg¨²n da?o se explica por la importancia de dicha central hidroel¨¦ctica, la mayor del mundo y que abastece al 27% del territorio brasile?o, que incluye los Estados de R¨ªo Grande do Sul, Paran¨¢, Santa Catarina y S?o Paulo.
Los socios econ¨®micos de Paraguay en el Mercosur (Brasil, Argentina y Uruguay) han puesto de manifiesto sus recelos ante la inestable situaci¨®n de su vecino. A ra¨ªz de la intentona golpista del general Oviedo, en abril de 1996, la organizaci¨®n aprob¨® la llamada cl¨¢usula democr¨¢tica, que establece la inmediata autoexclusi¨®n del Mercosur de aquel pa¨ªs miembro que atente por la fuerza contra el r¨¦gimen democr¨¢tico. En otro ejemplo de desconfianza, las Fuerzas Armadas paraguayas no han participado en las maniobras militares conjuntas realizadas hasta la fecha por los pa¨ªses del Mercosur. La paradoja final la han proporcionado Brasil y Argentina, los dos grandes socios de Paraguay, que han dado asilo pol¨ªtico a Ra¨²l Cubas y Lino Oviedo, las dos bestias negras del nuevo Gobierno instalado en Asunci¨®n.
La embajada Harty
El otro gran protagonista del desenlace de la crisis ha sido la Embajada de Estados Unidos, con un papel menos visible, pero no menos relevante, sobre todo en las ¨²ltimas horas. El domingo por la tarde, cinco horas antes de la dimisi¨®n de Cubas, la embajadora, Maura Harty, estaba reunida con los principales l¨ªderes pol¨ªticos. El Departamento de Estado mantuvo una firme actitud hacia el general Oviedo, para quien exig¨ªa su vuelta a la c¨¢rcel para cumplir la condena a 10 a?os por el golpe frustrado y su inhabilitaci¨®n pol¨ªtica. EEUU tambi¨¦n fue proclive al juicio pol¨ªtico al presidente Cubas.Dicha actitud cort¨® los canales de comunicaci¨®n entre la embajadora Harty y los sectores oviedistas del gobernante Partido Colorado, pero dio sus frutos. El nuncio apost¨®lico, Lorenzo Baldisseri, fue el anfitri¨®n de una reuni¨®n del pleno del cuerpo diplom¨¢tico celebrada el s¨¢bado en la sede de la Nunciatura Apost¨®lica, despu¨¦s de la violenta noche del viernes en la que murieron seis j¨®venes y hubo dos centenares de heridos.
El mensaje a Cubas fue inequ¨ªvoco: un muerto m¨¢s provocar¨ªa la retirada al un¨ªsono de la mayor¨ªa de embajadores acreditados en Asunci¨®n. Baldisseri transmiti¨® la decisi¨®n al presidente, que la noche del s¨¢bado se reuni¨® en la nunciatura con los tres comandantes de las Fuerzas Armadas. La Marina y la Fuerza A¨¦rea dejaron claro que respetar¨ªan el veredicto del juicio pol¨ªtico, que iba a terminar con la destituci¨®n del presidente de la Rep¨²blica y comandante en jefe de las FAS. S¨®lo la Caballer¨ªa mantuvo hasta el ¨²ltimo momento su apoyo a Cubas y Oviedo. Cuando el general retirado comprob¨® que los m¨¢ximos jefes militares no le secundar¨ªan en una nueva aventura golpista, la crisis empez¨® a desactivarse. Oviedo abandonaba el pa¨ªs en un avi¨®n privado.
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